La industria argentina de electrodomésticos atraviesa uno de sus momentos más delicados en los últimos años
La combinación de una fuerte retracción del consumo interno y la creciente presencia de productos importados está provocando ajustes en plantas fabriles de Santa Fe, Córdoba y San Luis, poniendo en riesgo más de 600 puestos de trabajo en el sector.
Dos empresas emblemáticas, bajo presión
Según información difundida por Radio3 , la multinacional sueca Electrolux, radicada en Rosario, decidió extender hasta el 31 de diciembre de 2025 un esquema de suspensiones rotativas que afecta a unos 400 trabajadores de la planta. La medida se acordó junto a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y busca evitar despidos ante el desplome de la producción y las ventas.
Desde el sindicato aclararon que el sistema implica una reducción proporcional de haberes, pero mantiene la relación laboral mientras la empresa opera con actividad mínima.
Reestructuración y traslado en Córdoba
En la provincia de Córdoba, la firma Mabe anunció una reorganización industrial que involucra a más de 200 empleados. La compañía concentrará la producción en dos puntos clave:
- Planta de Luque: continuará la fabricación de lavarropas, cocinas y secarropas.
- Río Segundo: pasará a funcionar únicamente como depósito y centro de distribución.
Mientras tanto, la planta de San Luis, orientada a la producción de heladeras, seguirá en funcionamiento, aunque al 60% de su capacidad total.
La empresa detalló que esta estrategia busca reducir costos y sostener la producción nacional, en un contexto de competencia creciente con productos importados de menor valor.
Empleo en riesgo y expectativas futuras
Voceros de Mabe señalaron que alrededor de 30 trabajadores aceptaron retiros voluntarios y al resto se les ofreció la reubicación en Luque con compensaciones especiales para quienes decidan no trasladarse.
Pese a la situación, la empresa ratificó una inversión de 25 millones de dólares en Luque y afirmó su intención de mantener presencia industrial en el país.
Sin embargo, el panorama es complejo: firmas como Longvie, Visuar, Autosal, Briket y Bambi también enfrentan niveles de actividad entre el 50% y 60%, con dificultades para competir en precios y absorber costos internos.
El sector aguarda que las reformas económicas impulsadas por el Gobierno nacional generen alivio operativo y permitan frenar la pérdida de puestos de trabajo en una industria clave para la producción local y el entramado laboral del interior del país.




