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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó un protocolo de mantenimiento del orden público que contempla una serie de medidas para evitar los piquetes en todo el país.

“Sin orden no hay libertad, y sin libertad no hay progreso”, advirtió la funcionaria del gobierno de Javier Milei. En este contexto y durante una conferencia de prensa, desde la Asamblea No a la Mina de Esquel afirmaron tras la lectura de un documento que seguirán movilizándose los días 4 de cada mes como lo hacen desde al año 2002.

En este sentido, señalaron que hacen público esta definición luego de evaluar el protocolo emitido desde el Ministerio de Seguridad de Nación y remarcaron que “cada movilización que desde el No a la Mina se realiza en paz y en ellas participan con compromiso y alegría, adultos, adultos mayores, jóvenes, niños y familias enteras”.

ndicaron “vemos con preocupación esta medida porque implica una amenaza concreta e injustificada a nuestra integridad física, así como una restricción arbitraria a la libertad de expresión y al derecho a la protesta”.

Siguiendo, expresaron que “en su contenido, la nueva normativa incita a las Fuerzas a incurrir en avances indebidos hacia las personas”. Y agregaron que el protocolo es “una herramienta anticonstitucional e ilegal”. 

Por lo tanto, en este contexto convocaron a las autoridades locales y provinciales “a garantizar en forma plena la integridad física, el derecho de libertad de expresión y el derecho a la protesta”.

Como todos los 4 de cada mes, en la tarde de este sábado la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina realizó una nueva marcha por las calles céntricas de la ciudad de Esquel.

En esta oportunidad, el reclamo hizo foco en la segunda vuela electoral y las propuestas que tienen “una voracidad extractivista que quiere extraer hasta el agotamiento nuestros “bienes comunes””.

Como ocurre en cada concentración del No a la Mina en Esquel, en la plaza General San Martín se leyó un documento elaborado por la Asamblea y luego comenzó la marcha por las calles céntricas.

“Estamos a pocos días de tener un nuevo presidente, pero para defensores y defensoras de la Madre Tierra, la única certeza es que vamos a tener que resistir a la voracidad extractivista que quiere extraer hasta el agotamiento nuestros “bienes comunes””, expresaron.

“Las formas son muy variadas, pero el denominador común es el mismo, el saqueo y la contaminación”, agrega el documento.

“En el futuro se intentará extender la minería metalífera justificada con la transición energética que requiere de litio, cobre, uranio, tierras raras, etc., de donde sea y como sea, de Ushuaia a La Quiaca”, remarcaron.

“Todo vale a la hora de conseguir dólares, lo sabemos por el contexto actual donde no importan las comunidades que se oponen a los extractivismos en Catamarca, Salta, Jujuy, La Rioja, San Juan, Mendoza, Chubut, Provincia de Buenos Aires, Río Negro, Ushuaia”, aseguraron.

“Este entorno no parece corresponder a un país que lleva 40 años de gobierno democrático, pero los extractivismos socavan los cimientos de la democracia y la convierten en una dictadura”, agrega el documento.

“Ya no se trata de luchas aisladas, sino de acompañarnos en proyectos conjuntos de los que surgen las Cumbres Latinoamericanas del Agua para los Pueblos, las comunidades costeras que organizan los Atlanticazos como ejemplos”, afirmaron.

“Poco a poco, una lucha que empezó en esta pequeña ciudad hace 21 años, se va nacionalizando y nos llena de esperanza. La confianza de que “un pueblo unido jamás será vencido”, porque la unión nos hace fuertes y decididos a permanecer de pie, y nos permite triunfar como lo hicimos en Esquel, en Mendoza, en Famatina, en el Chubutazo y como hoy lo está logrando hoy el pueblo panameño”, concluyó el documento.

El intendente de Trelew y candidato a gobernador de Chubut, Adrián Maderna, se mostró confiado con respecto al apoyo que espera recibir en las próximas elecciones: “Yo creo que el 90 por ciento del peronismo está de este lado, con gente independiente, con mucha juventud y eso se va a demostrar en las urnas. Competimos para poder tener un proyecto que siga funcionando después de la elección y en ese aspecto no somos funcionales a nadie”.

En diálogo con AzM Radio, el candidato de “Renovación y Desarrollo” fue crítico del armado de listas de Arriba Chubut: “Ellos se están peleando para ver quién va entre los cinco o seis primeros de la lista de diputados. ¿Sos proyecto ganador o sos funcional a Cambiemos? A nosotros no nos pasa eso, entonces tenemos esa tranquilidad. Yo creo que ellos nos quitan votos a nosotros. Hechos matan discurso”.

El intendente trelewense también marcó diferencias con respecto al trato que se les da a los militantes en su espacio político. “Cómo se ha descuidado a los compañeros, cómo se los ha dejado de lado. Les han puesto competidores de la noche a la mañana y eso, sin lugar a dudas, genera enojo, resquemores y no construye. Nosotros tenemos una particularidad: si damos la palabra de que va a haber lista única, va a ser lista única. Y no que aparezcan paralelamente otros candidatos para que se peleen y sumen solamente para el candidato a gobernador. Me parece que es una falta de respeto absoluta y el electorado está buscando otra cosa”, enfatizó.

Al ser consultado sobre la posibilidad de acercar posiciones con Arriba Chubut, Maderna fue terminante: “Es imposible para nosotros adherirnos a un proyecto que castigó a Trelew desde que se votó el ‘No a la Mina’. Yo no soy un militante del ‘No a la Mina’, no me sumo a las asambleas, pero soy respetuoso de quienes hacen una defensa de los recursos naturales desde una mirada particular con sus fundamentos”.

Este martes por la mañana presentaron el proyecto de declaración en Esquel. Anunciaron que el mismo se replicará en otras ciudades de la provincia.

Este martes la Asamblea del No a la Mina Esquel presentó en el Concejo Deliberante de la ciudad un proyecto de declaración que rechaza el proyecto de ley de “Soberanía Nacional” que el gobernador Mariano Arcioni envió a la Legislatura.

Vivian Moreno, referente de la asamblea, contó que la iniciativa la llevan en conjunto con la Unión de Asambleas de Chubut y el objetivo es que se replique en las demás localidades y ciudades de la provincia.

“Queremos que los concejos de la provincia se expidan respecto a esta situación porque creemos que la letra chica del proyecto habilita la megaminería” afirmó al explicar que “tenemos un vasto territorio lleno de recursos naturales que tienen potencial energético”.

Manifestó que la provincia trata de resolver la inequidad de la energía eléctrica “a través de este plan donde aparece la creación de una empresa de energía y estamos alarmados por el poder que va a tener”. Agregó que será mixta y, si bien, será mayoritariamente estatal, la sociedad tendrá una vigencia de 99 años y da la posibilidad de que el estado pueda enajenar parte de sus acciones.

Proyecto de declaración 

La normativa considera que “la presunta “soberanía energética” que dice impulsar el proyecto en sus partes declarativas no se condice con lo que se dispone en las partes resolutivas”.

Que el texto del proyecto tampoco brinda claridad sobre: quiénes y en qué forma ejercerán el control -soberanía- sobre los bienes comunes referenciados como “recursos naturales”, a partir de los cuales se plantea generar, transportar y/o distribuir energía eléctrica; quiénes y en qué forma definirán la decisión de explotarlos o no, qué márgenes de consumo próximos se prevén, para qué actividades y a cargo de quiénes o de qué entidades, cómo se evaluarán las prioridades entre los usuarios: pobladores y comunidades de la provincia, colectivos diversos, entidades de Educación, Salud y otras, empresas nacionales, empresas de capitales extranjeros, etc.

Por ello, propone que se declare la oposición del Concejo al Proyecto de Ley Nº 19/23 denominado de “Soberanía Energética”; se comunique a la Legislatura de la Provincia de Chubut; que se difunda que la política energética puede desandar los desequilibrios existentes en las diferentes regiones del territorio provincial sin necesidad de aprobarse este Proyecto de Ley.

También plantea que se denuncie que es un proyecto ilegal porque incumple con la Ley Nacional Nº27.566 que aprueba el Acuerdo de Escazú y la Ley Nacional Nº 24.071 que aprueba el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Y contradice lo establecido por la Ley de sociedades Nº 19.550. Y, por último, que advierta que las ambigüedades y vacíos legales que aparecen en el proyecto pondrían en riesgo el futuro ambiental de Chubut y el patrimonio de infraestructura y energético actual de nuestra provincia.

Esta mañana, integrantes de la Asamblea de Vecinos/as por el No a la Mina de Esquel, brindaron una conferencia de prensa para informar a la comunidad las implicancias del proyecto de Ley de Soberanía Energética presentado por el Gobernador Mariano Arcioni en Legislatura.

«Tiene que ver con una situación que no es nueva. Estamos una vez mas en un contexto de asfixia económica y otra vez aparece un proyecto salvador. Al recorrer los distintos artículos se advierte claramente que otra vez se intenta habilitar la extracción de una gran cantidad de minerales, no solo oro y plata, sino de una gran cantidad de minerales,  afectando el territorio sin miramientos de los daños para el ambiente y la salud», explicó uno de los miembros de la asamblea.

«El proyecto es abundante en ambigüedades y declaraciones difusas, pero con formas hábiles de redacción que habilitan ese intento nuevo de saqueo de minerales. Propone la creación de un mercado eléctrico mayorista y una empresa provincial de generación y transporte de energía, pero al leer con atención plantea no una empresa estatal, sino una empresa mixta de la que pueden participar empresas privadas y extranjeras», agregó.

Por su parte, Viviana Moreno, indicó que el documento no menciona de forma explícita palabras como «minerales, metales, petróleo offshore, subsuelo, fracking, pero sin embargo la redacción no los excluye. La preocupación es por todo lo que no dice».

«Habla de usufrutuar el producto de la explotación de los recursos naturales con potencial energético. Si bien nombra algunos, no descarta otros, como por ejemplo la energía nuclear. El uranio es justamente un recurso no renovable que tiene potencial energético. No dice en ningún lado que quedaría descartada este tipo de actividad», dijo.

Asimismo, señaló que el texto menciona las nuevas tecnologías para almacenamiento y transporte de energía eléctrica y vectores energético de futuro, como el hidrógeno.

«Los vectores energéticos, los últimos son por ejemplo las baterías, y en su mayoría están constituidas por litio. En la  Patagonia puede empezar la exploración para ver si hay litio en roca. Este proyecto habilita a que en Chubut se construyan baterías con los elementos que tengan dentro del territorio que ocupamos».

Por otra parte, indicó que para la redacción del proyecto de Ley no se consultó a las comunidades de la provincia, ya que se ven comprometidos los recursos naturales.

«Nosotros adherimos al acuerdo internacional de Escazú. En caso de temas ambientales tiene que haber una participación ciudadana, acceso a la información y la justicia en asuntos ambientales. No existe ningún tipo de participación ciudadana en este proyecto», lamentó.

Por último, destacó que «esta empresa que va a poder tener hasta filiales en el extranjero, lo que nos dice que probablemente las acciones puedan llegar a ser compradas por una multinacional».

La tranquilidad del pueblo patagónico se vio sacudida en 2002 con la llegada de una multinacional minera que prometía trabajo y bienestar. Pero la población de Esquel se informó, organizó y, en una votación histórica, el 81% dijo «No a la mina». Se transformó en una referencia en la lucha contra el extractivismo. Crónica de una victoria.

Esquel no conocía de megaminería, cianuro y drenajes ácidos. Pero tuvo un curso acelerado en 2002, cuando se enteraron por el diario que la multinacional Meridian Gold pretendía explotar oro y plata en las montañas a diez kilómetros del casco urbano. El pueblo vivió una revolución, tanto que fue el primer lugar de Argentina que votó contra la magerminería y el 81 por ciento dijo «No». Ese triunfo, inédito en el país, iluminó luchas en los 5000 kilómetros de Cordillera. A veinte años de aquella gesta, Viviana Moreno, de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina de Esquel, repasa aquellos días, las dos décadas de lucha y también el futuro: «Luchamos por el agua de todos, luchamos por el agua de las generaciones futuras».

Nacida en Santa Fe y afincada en Esquel desde hace casi cuatro décadas, Moreno estuvo desde la conformación de la Asamblea No a la Mina hasta la actualidad. En esta charla aborda todos los temas: de lo personal a lo colectivo, la política partidaria y la que se hace de forma horizontal, la defensa del territorio y los entregadores, el saber popular y el conocimiento científico. Y, a cuarenta años de la recuperación de la democracia, destaca una certeza: «Si estás a favor de los derechos humanos, no podés estar a favor del extractivismo».

Crónica de una victoria: «No a la mina»

-¿Cómo recuerda ese 23 de marzo de 2003?

-Lo recuerdo con mucha alegría y con mucha emoción. Sabíamos que íbamos a ganar, pero no me imaginé que sería por el 81 por ciento de los votos porque desde el gobierno y las mineras hicieron una campaña enorme para tratar de seducir a la gente, con plata, electrodomésticos, de todo. Pero la gente recibía lo que le daban y luego iban y votaban contra la megaminería. Y siempre destaco a los barrios más humildes, donde ya había problemas de acceso al agua, que fueron muy conscientes de lo que podía implicar la megaminería y de lo importante que era defender el agua.

-¿Qué importancia le asignan, en estos veinte años, a la movilización permanente (en Esquel se marcha todos los 4 de cada mes)?

-El 23 de marzo fue felicidad absoluta. Pero algo que marcó dónde pararnos en esta lucha fue que en ese momento, que estábamos en la calle celebrando, un vecino dijo: «Miren que esto es solo una batalla». Lo entendimos de esa manera y al mismo tiempo que valorábamos muchísimo ese triunfo, seguimos trabajando para la toma de conciencia sobre el agua, la organización colectiva y el no dejar la calle.

-¿Qué la motivo, en lo personal, a sumarse a la lucha?

-Trabajaba en el hospital y recuerdo cuando vi la tapa del diario con el cerro y el anuncio de la llegada de la minera. Era 2002. Era muy notoria la desocupación y prometían puestos de trabajo, progreso. Me pareció una buena opción. Hasta que mi compañero de trabajo, bacteriólogo, me dijo: «Te voy a dar un artículo canadiense que habla sobre cómo este tipo de minería actual genera drenaje ácido (que contamina las fuentes de agua)». Y fue un viaje de ida. Confirmaron que de ninguna manera esta actividad puede resolver el drenaje ácido. Yo no podía estar de acuerdo con esa contaminación. Ahí fue muy importante también el accionar de académicos como Silvia González, Marta Sahores y Lino Pizzolón, que comenzaron a explicar los aspectos químicos y técnicos de la minería. Ahí comenzamos hablar de cianuro de sodio, detonaciones y el «no» se fue haciendo más fuerte.

-Y comenzaron las asambleas masivas…

-Todo fue muy rápido. La información comenzó a circular. La primera reunión en la que participé, que era la segunda reunión que se convocaba, ya éramos 600 personas. Y fueron cada vez más masivas.

-¿Cómo jugó la crisis social post 2001 y, al mismo tiempo, el proceso asambleario que se había dado en distintas ciudades del país?

-La crisis había aportado desocupación, empobrecimiento y eso era tierra fértil para el extractivismo. Por otro lado, ese furor social que hizo del movimiento asambleario una práctica fundamental, se aplicó en nuestro caso. Hubo una participación social activa, involucramiento. Eso también jugó a favor de la lucha. Y también, claro, estuvo la lucha de los pueblos originarios, que ya venían luchando por sus territorios.

-¿Cómo fue la participación de los pueblos indígenas?

-Los pueblos originarios participaron desde un comienzo. Puntualmente recuerdo que, en diciembre de 2002, el Pueblo Mapuche hace un trawn (gran reunión) donde se nos invitó a todos. Mucha gente de la Asamblea del No a la Mina participó. Y de ahí salió un documento (que forma parte de la muestra por los 20 años) donde toman un posicionamiento muy claro respecto al agua y por el no a la magaminería. Muchas ideas de organización surgieron de ese famoso documento del trawn.

-¿Cómo llegan de juntarse en asambleas, cada vez más masivas, a impulsar el plebiscito?

-En noviembre de 2002 comenzamos a ir al Concejo Deliberante. Para que tome partido por el proyecto minero. La primera vez éramos tantos que fue caótico. Suspendieron la sesión y la hicieron en un gimnasio. Ahí fue muchísima gente, tanto a favor como en contra. Y el Concejo Deliberante pidió 15 días para poder tomar una posición. Pero empezó el receso legislativo. Entonces se hizo una sesión extraordinaria los primeros días de febrero. Nos enteramos y fuimos cientos, con bombos y no paramos de cantar, presionar, hasta lograr lo que queríamos.

-¿Qué querían?

-Surgieron tres ordenanzas. La de prohibición de cianuro en el ejido municipal de Esquel (que a los pocos días el intendente la vetó). La segunda implicaba desafectarse de las leyes mineras nacionales. Y la tercera fue el plebiscito por «Sí» o «No» al proyecto minero. Terminada esa sesión, estuvimos horas marchando alrededor de la ciudad. Festejando ese primer triunfo, el de lograr el plebiscito. Lo logramos con la gente en la calle.

Luchas conjuntas contra la megaminería

-En 2002 no existían las herramientas de comunicación actuales. ¿Cómo llegaban a la información? ¿Qué rol jugó la relación con otros territorios?

-En ese momento la única forma de conectarnos era a través de correo electrónico. Y una de las primeras comunidades que conectamos fue Tambo Grande (Perú). Ellos tuvieron algunas sugerencias que nos parecieron importantes, entre ellas, la de que fuéramos un movimiento con muchas cabezas, no solo una. Ellos hicieron un plebiscito previo al nuestro y a su líder lo asesinaron. Entonces ellos nos decían que teníamos que ser muchos. Hubo gente de acá que pudo viajar a Tambo Grande. Y luego también fue importante Andalgalá, que vinieron y nos contaron de qué trataba la megaminería en Catamarca (ya operaba Bajo la Alumbrera), que no era nada bueno para los pueblos.

-También hicieron mucho eje en las leyes mineras...

-La información fue clave, tanto como el estudiar cómo llegó la megaminería a nuestro país. Ahí conocimos de las leyes de la década de 1990 y empezamos a identificar que la minería era sinónimo de saqueo y contaminación. Así lo definimos y fue otra forma de explicar por qué no queríamos a Meriand Gold, ni a ninguna otra empresa. Y no podemos no mencionar a Javier Rodríguez Pardo, del Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH), que fue muy importante. Era un compañero muy claro y sumó a todo un trabajo colectivo que se estaba dando en Esquel y, de una u otra manera, se sostuvo estos veinte años.

-¿Qué aprendizaje le queda del rol de los gobiernos y empresas?

-Que las empresas y gobiernos nos subestiman. Pero los pueblos tenemos una enorme potencia organizativa y de lucha. Podemos cambiar las cosas y ya no aceptamos espejitos de colores.

Esquel, dos décadas de movilización y de «No a la mina»

-¿Cómo ve hoy lo que sucedió en Esquel contra la megaminería y, también, en la provincia, por ejemplo el Chubutazo de 2021?

-Algo que aprendimos es que un pueblo dispuesto a luchar no tiene límites. Me emociona cada vez que hablo de esto. Fundamentalmente porque, por ejemplo, en el Chubutazo hubo mucha gente joven que salió a la calle. Fue el pueblo de Chubut que salió a la calle en toda la provincia. Yo creo de verdad que un pueblo unido jamás será vencido. Y fue así, era un pueblo unido por un objetivo determinado y estaba convencido. Luchamos por el agua de todos, luchamos por el agua de las generaciones futuras. Y cada uno de los que estuvieron poniéndole cuerpo a esto, a las balas, son héroes. Diciembre de 2021 fue una cacería organizada que tiraba contra todos, era tremendo, y ningún político de la provincia de Chubut se paró delante de una cámara de televisión o delante de una radio a repudiar lo que estaba pasando.

-En esos días, justo a veinte años de diciembre de 2001, se dijo que había un encadenamiento de resistencias. ¿Saben que ustedes también han inspirado otras luchas? Recuerdo Loncopué (Neuquén) con la minería y Gualeguaychú contra las pasteras y sus referencias hacia Esquel.

-Lo hemos escuchado pero creo que ni siquiera nosotros lo sabemos, quizá no somos conscientes. Imaginate una pequeña población luchando contra poderosos. Pudimos vencer a una multinacional apoyada por los gobiernos nacional, provincial y local. Me parece que el mensaje que dimos a la Argentina y a muchas otras luchas, no solo socioambientales, es que se puede. Unidos, decididos, convencidos: se puede. Creemos que los pueblos no deben estar sometidos a intereses ajenos y pueden elegir qué es lo que quieren para su presente y futuro.

-¿Cuáles son algunos de los hitos de estos veinte años?

-Siempre decimos que la embestida minera es cíclica. Ya sabíamos que puede parecer que se van pero al par de año vuelven. El oro y la plata están en la montaña e incluso ahora vale más que hace veinte años. Entonces la lucha nos enseñó que las mineras tienen mucho dinero y tiempo. Y contra eso resistimos. Una de los hechos más importantes es la conformación de la UACH (Unión de Asambleas de Chubut). Eso nos hace fuertes.

-¿Cómo fue ese proceso?

-Las asambleas de la Comarca nos acompañaron inmediatamente, desde el principio. El Bolsón, Lago Pueblo, El Hoyo, Epuyén. Estaban en nuestras marchas y ellos también hicieron, diríamos, el plebiscito con nosotros. Faltaba en ese momento el resto de la provincia. Pero la información comenzó a circular, nos fuimos conociendo y se fue fortaleciendo la lucha en la costa, con las asambleas de Madryn, Rawson, Trelew, Comodoro Rivadavia. Fue muy importante. Y después vino la Meseta (en centro geográfico de la provincia). El Gobierno en esos años decía que la minería iba a entrar por la Meseta. Y, entre todos, logramos también hacer fuerte la lucha ahí. La lucha y el «no a la minería» se provincializó, y eso es un logro enorme.

Gobiernos, organizaciones y Derechos Humanos

-En muchos de los escritos de la Asamblea queda claro la diferencia de qué es la democracia desde las asambleas y, por otro lado, cómo entienden la democracia los gobiernos, por ejemplo el actual gobernador Mariano Arcioni.

-El gobernador Mariano Arcioni siempre mostró una insensibilidad hacia el sentimiento del pueblo, sea éste un reclamo salarial o el rechazo a la megaminería. No puede o no quiere entender qué significan las luchas del pueblo. Muchas veces no actúa como un político, sino más bien como un patrón. En vez de mirarnos como el representante del pueblo votado en democracia, la mirada o la actitud para con nosotros fue siempre de patrón. Y esas actitudes son irreconciliables con la lucha socioambiental.

-¿Qué lectura hacen de los distintos gobiernos de estos 20 años?

-Desde el menimismo hasta hoy la megaminería es política del Estado y las leyes nacionales son absolutamente a favor del extractivismo. Esté quien esté, ya sea en el gobierno nacional o provincial, todos están a favor del extractivismo. En lo provincial se da que, muchas veces, apoyan la minería por conveniencias individuales, por dádivas, no por un convencimiento político. Hubo claros casos de legisladores que apoyaban la Iniciativa Popular (una propuesta de Ley impulsada por las asambleas) y, poco tiempo después, esos mismos aprobaron la zonificación a favor de la minería. Acá nos conocemos todos y también sabemos de cuestiones de dinero que circulan. Incluso el gobernador Mario Das Neves, que estaba a favor de la minería en su primer gobierno, pocos meses antes de fallecer reconoció que más importante que la minería era el agua. Contó las presiones que tenía de parte de Macri para explotar el proyecto Navidad (de la multinacional Pan American Silver) y decidió hacer una cumbre ambiental. En su discurso, que se puede ver en internet, reconoce que las mineras vienen con valijas de dinero para comprar a otros políticos.

-El 23 de marzo es una fecha histórica para Esquel y las luchas socioambientales. El 24 de marzo es una fecha emblemática para todo el país. ¿Cómo entienden que hay gobiernos, políticos, académicos y hasta organizaciones sociales, entre otros actores, que hablan de la defensa de los derechos humanos pero impulsan el extractivismo en los territorios?

-Yo lo veo como una enorme contradicción. Si vos estás a favor de los derechos humanos, no podés estar a favor del extractivismo de ninguna manera. Es muy claro que el extractivismo se impone con la violación de los derechos humanos. Latinoamérica lleva infinidad de muertos y en Chubut tuvimos criminalización y represiones. Incluso hubo servicios de inteligencia que hicieron espionaje. Y en otros lugares, como Andalgalá, se ve igual o peor, con mucha represión y decenas de judicializados. Entonces, o defendés de verdad los derechos humanos o estás con el extractivismo, no se pueden ambas cosas.

Al cumplirse dos décadas del histórico plebiscito, cientos de vecinos marcharon por la ciudad. «Hace 20 años supimos decir rotundamente que no», expresaron desde la Asamblea.

Este 23 de marzo se cumplieron 20 años del histórico plebiscito donde el pueblo de Esquel le dijo NO a la Mina. Durante la jornada se llevaron adelante diferentes actividades, dando continuidad al cronograma que dio inicio el pasado domingo.

A las 12 hs. en la Avenida Ameghino y calle Repetur, se hizo el acto central con la nominación de la plazoleta “Plebiscito 23 de marzo de 2003”.

Luego, a las 18 hs. comenzó la concentración de cientos de vecinos en la Plaza San Martín para seguidamente marchar por las calles de la ciudad.

Como ocurre en cada convocatoria de la Asamblea del NO a la Mina, se leyó un documento elaborado para la ocasión.

“Nos encontramos para imprimir en las calles de este Esquel que resiste e imprimir en la memoria colectiva nuestra gesta por el agua, por la vida, por el buen vivir, para el hoy y para el mañana”, comienza el documentoq ue se leyó en la plaza.

“Pensemos que si en el año 2003 la minera se hubiese instalado la mina ya estaría cerrada y estaríamos lamentando sus efectos”, continúa el texto.

“Hoy tenemos la dicha de esta celebración porque hace 20 años supimos decir rotundamente que no”, agregan y remarcan que “20 años después, al igual que nuestras montañas, seguimos de pie

A partir de hoy comenzarán a desarrollarse las actividades por los 20 años del Plebiscito del No a la Mina. El cronograma se extenderá hasta el domingo 26 de marzo.

En el día de hoy se llevará a cabo un evento llamado «Concierto Víspera “20 años de pie” en calle Rivadavia, entre Sarmiento y 25 de Mayo, contando con la presentación del cantante Yoel Hernández.

Mirá el cronograma de actividades.

Los vecinos del No a la Mina informaron sobre la agenda de actividades con motivo de los 20 años del plebiscito donde el pueblo de Esquel le dijo NO a la explotación minera. El 82% de los votos negativos a un emprendimiento que prometía entre otras cosas un buen número de puestos de trabajo en un contexto económico difícil, terminó gestando lo que hoy se conoce como el “Día de la Dignidad del pueblo de Esquel”.

Desde los últimos meses del año 2002 dieron comienzo a la movilización callejera y el despliegue de información de los vecinos de Esquel, en el marco del conflicto planteado por el proyecto minero Cordón Esquel.

La inminente explotación era impulsada por la empresa canadiense Meridian Gold, contando con el pleno acompañamiento de los gobiernos nacional, provincial y municipal.

En el contexto de rechazo popular, el 23 de marzo de 2003 se realizó el plebiscito donde el 82 por ciento de la comunidad votó en contra del proyecto de explotación de oro.

El cronograma de actividades será desde el 19 al 25 de marzo e incluye a vecinos de diferentes lugares.

Marta Sahores, una militante histórica del No a la Mina recordó la fecha y anunció la llegada de Nora Cortiñas acompañando el evento en contra del extractivismo.

El calendario de actividades es el siguiente:

 

Por su parte Hugo Cerda, destacó que la organización requiere de un esfuerzo económico. La idea es solicitarle a los vecinos que puedan colaborar, que lo hagan a través del depósito en una cuenta que se va a difundir en diferentes recorridas por comercios de la ciudad.

Finalmente reivindicaron la perseverancia en los 20 años que sostiene el planteo de la ciudad.

Este 4 de enero el No a la Mina de Esquel volvió a recorrer las calles recordando que estamos en la antesala del «Día de la Dignidad de Esquel”.

Se realizó la primera movilización del año del No a la Mina recordando que en dos meses se cumplen los 20 años del histórico plebiscito. Hubo expresiones de solidaridad para los empleados de Canal 4.

“Nos encontramos a escasos 2 meses de que se cumpla la gesta histórica de este Pueblo que por medio del Plebiscito con un contundente 81% le dijo NO a la minera que pretendía explotar nuestro querido Cerro 21, Calfú Mahuiza” destacaron en el documento que fue leído en la concentración.

La movilización recorrió el centro de la ciudad y contó con la participación de integrantes de la tradicional asamblea de la ciudad, turistas y jóvenes que permanecen fuera de la ciudad a lo largo del año y regresan en vacaciones.

También hubo una manifestación de acompañamiento a los trabajadores de Canal 4 y sus familias por el complejo momento económico que atraviesa la empresa y que deriva en la demora en el pago de haberes y en un contexto de incertidumbre.

El documento del No a la Mina

«Desde estos casi 20 años del triunfo en nuestro histórico Plebiscito hemos tenido que llevar adelante otras batallas, ya que, a pesar de no existir licencia social para la explotación de la megaminería, los diferentes gobiernos de turno intentan una y otra vez llevar a cabo la explotación de nuestros bienes comunes. Quienes defendemos el agua y el territorio sabemos que no son pocas las presiones que se sufre cuando del otro lado se encuentran los políticos corruptos, las empresas multinacionales extractivistas y los medios concentrados de comunicación. Nuestros medios de comunicación locales nos permiten traspasar esa barrera mediática en un país que poco tiene de federal, son esos medios los que dan a cuenta gotas escasas noticias de lo que pasa en nuestra provincia, que publican notas como “llegaron las ballenas a Trelew”, desconociendo y ninguneando lo que se vive en esta provincia.

A lo largo de éstos más de 20 años de lucha, quienes habitamos en Esquel y Trevelin hemos contado con un micrófono y una cámara siempre dispuesta a escucharnos; Canal 4 es uno de esos medios que ha garantizado el derecho a la información de nuestra comunidad. Nos solidarizamos con los trabajadores de Canal 4 y sus familias, y advertimos a la comunidad la vulneración de derechos que supondría no contar con éste medio de comunicación.

Este año será un año de lucha, como todos los que nos precedieron. Pero también de festejos, de anécdotas, de recordar a aquellos que hoy no están pero que tanto hicieron por esa montaña que todavía sigue en pie. La lucha histórica de este pueblo se ha convertido en faro para otras luchas que hoy también acompañamos y abrazamos, como la defensa del mar Argentino que llevan adelante aquellos quienes hoy están autoconvocándose en un nuevo Atlanticazo. Hoy se llevan diversas movilizaciones populares en defensa del agua y el territorio. El pueblo sigue saliendo a la calle porque estos años nos han demostrado que luchar vale la pena.

En esta primera marcha del año del No a la Mina queremos además reafirmar que nuestra lucha sigue sostenida por muchos SI. Queremos un mar sin petróleo, queremos nuestras montañas en pie, queremos el agua para los pueblos, queremos el derecho a la información, queremos los humedales protegidos, queremos la autodeterminación para nosotros y para las generaciones futuras.

¡Un pueblo informado es un pueblo libre! ¡Y gracias a esta libertad que supimos construir hace 20 años, hoy podemos estar en esta plaza, marchando alegres y en paz porque las calles y el agua siguen siendo nuestras!