El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró la COP30 en Belém con un mensaje directo a la comunidad internacional: actuar con mayor rapidez frente al calentamiento global y reafirmar los compromisos asumidos en el Acuerdo de París
En un contexto marcado por tensiones geopolíticas y retrocesos en políticas ambientales, el mandatario pidió confrontar el negacionismo y priorizar la transición energética. La información fue difundida según Radio3.
Defensa de la ciencia y alerta sobre la desinformación
Durante su discurso de apertura, Lula destacó que la cumbre se realiza en un momento crítico para el planeta, con temperaturas récord y un incremento de los eventos climáticos extremos. Señaló que el negacionismo avanza en diversos países y advirtió que “la era de la desinformación pone en riesgo consensos científicos fundamentales”.
El presidente remarcó que estos grupos “controlan algoritmos, siembran miedo y atacan las instituciones democráticas”, razón por la cual llamó a “imponer una nueva derrota a los negacionistas”.
También subrayó que la ausencia de Estados Unidos en la cumbre representa un desafío significativo, considerando que es el segundo país con mayor nivel de emisiones contaminantes.
Defensa del Acuerdo de París a diez años de su firma
A diez años de la firma del Acuerdo de París, Lula insistió en revitalizar los compromisos asumidos en 2015. “El mundo camina en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada”, afirmó.
Según los datos presentados, las políticas actuales no son suficientes para evitar que el calentamiento global supere el límite de 1,5°C, un umbral que los expertos consideran clave para evitar daños ambientales irreversibles.
En ese marco, sostuvo que es “mucho más barato invertir en políticas climáticas que financiar conflictos armados”, en referencia al aumento del gasto militar a nivel global.
Prioridades para la acción climática global
Lula planteó tres ejes de trabajo que considera imprescindibles para recuperar la iniciativa climática:
- Cumplir los acuerdos existentes y asegurar financiamiento a los países más vulnerables.
- Reducir la dependencia de combustibles fósiles mediante una transición energética global.
- Colocar a las personas en el centro de la agenda, articulando justicia social y ambiental.
El mandatario destacó el rol estratégico de América Latina, especialmente en materia de energías renovables y conservación de la biodiversidad.
El discurso fue recibido con aplausos en el plenario y marcó el tono de una cumbre que busca recuperar consensos y acelerar políticas ambientales que ayuden a mitigar el impacto del cambio climático en las próximas décadas.




