Celeste Magalí González Guerrero, una de las principales detenidas por el triple crimen de Florencio Varela, declaró ante el fiscal Adrián Arribas y reveló detalles estremecedores sobre la organización narco.
La mujer confirmó que el móvil del brutal asesinato de las tres jóvenes fue el robo de 30 kilos de cocaína al líder de la banda, conocido como «El Duro».
El robo que desató la masacre
«Le robaron 30 kilos de cocaína al ‘Duro’«, declaró González Guerrero en su ampliación de indagatoria, refiriéndose a Víctor Sotacuro Lázaro, quien hasta ahora era considerado un simple «remisero». La imputada identificó a dos de las víctimas como partícipes del robo: «Dos de las chicas fueron, sé que una era Brenda, pero la otra no sé quién fue. Aunque creo que la de 15 años no tenía nada que ver«. Esta versión coincide con el testimonio de Sabrina Mara del Castillo, madre de una de las víctimas, quien había señalado que su hija y las otras jóvenes «las mataron por el robo de droga«.
La jerarquía narco redefinida
El testimonio revolucionó la investigación al reconfigurar completamente la estructura criminal. González Guerrero ubicó a Sotacuro Lázaro como el verdadero jefe de la organización, por encima de Tony Janzen Valverde Victoriano (alias «Pequeño J»). «‘Duro’ estaba por encima de Julio (‘Pequeño J’), era el que le daba órdenes«, afirmó categóricamente. Describió una compleja estructura con roles como «Abuelo» (productor de droga), «Papá» (traficante a gran escala), «Tíos», «Pequeños», «Bebés» y «Mulos».
Los detalles más crueles del crimen
La declaración judicial incluyó relatos de una brutalidad extrema. González implicó directamente a su pareja, Miguel Ángel Villanueva Silva, describiendo cómo asesinó a una de las jóvenes que intentó escapar: «Él agarró un destornillador que estaba a mano y un vidrio y mató a la chica que se quería escapar. Me dijo que la mató con el destornillador clavándoselo en el cuello y como seguía viva, fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara«. Agregó que a otra víctima «le cortaron los dedos, estaban jodiendo con que uno de sus falanges se lo comió su perro Pantera«.
La videollamada siniestra y la limpieza
Uno de los aspectos más escalofriantes fue la confirmación de que el crimen fue transmitido en vivo. González reveló que «estaban haciendo una videollamada con quienes le dicen ‘Papa’ y ‘Lima’» mediante la aplicación Zangi, donde «les mostraban como las mataban«. También detalló la meticulosa limpieza posterior: compraron cinco botellas de lavandina, tres juegos de guantes, agua oxigenada y nafta para incendiar la camioneta Tracker con los colchones y sábanas ensangrentadas.
Las próximas steps de la investigación
El fiscal Arribas consideró que la declaración «arroja luz» sobre la investigación y adelantó que podría derivar la causa a la justicia federal por el componente narco. Se dispusieron 20 allanamientos en Flores para buscar los celulares de las víctimas y se esperan los informes de la Policía Federal sobre los teléfonos de los primeros detenidos. La investigación ahora se centra en desarticular completamente esta organización transnacional que operaba con crudeza inusitada. Información extraída del medio Clarín.




