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Evo Morales

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El ex presidente se encuentra como refugiado en Argentina. La medida había sido adelantada por la mandataria interina Jeanine Áñez.

La Fiscalía de Bolivia dictó este miércoles una orden de detención contra el ex presidente de ese país en Evo Morales, que actualmente se encuentra como refugiado político en Argentina, por los cargos de «sedición» y «terrorismo».

La actual mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, había adelantado que «seguramente en los próximos días» se iba a emitir una orden de aprehensión contra Morales porque el Gobierno interino había hecho «las denuncias pertinentes».

De hecho, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, había presentado hace unos días una demanda penal contra Morales por supuestamente promover los violentos enfrentamientos que dejaron 35 muertos y derivaron en su renuncia con base en un audio en el que supuestamente se escucha al exgobernante ordenar resistir y hacer un cerco a las ciudades para derrocar a Áñez.

La denuncia se sustenta en pruebas como un vídeo en que se escucha una voz atribuida a Morales, cuya autenticidad no ha sido demostrada por fuentes independientes.

La voz, por teléfono supuestamente desde México, incita a un dirigente cocalero en Bolivia, contra quien también hay una orden de aprehensión, a mantener bloqueadas las ciudades para impedir el ingreso de alimentos.

Evo Morales se encuentra en Argentina desde la semana pasada procedente de México, a donde llegó como asilado tras salir del Bolivia el pasado 11 de noviembre.

Morales dimitió el pasado 10 de noviembre denunciando un golpe de Estado para derrocarlo, tras publicarse esa misma jornada un informe previo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que advertía «graves irregulares» en las elecciones del 20 de octubre en las que fue declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.

El informe final de la OEA estableció una «manipulación dolosa» en las elecciones, ahora anuladas por una ley de urgencia que prevé nuevos comicios a comienzos de 2020, aún sin fecha.

Morales, que ha pedido ser acogido como refugiado en Argentina, aseguró el martes en una rueda de prensa en ese país que fue víctima de un «golpe de Estado» y que no teme ser detenido.

Desde Buenos Aires, Evo Morales pidió este miércoles que el Papa Francisco «organice la misión electoral» que, junto a «organismos e instituciones» de Europa, supervise los comicios en Bolivia que anunció el Gobierno interino de Jeanine Áñez y para los que todavía no hay fecha.

«Es una iniciativa casi personal, consultando a Álvaro García (ex presidente boliviano) y otros hermanos, que esta misión electoral de Europa, instituciones, organismos internacionales, ojalá pueda sumarse el hermano papa Francisco porque viene con sus delegados», afirmó en diálogo con El Destape.

Adelantó que será quien fuera representante permanente de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, quien «va a hacer una gestión para pedir» que Francisco «organice esta misión electoral».

«Le tengo mucho respeto, mucha admiración. Pera mi el hermano papa Francisco sigue siendo el papa de los pobres», añadió.

Aunque no detalló que instituciones formarían la misión de supervisión electoral, afirmó que estas deben ser «notables», que hagan «cumplir todas las normas».

Morales fue nombrado jefe de campaña de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), tarea que desempeñará desde Argentina, adonde llegó el jueves pasado tras un mes asilado en México -luego de abandonar su país tras dejar el cargo de presidente forzado por los militares- y pidió ser acogido como refugiado.

Como posibles candidatos del partido para las elecciones mencionó a Luis Arce y Andrónico Rodríguez, y afirmó que el partido se encuentra «como en elecciones primarias», una fase de debate que no descarta que en algún momento se pueda trasladar a la capital argentina.

«Ahorita se está debatiendo por región, por sectores sociales, y va a haber un encuentro regional, a lo mejor en Bolivia a lo mejor trasladan a mis compañeros a Buenos Aires para debatir», manifestó.

Morales, que en varias ocasiones en las últimas semanas ha reiterado que no será candidato, se mostró optimista sobre la popularidad del MAS, que «acaba de decir una encuesta de la derecha», sigue siendo primero en intención de voto.

«Sin candidato a la presidencia seguimos siendo primeros, aunque hemos bajado. Siempre estamos en 40-42 %, ahora estamos con 25 (%) primeros, los demás están con menos del 20 %, ganamos al segundo por más de 10 % (diferencia necesaria para ganar las elecciones en primera vuelta, según la normativa boliviana)», señaló Clarín.

El exrpresidente de Bolivia Evo Morales se reunió este domingo con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la quinta presidencial de Olivos, confirmaron a CNN dos altos funcionarios del Gobierno argentino.

CNN está intentando obtener detalles de lo discutido en la reunión y quiénes estuvieron presentes.

El expresidente de Bolivia llegó a Argentina el 12 de diciembre en calidad de asilado. A su llegada, hizo una solicitud de refugio que está en proceso.

Desde su salida del poder a inicios de noviembre, Morales permaneció en México como refugiado y asilado político.

El ex presidente boliviano Evo Morales insistió este sábado desde Argentina, donde llegó el pasado jueves, en que no hubo fraude en las elecciones celebradas en su país en octubre pasado y volvió a cuestionar el accionar de la Organización de Estados Americanos (OEA).

A través de su cuenta en la red social Twitter, Morales hizo alusión a tres informes que, aseguró, “destruyen” los argumentos sobre un supuesto fraude electoral.

Según precisó el ex mandatario, se trata de tres informes elaborados por el estadounidense Walter Mebane, profesor de la Universidad de Michigan, por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), de Washington, y por “más de cien expertos de prestigiosas universidades”.

Morales aseguró que estos “tres informes serios destruyen los argumento de los golpistas sobre las elecciones en Bolivia y desnudan el fraude de la OEA”, organismo que denunció “irregularidades” en los comicios presidenciales del 20 de octubre.

La estrategia de Evo Morales de estar lo más cerca posible al territorio boliviano para conducir la campaña electoral del MAS, por primera vez en 17 años sin él como el candidato presidencial de su partido, avanzó con la decisión del gobierno de Alberto Fernández de darle refugio político desde el jueves 12.

El siguiente paso del expresidente de Bolivia sería instalarse lo más cerca de la frontera argentina-boliviana para facilitar las operaciones y la logística, según deslizaron a Infobae fuentes políticas confiables. La primera versión sobre el tema la dio Wilman Cardoso, el ex candidato a senador por Comunidad Ciudadana y residente de la provincia Gran Chaco, en la frontera con Argentina, quien comunicó a su organización política en La Paz la intención de Morales de instalarse en la localidad de Salvador Mazza, de la provincia Salta. El dato, que se difundió el mismo jueves en el que el expresidente llegó a Buenos Aires, no fue negado ni confirmado por dirigentes del MAS.

En cambio, otras fuentes han adelantado que el lugar donde se instalaría Morales es en una estancia que le alquilarían en la zona norteña de Orán o en el área de Pichanal, al norte de la provincia de Salta.

En las últimas horas también trascendió la versión de que este fin de semana, Morales sostendrá una primera reunión de evaluación y de planificación en Buenos Aires con jefes de las bancadas legislativas del MAS, algunos de los posibles candidatos, altos dirigentes y ex funcionarios que ya han viajado hacia la capital argentina

El derrocado ex presidente de Bolivia señaló que el actual Ejecutivo busca «entregar las empresas estratégicas a las transnacionales» y «preparar el retorno del FMI».

El derrocado ex presidente de Bolivia Evo Morales cuestionó hoy al Ejecutivo interino boliviano de la presidenta Jeanine Áñez desde la Argentina, adonde arribó ayer tras su estancia en México y recibió asilo político a la espera de ser declarado refugiado.

«El gobierno de facto de Añez, Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa pretende volver al pasado. Hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales. Están preparando el retorno del FMI (Fondo Monetario Internacional)», aseveró Morales a través de la red social Twitter.

El líder indígena recordó que «el pueblo boliviano, junto al proceso de cambio, luchó por recuperar» los recursos naturales de su país, rico en hidrocarburos y litio.

Morales difundió este mensaje desde Argentina, donde llegó ayer y pidió ser acogido como refugiado.

El gobierno del presidente Alberto Fernández, quien asumió la presidencia el martes pasado, dijo que aceptará la solicitud de Morales al considerarlo un «perseguido», pero con la condición de que no haga declaraciones políticas desde el país.

El canciller argentino, Felipe Solá, dijo ayer que Morales será «libre de moverse» durante su estancia en Argentina y defendió la situación de refugio al considerar que el gobierno «de facto» de Añez -al que Fernández no reconoce-, «no le da las condiciones necesarias» para su vuelta a su tierra.

Pero Solá advirtió que el Ejecutivo argentino no quiere que Morales ni el resto del equipo que lo acompaña «usen» al país para hacer política y hagan «declaraciones públicas» de campaña.

«Se podrán ver con quien quieran, pero no podrán públicamente opinar ni generarle algún problema a Argentina en este sentido. Es un compromiso político, no lo dice la ley», aclaró.

Morales, que fue nombrado por su partido Movimiento al Socialismo jefe de campaña para las nuevas elecciones fijadas en 2020, abandonó su país el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas lo forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México al día siguiente, informó Télam.

También hubo contactos con México y el presidente cubano Miguel Díaz Canel.

En el triángulo aéreo que recorrió Evo Morales para llegar a la Argentina entraron a jugar conversaciones directas entre Alberto Fernández, el gobierno del mexicano Andrés Manuel López Obrador, el del cubano Miguel Díaz Canel, y más importante aún el de Donald Trump.

Aunque la administración albertista busca que la cuestión se naturalice o pase desapercibida, el asilo territorial -que la CONARE transformará en refugio- fue uno de los temas de conversación con el gobierno de los Estados Unidos.

Ese diálogo tuvo lugar el miércoles en la Casa Rosada donde, «sin pedir autorización», ni «permisos» -aseguran-, el propio Alberto Fernández y su equipo le informaron al embajador Michael Kozak, secretario en funciones para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, que Evo Morales ya estaba prácticamente en camino a Buenos Aires.

Aun así, este miércoles Kozak advirtió por Twitter. «Evo renunció porque sabía que el pueblo boliviano no aceptaría una elección fraudulenta, con serias irregularidades como ‘alteraciones en las actas y falsificación de firmas’ por parte de sus funcionarios electorales. Su versión puede cambiar, pero los hechos, no. No al fraude”, publicó Kozak.

La cita en la Casa Rosada con Michael Kozak -en la fue acompañado por el embajador de Estados Unidos aquí, Edward Prado-, tuvo el siguiente formato que se contextualiza claramente en la inesperada tensión entre el nuevo gobierno argentino y Washington. Kozak llegó a las 13 horas y se fue a las 15.30. Primero limó asperezas con Gustavo Béliz (secretario de Asuntos Estratégicos), Felipe Solá (canciller), y Jorge Argüello (posible embajador ante EE.UU.), con los que estableció un mecanismo de consultas políticas permanente. Y luego almorzaron todos con Alberto Fernández.

Para ese entonces, las fotos ya captaban sonrisas, pese a que faltaba figura central en la Rosada: Mauricio Claver-Carone, había viajado especialmente al país. Es uno los asesores especiales de Trump en el Consejo Nacional de Seguridad. El martes pegó un portazo y se fue sin asistir a la fiesta del traspaso de mando en el Congreso y menos aún a la cita.

Fue en una entrevista exclusiva con Clarín donde Claver-Carone expresó los motivos de su rauda partida, de su desplante al nuevo gobierno de Argentina, al que le advirtió que «entre amigos» no se hacían «sorpresas desagradables». Claver-Carone manifestó en esa entrevista que se iba sin asistir a la jura de Alberto Fernández en el Congreso y no asistía a su encuentro en la Rosada por el disgusto de su gobierno con que invitaran a la Argentina al ministro de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, acusado de violaciones a los derechos humanos, y en la lista de sancionados internacionalmente, y con prohibición de entrada también en Argentina. Además, también se quejó del asilo que le estaban por dar Evo Morales -es decir, que ya lo sabía- y de la presencia de Rafael Correa, quien tiene un pedido de prisión preventiva de la justicia de su país, por presunta corrupción.

«Jorge Rodríguez y Maduro no le traen ningún beneficio a la Argentina, Evo Morales no le traen ningún beneficio a la Argentina. Rafael Correa no le trae ningún beneficio a la Argentina. Son cuestiones al revés. Le quitan beneficio a la Argentina, y desenfocan lo que debe ser la prioridad de Argentina, que es el bienestar del país, y como pueden trabajar bi lateralmente con nosotros y con otros aliados», cerró.

La crisis boliviana y la salida de Evo Morales del poder dividió aguas no sólo entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, sino entre este último y los Estados Unidos. Mientras que Fernández calificó siempre lo ocurrido de Golpe de Estado, prometió desde la primera hora que le daría asilo en la Argentina, y emitió críticas a Macri por considerar lo contrario -que no era golpe- y por no ofrecerle asilo desde el primer momento.

Peor al mismo tiempo, Fernández tuvo su contrapunto con Washington, donde cayeron mal sus críticas al gobierno de Donald Trump por el reconocimiento al gobierno provisional de Bolivia y el pedido de renuncia que hicieron los militares. «Ayer, Estados Unidos retrocedió décadas. Volvió a las peores épocas de los años 70, avalando intervenciones militares contra gobiernos populares elegidos democráticamente», afirmó ya siendo presidente electo, informó El Clarín.

El presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, aterrizó este jueves en Argentina.

«Aterrizó recién en Ezeiza. Viene para quedarse en la Argentina, porque entra en condición de asilado y después pasará a tener la de refugiado», anunció el canciller Felipe Solá, ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, en declaraciones al canal TN.

El ministro argentino señaló que Morales llegó acompañado de su exvicepresidente, Álvaro García Linera, además de una exministra y otro funcionario.

La semana pasada, Morales viajo desde México a Cuba, tras permanecer casi un mes asilado en territorio mexicano.

«La condición con la que entra es la que le concedí yo anoche, pidió asilo. Les he dado asilo para que entren al país pero están firmando el pedido de refugio. La condición de refugiados la da el Ministerio del Interior y está normada, en cambio el asilo no tiene normas», agregó el canciller Solá.

Asilo condicionado

En este sentido, el funcionario dijo que pedirán a Morales no hacer declaraciones políticas mientras se encuentra en Argentina.

«Queremos de Evo el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina. Es una condición que le pedimos nosotros», dijo Solá.

El canciller también señaló que los hijos de Morales se encuentran en Argentina en calidad de estudiantes.

«Cando pueda entrar a Bolivia, entrará. Él se siente mejor acá, sus dos hijos están como estudiantes universitarios», apuntó el ministro.

El paso de Morales por México

Hasta el momento no se tiene claridad si Evo Morales y su equipo cercano llegaron a Argentina provenientes de Cuba o México.

El expresidente de Bolivia Evo Morales estudia su salida definitiva de México, donde ha permanecido como asilado político desde hace casi un mes, después de renunciar a la presidencia de su país tras las presiones populares y de los militares. Morales ha salido este viernes del país con dirección a Cuba y tiene pensado instalarse después en Argentina, una vez que Alberto Fernández tome posesión del cargo, el próximo martes.

Morales ha partido de México en un vuelo comercial. Las fuentes consultadas aseguran que el avión no ha salido desde el aeropuerto de Ciudad de México. Tras el adelanto de la noticia por EL PAÍS, la Cancillería mexicana ha confirmado el viaje: «Según nos informó, se trata de un viaje temporal», ha asegurado el portavoz de Exteriores, Roberto Velasco, a través de Twitter. El Gobierno mexicano ha brindado tanto a Morales, como al que fuera su vicepresidente, Álvaro García Linera, y a la exministra de Salud, Gabriela Montaño —que le acompaña en el viaje a Cuba—, una identificación que le permite entrar y salir del país como asilado. Tras conocerse el viaje, Montaño aseguró a Reuters que el motivo del mismo era una consulta médica con el equipo de médicos cubanos que ya le habían atendido en Bolivia.

La intención de Morales, según las mismas fuentes, es instalarse en Argentina para poder estar más cerca de su país y tener un contacto más cercano con los dirigentes de su partido para ultimar los detalles de la candidatura con la que el Movimiento al Socialismo (MAS) concurrirá a las próximas elecciones, aún con fecha por concretar. Cuándo decidirá partir hacia Argentina es aún una incógnita. Las autoridades mexicanas han recomendado al exmandatario boliviano que se desplace siempre desde México en vuelo comercial.

Morales buscaba asistir a la toma de posesión de Alberto Fernández el próximo martes, pero desde Argentina, el equipo del aún presidente electo le ha transmitido que es mejor que espere a que asuma el cargo. El motivo aducido es que antes no le pueden dar todas las garantías de asilo y seguridad, ya que sería una decisión que aún depende de Mauricio Macri. En ese caso, Morales esperará hasta la próxima semana o la siguiente, según las fuentes consultadas, para volar hacia Argentina. No obstante, no está descartado que se desplace directamente desde La Habana. El exmandatario cubano Raúl Castro ha sido invitado a la toma de posesión de Fernández.

El expresidente boliviano aspira al asilo en Argentina para poder tener un contacto más directo con los dirigentes de su formación, el Movimiento al Socialismo. No obstante, uno de los aspectos que más le preocupa al entorno del mandatario, según las fuentes oficiales mexicanas, es la seguridad, ya que dan por hecho que en México está más protegido. Desde que llegó al país norteamericano hace casi un mes, Morales ha pasado la mayor parte del tiempo en una base militar del Gobierno mexicano y en la última semana se había desplazado ya a una casa particular.

Morales llegó como asilado político a México el 12 de noviembre, dos días después de renunciar a su mandato y tras aceptar el ofrecimiento del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. México se hizo cargo de sacar al político boliviano de la región cocalera donde se había resguardado, una odisea en la que estuvieron implicados varios Gobiernos latinoamericanos —el de Perú no permitió que el avión aterrizase en Lima a la vuelta, aunque sí el sobrevuelo del espacio aéreo— y el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.

El expresidente llegó a México acompañado por su vicepresidente, Álvaro García Linera, quien también estudia la posibilidad de instalarse en Argentina. Según las fuentes consultadas, García Linera, que está en México junto a su pareja y su hija de dos años, tampoco descarta permanecer en México, donde ha recibido ofertas para impartir clases en universidades.

El ex presidente salió hoy de México con dirección a la isla. De acuerdo al diario español El País, tiene pensado instalarse en Argentina luego de que Alberto Fernández tome posesión del cargo.

El ex presidente boliviano Evo Morales salió hoy de México con dirección a Cuba, y el diario español El País afirmó que tiene pensado instalarse en Argentina luego de que Alberto Fernández tome posesión del cargo, el próximo martes, lo que no fue descartado por fuentes cercanas al mandatario electo.

Morales llegó como asilado a México a mediados de noviembre, dos días después de haber renunciado al cargo en medio de presiones militares contra él, su familia y los principales miembros de su gobierno y de fuertes protestas y denuncias opositoras por fraude en las elecciones presidenciales de octubre.

México se hizo cargo de sacar del ex líder boliviano de la región de Bolivia donde se había escondido para evitar su detención, una odisea en la que estuvieron implicados varios gobiernos latinoamericanos y el propio Fernández, quien avaló la afirmación de Morales de que fue derrocado por un golpe de Estado.

Morales gobernó en Bolivia durante 14 años y mantuvo muy buenas relaciones -además de gran sintonía ideológica- con los gobiernos de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, que será la vicepresidenta de Alberto Fernández, informó Télam.

William Kaliman rompió el silencio y replicó el argumento del exmandatario. Yo no saqué soldados, no le apunté con tanques, afirmó.

A tres semanas de la renuncia de Evo Morales, el ex comandante de las Fuerzas Armadas bolivianas, Williams Kaliman, rompió el silencio y replicó el argumento del ex mandatario de que renunció por la presión que recibió de los militares.

Kaliman fue una pieza clave de ese momento, ya que el 10 de noviembre le pidió a Morales que diera un paso al costado y renunciara para pacificar el país, tras dos semanas de violentas protestas sociales que estallaron con la denuncia de la oposición de que había habido fraude en los comicios presidenciales del 20 de octubre.

La sugerencia de Kaliman fue asumida por Evo, asilado en México, como un “golpe de Estado” en su contra. En varias entrevistas que dio el exmandatario descargó el peso de su alejamiento en las palabras del entonces comandante de las Fuerzas Armadas.

“¿Cómo puede ser golpe de Estado si nosotros hicimos una declaración? Yo no saqué soldados, no le apunté con tanques, yo no me fui al Palacio, ningún militar salió a las calles. Yo no me he quedado como presidente, nadie se ha quedado de Presidente que sea militar”, le replica ahora Kaliman.

El general, desplazado del cargo por el gobierno interino de Bolivia, dio una entrevista a la radio Fides, de la Compañía de Jesús. Es la primera radio católica jesuita de Bolivia.

Cuando se le preguntó por su pedido a Evo para que renunciara, Kaliman lo tomó como parte de las obligaciones que tenía como jefe militar.

“La palabra (sugerencia) se encuentra exactamente en la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas que nos permite al mando militar a través del Comandante en Jefe sugerir a las autoridades correspondientes alguna situación, y principalmente si el Estado estaba en peligro, la ley orgánica nos permite realizar esa sugerencia, entonces nosotros lo hacemos enmarcados totalmente en la Constitución. Y principalmente la Ley Orgánica de las fuerzas armadas y el Manual del uso de la fuerza en conflictos sociales», sostuvo.

Kaliman fue uno de los jefes militares más leales a Morales. Justamente debido a esa posición fue reiteradamente criticado por la oposición. Tres meses antes de la crisis política, durante un acto protocolar de las Fuerzas Armadas, el general lanzó una fuerte advertencia a los opositores a Evo, a los que acusó de “antipatrias”. Allí también declaró la absoluta lealtad de toda la fuerza al entonces jefe de Estado.

Respecto al desplazamiento de militares en las calles luego del domingo crítico en que Evo renunció, Kaliman sostuvo que fue una medida acorde con las normas legales.

“El Presidente había renunciado, no había nadie a la cabeza. La ley dice que las Fuerzas Armadas pueden salir a realizar el control público apoyando a la Policía, previa disposición superior y en caso de que la Policía haya sido rebasada. Ahí entra el consenso del Estado Mayor y se indica que hay que salir para evitar muertes, enfrentamientos”, afirmó.

“Yo nunca he incumplido mis deberes. Hemos sido parte de mantener la democracia y principalmente la unión de los bolivianos”, informó Clarín.