En una jornada cargada de emociones, Ignacio Russo, delantero de Tigre e hijo del recientemente fallecido Miguel Ángel Russo, vivió un momento inolvidable durante el encuentro frente a Newell’s.
El futbolista decidió jugar el partido pese a la pérdida de su padre, y su reacción tras marcar un gol conmovió a todos los presentes.
Un homenaje cargado de sentimiento
Antes del inicio del encuentro, Ignacio se acercó al banco de suplentes de Newell’s para saludar al entrenador Cristian “Ogro” Fabbiani, en un gesto de respeto mutuo. Durante el minuto de silencio en memoria de Miguel Russo, el delantero no pudo contener las lágrimas.
Según TN, a los 22 minutos del primer tiempo, Russo apareció en el área y empujó la pelota al gol. Apenas convirtió, se arrodilló y rompió en llanto mientras sus compañeros lo rodeaban en un abrazo conmovedor.
El homenaje no terminó allí: el jugador mostró una camiseta dedicada a su padre, y luego, en imágenes difundidas por el club, se vio su tatuaje con la frase “todo se cura con amor”, una de las expresiones más recordadas de Miguel Ángel Russo durante su etapa como entrenador de Millonarios de Colombia.
La fortaleza de seguir jugando
A pesar del difícil momento personal, Ignacio Russo pidió estar presente en el partido y cumplió con una actuación destacada.
El joven delantero fue ovacionado por la hinchada y recibió muestras de apoyo desde ambos equipos, en una escena que dejó en claro la huella humana y profesional que dejó su padre en el fútbol argentino y sudamericano.
Un legado que trasciende el fútbol
El gol y la emoción de Ignacio se convirtieron rápidamente en símbolo de amor, respeto y fortaleza.
En redes sociales, miles de hinchas expresaron su admiración y acompañamiento, resaltando el ejemplo de profesionalismo del delantero y el legado eterno de Miguel Ángel Russo, figura emblemática del fútbol argentino.