El joven herido tiene 22 años. La bala que lo lastimó entró y salió por el cuello. Le rozó la carótida. No quiso denunciar y no colaboró con la investigación policial. Fue en un tiroteo ocurrido en el barrio Los Aromos, en el sector oeste. Llegó lesionado a su casa y la familia llamó a una ambulancia.
Cerca de la medianoche de la víspera un muchacho de 22 años entró a la guardia del Hospital Adolfo Margara con una lesión de arma de fuego en el cuello. Momentos antes, había sido alcanzado por un proyectil que le impactó en ese sector del cuerpo y estuvo muy cerca de afectarle la carótida. Sin embargo, tuvo mucha suerte. Desde el hospital confirmaron que la bala entró y salió. Produjo un sangrado pero que merced a la asistencia que recibió en el nosocomio público local, pudo ser contenido. La bala fue encontrada en el pullóver que el joven, identificado como Juan Ñanco (22), llevaba al momento del ataque armado.
Malherido, llegó hasta su casa, ubicada en la calle Los Arrayanes al 200 del mencionado barrio, donde sus familiares al notar las condiciones en las que estaba, llamaron al Hospital para que lo asistieran.
De inmediato advirtieron a la Policía que llegó raudamente desde la Comisaría Tercera, al mando del comisario Carlos Monges.
Según trascendió, en las últimas noches,ese sector, al igual que un flanco de Las Mil Viviendas, han sido escenario de detonaciones de armas de fuego
Diario Jornada