La derrota de Platense por 3-0 ante Gimnasia de La Plata en el Torneo Clausura no solo expuso nuevamente la crisis futbolística del equipo, sino que además derivó en un grave episodio institucional.
El presidente del club, Sebastián Ordoñez, protagonizó una pelea con un grupo de hinchas en la platea del estadio Ciudad de Vicente López, generando un escándalo que reflotó tensiones internas acumuladas durante toda la temporada. Según informó Noticias Argentinas, el hecho quedó registrado en video y se viralizó en cuestión de minutos.
Una discusión que escaló a golpes en la platea
El cruce comenzó con insultos dirigidos al presidente, que rápidamente derivaron en empujones y golpes. Las imágenes muestran a Ordoñez forcejeando con simpatizantes mientras otros intentaban separarlos. La escena encendió alarmas dentro de un club ya golpeado tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Este incidente no sorprendió a quienes siguen la vida interna del Calamar. A comienzos de año, Ordoñez había recibido un derecho de admisión por seis meses por un episodio en la cancha de San Lorenzo, donde se lo acusó de arrojar una botella hacia otro sector. Aunque él lo negó, ese antecedente regresó con fuerza tras la pelea registrada el domingo.
Una campaña que profundizó el malestar
El clima hostil se alimentó de una campaña decepcionante. Platense cerró el Clausura en el último puesto de la Zona B, con apenas dos triunfos en 16 fechas. La performance fue el espejo invertido del destacado Apertura en el que había eliminado a Racing, River y San Lorenzo antes de coronarse campeón frente a Huracán. Aquella consagración, que parecía un punto de partida, terminó quedando muy lejos.
Los cambios constantes de entrenador tampoco ayudaron. La salida abrupta de Favio Orsi y Sergio Gómez dejó al plantel sin conducción estable. La llegada de Kily González no logró recomponer el rumbo: acumuló solo una victoria en sus primeros cinco encuentros y luego atravesó una racha de nueve fechas sin ganar.
Un cierre con más dudas que certezas
Tras la salida de González, Hernán Lamberti asumió el mando en el tramo final del torneo. Sin embargo, el equipo tampoco pudo levantar cabeza. El Calamar terminó hundido en la tabla, con un rendimiento irregular y sin capacidad de reacción, profundizando la sensación de un semestre perdido.
El episodio en la platea pareció ser el reflejo más crudo de un club que transita simultáneamente crisis deportiva e institucional, con la dirigencia bajo fuerte presión y un plantel sin respuestas.
Platense enfrenta un escenario complejo: malos resultados, tensiones internas y un presidente envuelto en un nuevo escándalo público. El desafío ahora será reconstruir la paz institucional y recomponer la confianza de los hinchas en un contexto donde el clima sigue caldeado y el futuro inmediato es incierto




