La relación entre el Gobierno nacional y los gobernadores provinciales atraviesa un momento de máxima tensión tras las recientes derrotas legislativas y electorales del oficialismo.
Aunque Javier Milei intenta recomponer vínculos mediante reuniones y la designación de un nuevo ministro del Interior, los mandatarios mantienen una actitud cautelosa y condicionan cualquier acercamiento a los resultados de octubre.
Derrotas legislativas aceleran búsqueda de diálogo
Los reveses en el Congreso -rechazo a los vetos de financiamiento a universidades, Garrahan y ATN- forzaron al Gobierno a replantear su estrategia con las provincias. La designación de Lisandro Catalán como ministro del Interior buscó dar una señal de apertura, pero los gobernadores recibieron el cambio con escepticismo. «La designación de Catalán es más de lo mismo. Ya era una de las personas que hablaba con nosotros».
Gobernadores adoptan postura cautelosa
Tanto aliados como opositores coinciden en mantener una actitud de espera hasta las elecciones legislativas de octubre. «Estamos trabajando en la campaña para ganarla. Lo que venga después, se verá», afirmaron fuentes de un gobernador cercano a Milei. Desde la oposición, con sorna por el triunfo de Kicillof, advierten: «No nos gusta adelantarnos a lo que podría pasar en octubre».
Milei intensifica gira provincial con mira en octubre
El Presidente lanzó la campaña nacional en Córdoba y prometió visitar Santa Fe, Mendoza, Corrientes y el interior bonaerense. El reloj corre para el oficialismo, que necesita recomponer su imagen tras la derrota en Buenos Aires y las sucesivas frustraciones legislativas. La capacidad de construir acuerdos con las provincias se presenta como clave para governabilidad.
La relación Nación-provincias sigue marcada por la desconfianza, con gobernadores que prefieren esperar los resultados de octubre antes de definir su posición frente a un Gobierno que necesita urgentemente recomponer alianzas. Información extraída del medio TN.