Los mercados financieros inician la última semana del año con la mirada puesta en un solo evento: la reacción a la aprobación del Presupuesto Nacional para 2026. Sancionado el viernes pasado tras el cierre de las operaciones, la «ley de leyes» es el centro de todas las especulaciones.
El gobierno de Javier Milei confía en capitalizar este logro legislativo con una respuesta positiva de los inversores, que seguirán de cerca la evolución de bonos, acciones y el indicador de riesgo país. Según Noticias Argentinas.
Un espaldarazo político y económico para el Gobierno
La sanción del Presupuesto representa un doble triunfo para la administración. Por un lado, consolida políticamente al oficialismo, demostrando su capacidad para negociar y conseguir avances clave en el Congreso. Este fortalecimiento abre una perspectiva más favorable para el tratamiento de otras reformas estructurales, como la laboral y la tributaria, previstas para febrero.
En el plano económico, la ley refuerza formalmente los pilares del plan económico oficial: la búsqueda del superávit fiscal y la consolidación de un ajuste en el gasto público. Estos son precisamente los objetivos que los mercados internacionales y los analistas monitorean con mayor atención, ya que se consideran fundamentales para la estabilización macroeconómica.
Expectativas y escepticismo en la mirada de los analistas
Frente a este escenario, gran parte de los operadores anticipa una jornada alcista para los activos argentinos, con subas en los bonos y acciones tanto en la plaza local como en Wall Street. También se espera una posible baja en el riesgo país, que actualmente se ubica en los 579 puntos básicos.
Sin embargo, la mirada de los mercados es más compleja y no se agota en el mero hecho de la aprobación. Los inversores comenzarán a evaluar críticamente la probabilidad real de que se cumplan las ambiciosas metas trazadas en el documento. Al respecto, surgieron voces que matizan el optimismo. El economista Carlos Melconian señaló que el presupuesto “tiene un conjunto de supuestos respecto a inflación y tipo de cambio, especialmente, ya superados”.
Por otro lado, el asesor financiero Federico Domínguez mostró un escepticismo más marcado sobre un repunte significativo. En su análisis, consideró que “los precios de mercado ya tenían incluido la aprobación del presupuesto”, sugiriendo que el hecho podría estar descontado y no generar una ola de compras.
Una semana decisiva para medir la confianza
En conclusión, la reacción de esta semana servirá como un primer y crucial termómetro de la confianza que el plan fiscal del gobierno inspira en los inversores. Más allá de una posible reacción positiva inicial, la sostenibilidad de esa confianza dependerá de las señales concretas que emanen de la evolución de los datos económicos en los próximos meses. El desafío para la administración será transformar el logro legislativo en resultados tangibles que convenzan a un mercado atento a cada movimiento.




