La gestión Ignacio Torres. Autorización para nueva deuda, el contrato con PAE por el shale gas, y la creación de dos organismos como la Agencia de Recaudación y la Empresa de Energía: todos temas claves que la Cámara deberá resolver en los próximos días.
En una lluvia frenética de proyectos previo al fin de Semana Santa, el Ejecutivo envió un combo de temas fundamentales a la Cámara de Diputados, varios ya anticipados como la creación de nuevos entes en materia de recaudación así como de distribución de energía, más un convenio para reconvertir la matriz de la cuenca petrolera, y uno que estaba escondido a la espera del acuerdo de Nación con el FMI, que busca la toma de un nuevo empréstito por U$S 650 millones, según publicó ANDSUR.
Cada punto es de un enorme peso específico y requiere una alta complejidad en el análisis de cada bloque. Por estas horas hubo reuniones con el vicegobernador Gustavo Menna y diputados del oficialismo, a la vez que se hacen sondeos a legisladores claves de las minorías. El primer punto a consensuar es el nivel de urgencia del gobierno: para la gestión de Ignacio Torres sería ideal que todos estos temas sean aprobados en la sesión del jueves 24 de abril.
El planteo de la oposición es que de ninguna manera hay chances de que los temas sean tratados en ese lapso acotado, ya que recién recibieron el texto de los proyectos una semana antes. Van a pedir reuniones de comisión ampliadas con visitas de funcionarios del Ejecutivo para aclarar todo tipo de dudas.
“Nos bombardearon” confesó a esta columna un diputado de la minoría, en alusión a la batería de iniciativas de golpe, y ante las sospechas de que en el apuro, se los quiera apurar a levantar la mano sin haber podido analizar a fondo los proyectos.
En la batalla que se va a jugar, toda la presión la tendrá el bloque de Despierta Chubut junto a sus legisladores “satélite”: o busca consensuar reformas y sacar los asuntos por amplia mayoría, como ocurrió en varias ocasiones a lo largo de 2024, o cede a la presión del gobierno y hace valer sus votos en cada comisión para tener los dictámenes y tratarlos sin más trámite lo antes posible.
Esta segunda alternativa implica aprobar exclusivamente con los votos propios (16 más los dos de Daniel Casal y Mariela Williams) y sin depender del apoyo de Arriba Chubut, el Pich y la Izquierda. En el apuro, el riesgo es una menor calidad de las leyes, sumado a no poder mostrar un acuerdo general con otras bancadas, como se destacó en oportunidades anteriores.
Producción, recursos naturales, ingresos, servicios básicos esenciales, préstamo a varios años: lo que está en juego es de una enorme envergadura para el futuro de Chubut. casi podría decirse que se juega buena parte de la estrategia de gobierno de Ignacio Torres en las próximas sesiones.
Razones de la deuda
La cifra del préstamo que pretende tomar la provincia llamó la atención de los avispados en las últimas horas, por lo poco original del número: 650 millones de dólares es exactamente el mismo monto que pidió hace casi una década atrás el gobierno de Mario Das Neves para tomar el Bocade.
Se trata de aquel famoso bono millonario que nunca quedó claro en que se gastó, que no pudo concluir las obras comprometidas y que dio lugar a resonantes causas de corrupción, con mecanismos de retornos a empresarios de la construcción para acceder al cobro de certificados.
Justamente esa deuda de 2016 es el motivo que origina el nuevo pedido de autorización de préstamo: poder cancelar los vencimientos -que un fideicomiso cobra de manera automática de las regalías- que en el contexto actual se volvieron casi imposibles de afrontar y asfixian a las arcas públicas.
Antes de asumir, un electo Torres había expresado que su idea original era refinanciar los vencimientos, para lo cual ya había comenzado charlas con los acreedores. Un año y medio después de aquellos intentos, la estrategia cambió drásticamente, ya que no se habla de refinanciar, sino de tomar nueva deuda para pagar la anterior, uno de los motivos del pedido.
El otro motivo, es absolutamente entendible: la falta de fondos para hacer obra pública, ante un gobierno nacional que recortó todas las partidas, y cuya postura es que no le corresponde invertir en obras de infraestructura que deben hacer los privados.
En un contexto de baja de ingresos por un tipo de cambio atrasado y un precio internacional del crudo que compromete los márgenes de ganancia en la cuenca chubutense -con el inevitable impacto en las regalías- el gobierno de Torres entiende que la única manera de afrontar inversiones en obras que necesita la provincia y que además generan trabajo, es de la mano de un estado provincial que asuma el compromiso.
Por lo tanto, el gran desafío que tendrá el actual gobierno es no volver a cometer los errores del pasado: la provincia tomó deuda y no hizo las obras, tanto en la gestión de Martín Buzzi como en la de Mario Das Neves. A Torres le tocará revertir esa falta de gestión y de eficiencia, conseguir la plata y concretar lo que anuncie. Y para eso, dependerá del voto de confianza de los diputados.
Apuesta a lo nuevo
A propósito de voto de confianza, Torres también lo va a necesitar para los otros temas que son de enorme relevancia: el primero de ellos es el más charlado y anunciado todos estos días, y tiene que ver con la reconversión de la cuenca petrolera, para lo cual se busca que el convenio original con Pan American Energy ahora tenga una extensión de al menos 35 años.
Se trata de una cuestión técnica que deberá ser explicada: los alcances de las nuevas perforaciones, los montos a invertir, el nuevo horizonte del shale gas, las razones que exigen la adaptación de la ley al no convencional, y la búsqueda de la competitividad resignando ingresos impositivos.
Pero a la par de este asunto, ingresaron otros dos centrales, vinculados a la recaudación y a los servicios públicos. El primero, con un nuevo organismo que reemplaza a la Dirección de Rentas, y que va de la mano de otro proyecto que apunta al llamado a licitación de un nuevo sistema moderno que reorganice y modernice la gestión de datos.
Se busca instalar un nuevo modelo, que apunte a la eficiencia en el cobro de tributos provinciales, y además una gestión técnica, ya que -según el proyecto- será administrado por especialistas. El tema no es menor, ya que implica la tercera parte (junto a la coparticipación federal y las regalías) de lo que ingresa a las arcas de Chubut.
El segundo asunto, es otro cambio de rumbo, del que se viene hablando hace tiempo, vinculado a la energía: primero se hablaba de una empresa en la que el Estado sea socio en la generación, siendo dueño de los recursos.
Pero se le agregó otro rol, que sería convertirse en el gran distribuidor y única boca de expendio hacia las cooperativas que administran los servicios de cada municipio, comprando de este modo la electricidad y luego bajando una tarifa de referencia a todo el territorio.
Se trata de un organismo que cambiaría el eje de la discusión, llevándola ahora a la relación de esta empresa con cada intendente y Concejo Deliberante, buscando que no se vuelva a originar la deuda con Cammesa por el atraso tarifario. Borrón y cuenta nueva en un tema muy sensible, con muchos intereses en juego, en el que seguramente los diputados van a pedir tiempo de análisis.
Desafío
Los temas son de enorme trascendencia, e ingresaron todos juntos en un combo muy pesado para ser procesados por los legisladores. Parece imposible que todo junto entre en la sesión del 24 de abril, por lo que habrá que esperar el resultado de las negociaciones entre el bloque y el gobierno, y luego entre oficialismo y oposición.
Es probable que se pida al gobierno que tamice un orden de lo más urgente a lo menos. Nadie duda que el convenio con PAE se va a pedir para el jueves, y resta ver que ocurre con endeudamiento, energía y recaudación. Pero se viene una batalla dura.
Sería de esperar que varios representantes del Ejecutivo desfilen por las comisiones de la Legislatura en los días venideros, un requisito indispensable si se busca despejar dudas ante tamaña envergadura de asuntos.
¿Logrará el oficialismo el apoyo de la oposición en todos los temas? Parece muy difícil, porque en un año electoral, es sabido que el justicialismo no tendrá ganas de allanar el camino a Torres para que pueda ejecutar con tranquilidad todos los ejes diseñados para avanzar en su proyecto.
Y este será otro punto clave a seguir: cómo vota cada uno de los diputados peronistas, en un bloque que ya viene con divisiones internas y que sufre ante cada asunto pesado. No sería de extrañar que pueda llegar a explotar y partirse en mil pedazos. Mantenerse unidos después de estos cuatro temas, sería realmente un triunfo.
Es evidente, sobre todo con el endeudamiento, que el gobierno tuvo que tomar decisiones producto de un contexto muy difícil, que no tenía pensadas en un primer momento. Se trata de un plan de tormenta para capear el temporal: si no hay dinero para invertir, la provincia corre el riesgo de quedar paralizada en el pago de sueldos, en una masa salarial que absorbe cada vez más las cuentas totales.
En las próximas semanas, la Legislatura se convertirá en el campo de batalla de los puntos esenciales que Torres necesita para continuar su gestión con tranquilidad. Los votos oficialistas están, pero se va a presionar a los de afuera para que también levanten la mano. El mensaje para el vicegobernador Menna y el presidente de bloque, Daniel Hollmann, como aquella arenga de Mascherano en el mundial de Brasil, será que “se conviertan en héroes”. Menuda tarea.