Con los primeros centros de votación cerrados, finalizó este domingo la primera fase de unas elecciones legislativas en Birmania marcadas por la ausencia total de la oposición democrática.
Las votaciones, calificadas como una «farsa» por organizaciones de derechos humanos, son las primeras que convoca la junta militar que gobierna el país desde el golpe de Estado de 2021.
Una votación bajo control militar y sin oposición
Según DW, el proceso electoral se desarrolló en un contexto de total control por parte de la junta. A las urnas solo pudieron acudir 57 partidos políticos, la mayoría de carácter local, que presentaron un total de 4.963 candidatos para competir por 498 de los 664 escaños del Parlamento. Cabe destacar que la Constitución, diseñada por los militares, les reserva automáticamente el 25% de los escaños sin necesidad de elección.
La principal fuerza opositora, la Liga Nacional por la Democracia (LND) – que ganó abrumadoramente las elecciones de 2015 y 2020 – fue ilegalizada por el régimen. Sus líderes, incluida la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, permanecen encarcelados. Esta exclusión convierte al proceso en una contienda sin alternativas reales al poder militar, lo que ha generado el rechazo de buena parte de la comunidad internacional.
Denuncias de «farsa» y un clima de tensión
La jornada se desarrolló en un ambiente de baja participación y tensión. Medios independientes y activistas reportaron alrededor de una decena de explosiones en distintas zonas del país durante la noche del sábado y la mañana del domingo, supuestamente cerca de algunos centros electorales. El país atraviesa un conflicto armado entre las fuerzas militares y guerrillas étnicas, además de grupos prodemocráticos que tomaron las armas tras el golpe.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y numerosas organizaciones de derechos humanos rechazaron el proceso. El relator especial de la ONU para Birmania, Tom Andrews, lo calificó directamente como unas «elecciones simuladas». Por su parte, países occidentales han cuestionado la legitimidad de unos comicios que solo cuentan con el apoyo de aliados tradicionales de la junta, como China y Rusia.
Un proceso dividido en tres fases y resultados inciertos
Esta primera fase abarcó la votación en 102 de los 330 municipios del país. Las autoridades electorales, controladas por el régimen, no han anunciado si ofrecerán resultados parciales esta noche. El proceso continuará con dos jornadas más, previstas para el 11 y el 25 de enero. Según los plazos oficiales, no se espera conocer los resultados definitivos antes de finales de enero, consolidando un proceso electoral que la comunidad internacional observa con profunda desconfianza y que deja en evidencia la profunda crisis política y humanitaria que atraviesa Birmania.




