El presidente de EE UU dice que sus antecesores no lograron nada dialogando con Pyongyang e insinúa otra vez la opción militar.
Donald Trump ha vuelto a amenazar al régimen del dictador Kim Jong-un, afirmando que el diálogo con Pyongyang es inútil y dejando asomar otra vez su preferencia por la fuerza. «Los presidentes y sus Administraciones han estado hablando con Corea del Norte 25 años, se han alcanzado acuerdos y se han gastado enormes sumas de dinero», ha escrito en Twitter, continuando en otro mensaje: «No ha funcionado, los acuerdos han sido violados antes de que secase la tinta, tomando el pelo a los negociadores de EE UU. Lo siento, ¡solo una cosa funcionará!».
Corea del Norte ha multiplicado sus ensayos balísticos y probado una supuesta nueva bomba de hidrógeno desde que Trump asumió la jefatura de la Casa Blanca en enero. Por su parte el mandatario de EE UU ha situado desde el principio a Pyongyang como enemigo número uno, y ha llegado a advertirle de que si sigue provocando a Washington podría encontrarse «con una furia y un fuego jamás vistos en el mundo». Trump coquetea en sus declaraciones y mensajes en Twitter con la posibilidad de un ataque a Corea del Norte –una imprevisible nación que posee armas nucleares– y ha hecho renacer, de forma incipiente, el temor global al uso de bombas atómicas.
Las declaraciones desde Pyongyang contribuyen a este miedo. «Las armas nucleares de la República Popular Democrática de Corea son un valioso fruto de la sangrienta lucha de su pueblo por defender el destino y la soberanía del país de las prolongadas amenazas nucleares de los imperialistas estadounidenses», ha señalado este sábado el líder norcoreano, Kim Jong-un, en una reunión plenaria del poderoso Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, informa Efe.
El jueves pasado, en los prolegómenos de una cena con líderes militares y tras haber sido convocada la prensa al evento de manera repentina, el presidente lanzó de pronto unas palabras desconcertantes. Mientras posaba con los altos mandos del Ejército y sus esposas entre sonrisas y con música clásica de fondo, dijo a los periodistas: «¿Saben qué representa esto?». Y añadió: “Quizás es la calma antes de la tormenta. Podría ser la calma, la calma que precede a la tormenta”.
–¿Cuál tormenta, señor presidente? –le preguntó un reportero–. ¿El Estado Islámico? ¿Corea del Norte? ¿Irán?.
–Ya lo descubrirán –contestó, cultivando el suspense, Donald Trump.