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La delegación argentina de solidaridad con el pueblo boliviano hizo responsable de su seguridad al Gobierno de facto en Bolivia.

El expresidente  de Bolivia, Evo Morales, denunció este jueves que una delegación argentina que busca realizar trabajos sobre violaciones a los derechos humanos en el país suramericano fue víctima de hostigamientos por parte de golpistas.

En un mensaje publicado en la red social de Twitter, Morales afirmó que “14 integrantes de la delegación argentina fueron retenidos por grupos de choque golpistas en (el aeropuerto Viru Viru de la ciudad de) Santa Cruz y sometidos a interrogatorio por la Policía”.

“Exigimos les dejen llegar a #LaPaz para realizar trabajo de investigación sobre DDHH. Dictadura fascista evidencia su autoritarismo”, afirmó en su tuit el gobernante boliviano, quien se encuentra asilado en México desde el pasado 12 de noviembre tras el golpe de Estado en su contra registrado el 10 de noviembre.

El presidente depuesto de Bolivia Evo Morales acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a su secretario general, Luis Almagro, de haberse manchado con la «sangre de los bolivianos», por su activa participación en el golpe de Estado que lo apartó de la Presidencia de su país.

«Yo no podía entender que la OEA sea golpista, (ahora) me consta, lo he vivido, que la OEA es golpista», señaló el mandatario, en una conferencia de prensa en México, donde se encuentra asilado.

En sus declaraciones, contó que se había acordado la realización de la auditoría a los comicios del 20 de octubre, que desataron las manifestaciones violentas de la oposición, al negarse a aceptar su triunfo para un nuevo mandato.
La OEA había señalado que tenía previsto emitir su informe el 12 o 13 de noviembre, previo acuerdo con la Cancillería boliviana; sin embargo, la madrugada del día 10 le informó que ya tenían un documento preliminar.

Ante ello, según Morales, se comunicó con la representación de la organización y les advirtió que «si sacan ese informe va a incendiar a Bolivia y va a haber muertos».

La OEA es golpista, no respeta la soberanía de los Estados, que quede bien claro, no se cómo no se le remuerde la conciencia a Luis Almagro

El exmandatario señaló que, lamentablemente, lo ignoraron y «Luis Almagro y la OEA se mancharon con la sangre del pueblo boliviano», al acelerar «el informe para el domingo 10 en la madrugada, para sumarse al golpe de Estado».

Recordó que hasta la fecha, la OEA no ha emitido un informe final de la auditoría hecha a los comicios y ya se han registrado decenas de muertos por las autoridades de facto en el país suramericano.

Por todo esto, recomendó a los gobiernos progresistas de la región «cuidarse de la OEA», agregando: «La OEA es golpista, no respeta la soberanía de los Estados, que quede bien claro, no se cómo no se le remuerde la conciencia a Luis Almagro».

«Acusación política»

Morales también se refirió a la persecución y represión que ha emprendido el Gobierno de facto de Jeanine Áñez contra sus detractores en Bolivia.

Desde el 20 de octubre se han registrados 33 muertos, de los cuales 30 ocurrieron tras la forzada salida de Morales de la Presidencia, el pasado 10 de noviembre, según datos de la Defensoría del Pueblo.

Además, los últimos días se han registrado ataques contra líderes partidarios a Morales. Los más recientes fueron la aprehensión de la exdiputada electa del Movimiento al Socialismo (MAS) Deisy Judith Choque y la detención preventiva de Gerardo García, vicepresidente del MAS.

«Dentro del sistema capitalista, los movimientos sociales somos terroristas», señaló Morales, e indicó que esta práctica es común «en la derecha». «Desde 1989 hasta 2005 me procesaron continuamente por sedición (…) pero nunca lo probaron», recordó.

De manera similar, ahora buscan procesarlo por sedición, lo que definió como una «acusación política», y celebró que no lo están «procesando por corrupto».

¿Y las elecciones?

El mandatario depuesto se refirió a que desde el gobierno de facto «plantean elecciones, libres, limpias y transparentes, y no puede haberlas si hay perseguidos políticos, acusados de terrorismo, hermanas y hermanos asilados en Embajadas y otros países».

» Nunca nos perdonarán que apostamos a la nacionalización de los recursos naturales y cambiamos Bolivia
Reiteró que no se presentará como «candidato a la Presidencia».

Sin embargo, dijo que como movimiento tiene «derecho a participar en las elecciones», aunque recordó que le está impedido volver al país «por instrucción de EE.UU.».

«Cambiamos Bolivia»

El mandatario derrocado mencionó que lo que le duele de lo que sucede actualmente en Bolivia, además del asesinato de sus compatriotas, es que «lo que en corto tiempo fue construido, ahora lo están destruyendo».

«Nunca nos perdonarán que apostamos a la nacionalización de los recursos naturales y cambiamos Bolivia», enfatizó.

Señaló que durante su Gobierno, «como indios», demostraron que «Bolivia es viable» y puede haber «crecimiento económico». En ese sentido hizo referencia a que durante sus 13 años de mandato, seis estuvieron primeros como el país de mayor crecimiento económico en Sudamérica, algo que no había sucedido antes, informó Actualidad Rt.

 

Evaliz Morales Alvarado y Álvaro Morales Peredo arribaron a Ezeiza este sábado por la tarde. Si bien su ingreso al país no se realizó en calidad de asilados políticos, el gobierno de Bolivia se encargó de informar que había ayudado para que salgan sanos y salvos del país.

Según indicaron, la decisión de venir a la Argentina y no ir a México fue exclusiva de los hijos de Evo Morales y la decisión final se tomó “por cercanía y para dar mayor celeridad al tema”.

La información de la partida de Evaliz y Álvaro Morales fue anunciada en redes sociales por el ministro de Gobierno boliviano, Arturo Murillo, quien indicó que: “Por instrucciones de la señora presidenta Jeanine Añez, dimos todas las seguridades a los hijos de Evo Morales para salir del país. Esta madrugada abordaron un avión de Latam”. “Cuidamos la familia, los hijos no responden por los crímenes de los padres”, aseguró Murillo.

El gobierno interino de Jeanine Añez había habilitado un salvoconducto diplomático para que los hijos de Evo Morales que estaban en la embajada de México en La Paz puedan salir hacia México. Finalmente, luego de una serie de tratativas, los hijos de Morales decidieron girar su destino y se dirigieron hacia nuestro país.

Desde el exilio en México, Evo Morales apoyó el proyecto de ley que fue aprobado anoche por la Asamblea Legislativa en Bolivia para convocar a nuevas elecciones y que prohíbe su candidatura y la de su vicepresidente, Álvaro García Linera.

«El Movimiento al Socialismo representa los dos tercios de los senadores y de los diputados. Vamos a hacer todo lo posible por la unidad. Y por la pacificación renuncio a mi candidatura», aseguró el presidente derrocado en una entrevista con el diario Página/12, que se publica hoy.

«Voy a hacer todo lo posible por pacificar Bolivia. Renuncio a la candidatura aunque yo estaba habilitado para presentarme como candidato a Presidente. No estoy haciendo un reclamo. Digo que renuncio para que no haya más muertos, ni más agresiones», agregó.

Morales reiteró que solo renunció para evitar más ataques y violencia contra su familia, sus aliados y las familias de ellos.
«¿Sabe por qué renunciamos el domingo 10 a la tarde con el hermano García Linera? Porque agarraron a mis hermanos dirigentes, militantes, gobernadores de los departamentos, alcaldes y les dijeron que quemarían sus casas si yo no renunciaba a mi cargo. Al hermano del presidente de la Cámara de Diputados le dijeron: ‘Si tu hermano no renuncia, te vamos a quemar en la plaza’. Incendiaron la casa de mi hermana en Oruro. Del racismo al fascismo y del fascismo al golpismo», denunció.
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Eso es lo que pasó en Bolivia. Por este motivo busco la unidad y la pacificación. Así se lo dije a nuestras bancadas. Les anuncié que por esta vez renunciaríamos Álvaro y yo a las candidaturas a la presidencia y la vicepresidencia», agregó.
El mandatario derrocado apuntó también contra la Organización de Estados Americanos (OEA) y explicó que su pedido de una comisión de la verdad internacional, para determinar qué sucedió en las elecciones del 20 de octubre no busca anular u obstaculizar el nuevo llamado a comicios.

«Soy sincero: ese llamado (a elecciones) ya está en camino. Pero quiero demostrar al mundo entero que la OEA se parcializó junto con grupos de poder conservadores que nunca quisieron al indio, a su patria, que estaban en contra de los programas sociales», destacó.

«Quiero que el mundo sepa que el domingo 10 de noviembre a la madrugada la OEA se sumó al golpe de Estado. Lo hizo con un supuesto informe preliminar, cuando antes había acordado con nuestro canciller que presentaría su dictamen final el miércoles 13. Yo dispongo de informes extranjeros. Demuestran que no hubo fraude. Uno de la Universidad de Michigan. Otro del Centro de Investigación Económica y Política de Washington. Ayer tuve una larga reunión con el Centro Carter», contó.

Evaliz Morales Alvarado y Alvaro Morales Peredo arribaron a Ezeiza a las 15.52 en un vuelo de línea de la empresa Latam. Permanecerán en el país ante la crisis institucional que se vive en Bolivia.

Los hijos del renunciado presidente de Bolivia, Evo Morales, llegaron a las 15.52 al aeropuerto internacional de Ezeiza en un vuelo de línea de la empresa Latam procedentes de Lima, Perú, ciudad donde arribaron provenientes de La Paz esta madrugada para permanecer en Argentina ante la crisis institucional que se vive en la nación vecina.

Evaliz Morales Alvarado y Alvaro Morales Peredo viajaron desde La Paz a Lima en el vuelo de Latam 2401 durante la madrugada, y desde Lima viajan rumbo a Buenos Aires en un vuelo de la misma empresa, el 4M 7901, según Télam.

Suspendieron temporalmente las protestas y piquetes en La Paz y El Alto. Se reanuda el abastecimiento de alimentos y combustible.

Los manifestantes de Bolivia comenzaron a retirar las barricadas en las ciudades de La Paz y en El Alto, antes del inicio de las conversaciones este sábado con el gobierno interino que preside Jeanine Áñez en un intento de devolver la normalidad al país.

Este sábado el Congreso analizaba un proyecto de ley para llamar a elecciones, sin que puedan presentarse Evo Morales y ni quien fue su vicepresidente, Alvaro García Linera.

Los puntos de bloqueos fueron abandonados. En la ciudad de La Paz, sede de gobierno, la más afectada, se empezó a restablecer el abastecimiento de alimentos, los camiones que estaban parados llegaron a los principales mercados. El cerco en la planta de combustible en la vecina ciudad de El Alto fue despejado y se reanudó el suministro de gasolina, diésel y gas.

«El despacho de combustibles es masivo y sin interrupción desde la madrugada, en pocas horas todos los surtidores están vendiendo sin restricciones», declaró el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría. según medios locales.

También vuelve a operar una ruta entre La Paz y los valles del sur de la ciudad, vital para la provisión de productos agrícolas.

Ambos casos resultan de la suspensión temporal de las medidas de protesta contra la presidenta de facto con la condición de que se convocaran a corto plazo a nuevas elecciones nacionales.

El consenso entre las tres principales fuerzas políticas se plasmó con un proyecto de ley para llamar a elecciones, aún sin determinar una fecha. Sin embargo, la oposición informó que prevé que Morales y el ex vicepresidente Álvaro García Linera no participen mientras nuevos liderazgos surgen en el país.

Algunos medios han informado, sin embargo, que sindicatos campesinos leales al ex presidente Morales mantenían protestas con bloqueos de carreteras en la región productora de coca de Chapare,en el departamento de Cochabamba (centro) y en provincias agrícolas del departamento de Santa Cruz (este).

El consenso entre las tres principales fuerzas políticas se plasmó conun proyecto de ley para llamar a elecciones, aún sin determinar una fecha. Sin embargo, la oposición informó que prevé que Morales y el ex vicepresidente Álvaro García Linera no participen mientras nuevos liderazgos surgen en el país.

El proyecto fue aprobado la medianoche del sábado en la comisión de Constitución y será enviado al pleno de Senado. Luego deberá ser aprobado en la Cámara de Diputados para luego ser promulgado. En ese proyecto se establece el saneamiento del padrón electoral, además de la sustitución de todas las autoridades del Tribunal Supremo Electoral y la habilitación de nuevos candidatos y alianzas, explicó el senador Oscar Ortiz, de la bancada opositora a Morales.

«Tenemos que generar confianza en la población», dijo Omar Aguilar, senador por el partido del ex presidente.

Morales dimitió el pasado 10 de noviembre después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmara «irregularidades» en las elecciones presidenciales del 20 de octubre, cuyos resultados oficiales le concedían un cuarto mandato.

Días después llegó a México, donde se encuentra en calidad de asilado político. El antiguo inquilino del Palacio Quemado denuncia que ha sido víctima de un «golpe de Estado» y, en consecuencia, no reconoce a su sucesora interina, Áñez.

En este mes de protestas, más de 20 personas han muerto y más de 700 han resultado heridas. La gran conflictividad en El Alto ha impedido abastecer de combustible La Paz, lo cual ha generado escasez de productos básicos, incluidos alimentos, informó Clarín.

El control de este codiciado metal es un factor central para entender el porqué de los enfrentamientos en el país.

En el Estado de Potosí, ubicado al sudoeste de Bolivia, los municipios rurales en los alrededores del salar de Uyuni, el depósito de litio más grande del mundo, temen por el futuro de sus proyectos de desarrollo.

Una nueva planta de procesamiento del cereal quinoa en San Agustín. Cinco nuevas escuelas y cuatro centros de salud, parte del programa Bolivia Cambia. Nuevos sistemas de agua potable en otros cuatro municipios. “La planta está a salvo porque ya tenemos casi toda la financiación pero los demás no sabemos”, dijo Emilio Muraña Huanca, del Ayuntamiento de San Agustín controlado por del partido de Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS).

La noticia de la renuncia y la marcha de Morales llegó a estos ayuntamientos del Potosí rural como si fuera una erupción del volcán Ollagua, de 5.868 metros de altura, que domina el horizonte al oeste. “No sé si hubo fraude electoral, pero sí sé que la oposición había decidido que denunciaría el fraude semanas antes de las elecciones”.

Lo más chocante para estos campesinos quechua en las áreas rurales del departamento de Potosí que han logrado importantes mejoras de sus vidas desde que Morales y el MAS llegaron al poderen el 2006, es que la capital de Potosí, la legendaria ciudad de la plata y del saqueo, escenificó durante más de un mes violentas protestas diarias contra el presidente de izquierda que acabaron por mermar su popularidad.

Es más, era precisamente el proyecto más querido de Evo Morales, –aprovechar el litio del salar de Uyuni en el departamento de Potosí para crear una nueva industria de baterías y, con un poco de suerte, hasta de vehículos eléctricos–, lo que fue utilizado por la derecha en Potosí para movilizar la ciudadanía contra el presidente. 

Morales estaba acostumbrado a las permanentes movilizaciones de la derecha en Santa Cruz, la conservadora ciudad al norte, con sus grandes empresarios y su población blanca. Pero Potosí, dominado por el icónico Cerro Rico, vaciado de plata en una fiebre de extracción en el siglo XVII, es una ciudad simbólica para la izquierda, poblada por indígenas y mineros. Para Evo Morales, el litio, como todos los minerales en el subsuelo de Potosí a lo largo de cinco siglos, se acabaría convirtiendo en la maldición de la materia prima.

La némesis del presidente

Marco Pumari tiene 38 años. Es hijo de un minero, indígena (aunque no se define así) y presidente del comité cívico Potonista. Pumari, ambicioso y oportunista, quiso imitar el éxito del comité cívico en Santa Cruz del ultraconservador Luis Fernando Camacho, el llamado «Bolsonaro boliviano», que viene organizando constantes paros contra el presidente de izquierda a lo largo de los años.

En Potosí, una ciudad mucho mas pobre (y mucho más indígena) que Santa Cruz, lograr que se levantara el pueblo contra Morales sería una tarea más difícil. Pero tres semanas antes del inicio de la campaña electoral, Pumari dio con la formula. Sacaría provecho de un agravio histórico: el miedo colectivo en la ciudad a que la extracción de las riquezas de su subsuelo beneficiara a otros, pero no a los potosinos.

En ese caso, no se trataba de Francisco Pizarro ni del rey de España sino de la empresa alemana ACI Systems. Había firmado un contrato con el gobierno de Morales para producir hidróxido de litio del mineral extraído en el salar y fabricar baterías de ion litio para el mercado europeo. Una empresa china Xinjiang Tbea Group-Baocheng haría lo mismo para Asia.

Ambas empresas participarían en sociedades mixtas en las que el accionista mayoritario sería la empresa estatal Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB). La región de Potosí cobraría un royalty del 3% para completar la cadena nacional de suministro impulsado por el Estado, YLB firmó un contrato con la fabricante de vehículos eléctricos Quantum con una planta en Cocha­bamba. 

Abundaban las dudas respecto a la viabilidad del plan. Pero pocos se imaginarían que Morales pudiera ser tachado de vende patrias por promocionar un proyecto de desarrollo industrial nacional.

Pero Pumari lo consiguió. Arremetió contra el gobierno por “abrir las venas” (Eduardo Galeano dixit) del salar de Uyuni sin que Potosí se viera beneficiado. Un royalty del 3% era insultante. Pumari pronunció discursos furiosos contra el plan del presidente y logró el apoyo de la derecha y parte de la izquierda potosinas. El comité cívico organizó bloqueos por toda la ciudad y manifestaciones a veces violentas. Pumari hasta se declaró en huelga de hambre para reivindicar un trozo del pastel más grande para Potosí de la industria del preciado litio.

Potosí de repente descubrió una identidad regionalista y se sumó a Santa Cruz –siempre secesionista cuando la izquierda gobierna en La Paz– en la presión por conseguir más autonomía y hasta un Estado federal.

“Hay una enorme frustración en Potosí por haber sido un símbolo de la riqueza pero sin desarrollo; siempre se ha sentido abandonada así que es natural que diga que con el litio no le vuelva a pasar”, dijo Hernando Larrazábal, ex director boliviano del Banco Interamericano de desarrollo . Pero “Morales tiene que establecer equilibrios; si le da excesivamente por la riqueza mineral a Potosí tendría que darle a las regiones que tienen gas”.

Finalmente, Morales cedió. Rompió el contrato con la empresa alemana tal y como Pumari había pedido. Se comprometió a invertir en una fabrica de baterías en la ciudad de Potosí y de trasladar la sede de YLB desde La Paz a la caótica ciudad de Uyuni en medio del salar. Hasta los royalties tal vez serían negociables.

Pero ya era tarde. Llegaron las anunciadas acusaciones de fraude electoral. La renuncia de Morales y la llegada a la presidencia de Jeanine Áñez, que se reunió con Camacho y Pumari antes de pronunciar su primer discurso, pareció consumar la victoria del nuevo movimiento potosino. Pero en municipios rurales del departamento de Potosí, el cambio de régimen no provocó las mismas escenas de alegría que en la capital. “El campo está con Evo, pero la ciudad, no”, dijo una indígena que cruzaba a Uyuni desde Chile.

Es más, la nueva derecha que se prepara para tomar el poder en Bolivia parece menos interesada que Evo Morales en crear una industria nacional de litio. “Este golpe de estado es porque Estados Unidos quiere nuestro litio”, dijo un manifestante aymara el viernes en una concentración de protesta en la plaza Murillo, en el centro de La Paz, informó Clarín.

Junto con la ONU y la Unión Europea, reclamaron que hoy mismo el gobierno interino y la oposición se reúnan. Y piden un urgente llamado a elecciones.

La Iglesia católica de Bolivia llamó este lunes al gobierno interino, a todos los partidos políticos y a la sociedad civil a un «diálogo» para poner fin a una crisis en la que está inmerso el país y que se tornó más violenta tras la renuncia de Evo Morales, presionado por la oposición y las fuerzas armadas.

Los obispos bolivianos, en coordinación con la Unión Europea y Naciones Unidasllamaron a un diálogo este mismo lunes para «pacificar el país, y consensuar las condiciones de unas nuevas elecciones generales y los vocales para un nuevo Tribunal Supremo Electoral», mientras las protestas no cesaban en el país contra el gobierno interino.

El diálogo es el camino apropiado para superar las diferencias entre bolivianos», dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Aurelio Pesoa, en conferencia de prensa. «Celebrar elecciones transparentes es el mejor camino para superar las diferencias», agregó.

Al mismo tiempo, Pesoa llamó a los medios de comunicación y «líderes de opinión» a «bajar el tono de las declaraciones públicas para facilitar el diálogo y el entendimiento entre todos».

«Dios bendiga y ayude a todos, especialmente a los líderes políticos y sociales, para cumplir la responsabilidad personal e histórica que tienen en la pacificación del país, concluyó.

Los obispos propiciaron acercamientos desde la semana pasada entre el gobierno interino de la derechistas Jeanine Áñez y sectores afines a Morales, quien renunció el domingo 10 de noviembre y se asiló en México luego de que recrudecieran las protestas que denunciaban un fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre.

También Jean Arnault, enviado del secretario general de la ONU, y un delegado de la Unión Europea se han reunido en los últimos días con el gobierno de Áñez y organizaciones sociales en un intento de restaurar la paz.

Denuncias de amenazas

En tanto, en medio de un clima todavía crispado, el ministro de Gobierno (interior), Arturo Murillo, denunció, sin aportar pruebas, que «un grupo criminal quiere atentar contra la presidenta» Áñez, quien, dijo, tuvo que suspender un viaje al interior del país: «Está en peligro su vida», aseguró. «Hay gente, por supuesto, venezolana, cubana, colombiana metida en esto, está el narcotráfico por detrás», agregó el funcionario.

A su vez, la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, acusó este lunes al ex presidente Morales de tratar de provocar confrontaciones entre bolivianos. «Lo que está causando es una convulsión. No es el pacificador (..), nos está chantajeando», declaró.

Vecinos de El Alto llamaron en tanto a cercar desde este lunes la ciudad vecina de La Paz, capital administrativa del país, para forzar «la renuncia inmediata» de Áñez, informó Clarín.

“Lo vivimos con sufrimiento, sentimos el dolor en carne propia porque nuestras familias son gente de campo y están padeciendo, luchando en las manifestaciones y en los bloqueos. Retrocedimos 500 años, es como volver a la colonia, nos están matando”, sostuvo Verónica, una joven argentina de origen boliviano, en medio de la marcha pacífica que realizaron este lunes en Trelew, con concentración frente al Comedor «Luis Yllana» de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.

“La mayoría de quienes vinimos acá somos gente de campo. Ellos están en las manifestaciones y en los bloqueos, nos informamos no solamente por los medios internacionales, sino de forma directa a través de llamados a nuestros conocidos”, contó Verónica.

“Es cruel lo que están haciendo, realmente es un golpe de Estado, están saliendo a los campos a buscar gente para matarla, a los dirigentes sindicales, a quienes alientan la lucha y a defender la democracia. Los están matando, masacrando hombres y mujeres, a los que estén en contra del golpe”, aseguró sobre el trágico contexto del antiplano.

“Lo único que muestran los medios bolivianos es que todo está tranquilo, cuando la realidad es otra”, cuestionó.

“Fueron 13 años de crecimiento económico, los índices eran positivos. Ha habido cambios; fue un proceso de cambio, en las comunidades, en las ciudades, rutas, escuelas, universidades, puentes, comunicaciones, energía en las zonas alejadas. Vivíamos en una época colonial, en la que el indígena y el campesino eran aislados, excluidos y marginados”, analizó sobre los 13 años del gobierno de Evo Morales.

“El gobierno los incluyó, los dignificó y reconoció a los pueblos indígenas, a muchas etnias y se constituyó un estado plurinacional. Eso fue lo que molestó a los pequeños grupos de derecha o los que concentran la mayor parte de la riqueza, estaban acostumbrados a controlar todos los recursos, y como ahora todo estaba quedando en manos del Estado, por supuesto que no les gustaba nada”, fundamentó.

“Siempre hubo racismo, una división entre los originarios y los blancos. Nos echaban de nuestras tierras, mis abuelos fueron sirvientes y ahora que gobernaba uno de nosotros, les dolía, les daba bronca; odio, rechazo, racismo”, recriminó.

“Volvieron al poder, por la fuerza, fuera de la democracia porque Evo había sido elegido por la mayoría de nosotros, por mis padres, yo no voto porque soy argentina, pero tengo conciencia de lo que nos pasa”, enfatizó Verónica.

“La imagen de (Jeanine) Áñez –presidenta interina- con la biblia en la mano fue un retroceso enorme, muy doloroso, fue como volver 500 años atrás; entrar con la biblia, rezar ahí, quemar la whipala (bandera). Fue volver a la colonia, aparecieron así de la nada, es como volver a leer los libros de historia, como en la llegada de Colón con la biblia y la cruz. Pero el pueblo sigue luchando, ya no tiene miedo porque conocen sus derechos y luchará con su vida”, enfatizó la vocera de la comunidad de Bolivia en el Valle.

“Sentimos mucha indignación y bronca, porque es una masacre contra nuestros campesinos e indígenas”, remarcó en el final, así lo informó Radio 3 Cadena Patagonia.

El expresidente de Bolivia Evo Morales pidió este domingo que el Gobierno español y otros miembros de la Unión Europea (UE) participaran como mediadores para acabar con la grave crisis en su país.

En una entrevista a EFE en México, Morales indicó que no tuvo contacto con diplomáticos españoles o europeos desde su renuncia al poder el 10 de noviembre, aunque consideró algo positivo la implicación de España o algunos países de la UE.

«Antes sí, hemos estado en contactos con la embajada de España e inauguramos un instituto tecnológico en el Salar de Uyuni», recordó Morales en referencia al apoyo desde 2017 de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) en la creación de tres institutos tecnológicos en Bolivia con un fondo de 4,4 millones de dólares, resultado de un programa de canje de deuda.

«Qué bueno sería que España o (el antiguo jefe del Ejecutivo español José Luis Rodríguez) Zapatero, experto en mediación, Pepe Mujica u otros gobiernos se sumen a la mediación para la pacificación», opinó Morales, quien presidió Bolivia de 2006 a 2019.

No obstante, se mostró crítico con «algunos países de la Unión Europea que tomaron una posición», en referencia al apoyo de Reino Unido al nuevo gobierno en consonancia con la decisión de Estados Unidos. «No me gustó, pero si toman esta posición (de mediadores) bienvenidos», agregó.

Evo Morales alabó también el valor de la ayuda a la cooperación de España o de la Unión Europea porque lo hacen sin condiciones y sin pedir nada a cambio, «al contrario que la ayuda que ofrece Estados Unidos. Siempre está condicionada».

Por otro lado, Evo hizo un llamamiento este domingo para que sus compatriotas acaben de inmediato con los enfrentamientos. «Tengo mucho miedo. En nuestra gestión hemos unido campo y ciudad, oriente y occidente, profesionales y no profesionales. Ahora vienen grupos violentos», advirtió Morales al ser consultado por el riesgo de una guerra civil en su país.

Morales, asilado político en México desde el 12 de noviembre, aseguró tener «información de primera mano» de que hay «paramilitares organizados» y «pandilleros y drogadictos pagados» por la derecha boliviana para cometer actos violentos en las calles del país.

Desde las elecciones del pasado 20 de octubre, que desataron una grave crisis en Bolivia, al menos 20 personas murieron y más de 500 resultaron heridas en enfrentamientos entre partidarios y detractores de Morales.

El 10 de noviembre, Evo Morales anunció la repetición de las elecciones presidenciales después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) diera a conocer numerosas irregularidades en los comicios de octubre en los que había sido reelegido para un cuarto mandato.

Pero poco después, y ante las sugerencias de policías y militares, Morales renunció a la Presidencia tras casi catorce años en el poder. El Gobierno de México anunció que le ofreció el asilo para proteger su vida.