El rial iraní alcanzó un mínimo histórico este miércoles, cotizándose a 1.074.000 por dólar, justo antes del discurso del presidente Masoud Pezeshkian en la Asamblea General de la ONU.
La devaluación refleja la creciente incertidumbre generada por la negativa del líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, a retomar negociaciones directas con Estados Unidos sobre el programa nuclear.
Presión internacional y riesgo de sanciones
El anuncio de Jamenei limita la capacidad diplomática de Pezeshkian y del canciller Abbas Araghchi en Nueva York, mientras Europa busca un acuerdo de último momento para evitar la reimposición de sanciones.
Francia, Alemania y Reino Unido activaron un mecanismo que reinstauraría sanciones de la ONU si no se retoman negociaciones y se permiten inspecciones nucleares internacionales en un plazo de 30 días. De concretarse, las medidas congelarían activos iraníes en el extranjero, bloquearían acuerdos de armas y restringirían cualquier desarrollo del programa de misiles balísticos, aumentando la presión sobre la economía del país.
Tensión nuclear y situación económica
Irán continúa enriqueciendo uranio hasta un 60%, cercano al grado armamentístico, aunque sostiene que su programa nuclear es pacífico. A principios de septiembre, un acuerdo mediado por Egipto buscó reactivar la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero aún no se implementó completamente.
El mes pasado, Pezeshkian firmó una ley suspendiendo toda colaboración con el OIEA, tras el conflicto con Israel que incluyó ataques a instalaciones nucleares. Pese a las presiones, Jamenei aseguró que “la ciencia no será destruida por amenazas y bombardeos”, reafirmando la postura oficial de Irán mientras su economía continúa debilitándose.
Según Radio3, la situación económica y diplomática del país mantiene en alerta a la comunidad internacional ante posibles repercusiones en los mercados y acuerdos globales.
La moneda iraní sigue desplomándose y la incertidumbre política y económica aumenta, en un contexto donde la tensión nuclear y las sanciones internacionales podrían profundizar la crisis.