Cierran decenas de estaciones de servicio, mientras filas de automovilistas se agolpan en otras por miedo a quedarse sin gasolina
La alarma por la escasez de suministro ha alcanzado la capital del país, donde decenas de gasolineras han cerrado y el miedo por quedarse sin combustible se ha extendido entre los automovilistas. Pese a los llamados de las autoridades por evitar las compras de pánico, Ciudad de México, donde hay casi cinco millones de vehículos registrados según datos oficiales, ha amanecido este miércoles con largas filas de coches frente a las estaciones de servicio. Esto se produce tras varios días de escasez en al menos siete Estados del país, provocado por el corte de las tuberías ordenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para combatir el robo de combustible.
La alarma por la escasez de combustible se extiende a Ciudad de México La cruzada de López Obrador contra el robo de gasolina provoca el caos en varias zonas de México.
La escasez afecta a la capital desde el martes, impulsada por la preocupación entre los ciudadanos. Si bien la Secretaría de Energía aseguró el martes que solo se tenía constancia del cierre de 12 gasolineras, este miércoles la cifra había crecido a una de cada cuatro, según el Gobierno local. Tras negar inicialmente que hubiese desabasto, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, sí ha utilizado este miércoles esa palabra en twitter para describir la situación. Por otro lado, Sheinbaum ha asegurado que se está buscando el restablecimiento y que algunas habían reabierto esta mañana, tras ser surtidas.
Pero la reapertura no ha sido generalizada y hay otros puntos de abastecimiento que han cerrado este miércoles, tras quedarse sin combustible. “No nos han dicho nada; hasta nuevo aviso”, dicen los empleados de una estación de la colonia Roma, en el centro de la capital, que lleva cerrada desde ayer. El taxista Enrique Terrazas, que utiliza un promedio de 30 litros al día para desplazar a clientes, ha tenido que buscar otra gasolinera cercana para llenar su depósito. Lleva una hora en la fila y hay límites para la recarga, pero se encoge de hombros: “No hay otra; de esto vivo”.
En algunas de las estaciones de servicio que se mantenían abiertas empezaba a escasear el producto, ante el fuerte incremento de la demanda. Maricarmen Espinosa, empleada de una estación de servicio gestionada por la empresa Hidrosina en la colonia Condesa, no da abasto. Corre de un lado para otro para atender a las decenas de vehículos que se agolpan enfrente, ocupan varios carriles y entorpecen el tráfico. “Tenemos hasta la tarde”, explica. “Nos deberían haber recargado esta mañana pero no vinieron”.
Unas cuadras más allá, otra estación de servicio también empezaba a notar la urgencia. “De la gasolina normal nos quedan 15 minutos, después solo podremos vender la Premium (más cara)”, dice Juan Hernández, un empleado. “Llevamos 26 horas con filas de coches”. En la cola, Gerardo Mercado espera paciente. Ayer pasó por unas 20 gasolineras, la mayoría cerradas y otras saturadas, y ahora apenas le queda un cuarto del depósito lleno. “Como salgo de viaje hacia Guanajuato no sé lo que me voy a encontrar”.
Precisamente el Estado de Guanajuato, una de las regiones más afectadas por la crisis de combustible, lleva casi una semana con problemas de escasez. Ante esta situación, Pemex, la empresa estatal de petróleo, se ha comprometido a aumentar el envío de barriles a los Estados afectados con la ayuda de 5.000 unidades de reparto. Su director anunció el martes el envío a Guanajuato de 40.000 barriles en los próximos dos días y a Jalisco, otro de los Estados golpeados por la crisis, de 94.000 barriles diarios para volver a la normalidad. Sin embargo, Alejandro Guzmán, coordinador de Crecimiento y Desarrollo Económico de Jalisco, ha denunciado este miércoles que el compromiso no se está cumpliendo y que, además, la crisis se está extendiendo al interior del Estado.
En Guadalajara, la segunda área urbana más poblada del país con cuatro millones y medio de personas, las autoridades estatales llamaron a compartir vehículos y anunciaron que se reforzaría la presencia policial en las estaciones de servicio para evitar altercados. Solo el 70% del consumo diario de gasolina de la ciudad está siendo cubierta, según ha señalado Alejandro Guzmán este miércoles.
Frente al caos provocado por la nueva estrategia contra el robo de combustible, López Obrador ha vuelto a reconocer el problema en su rueda de prensa matutina del miércoles, pero ha pedido calma: “En algunas gasolineras va a haber colas; que se resista”. La normalización del suministro aún no tiene fecha. Tanto el Gobierno como Pemex insisten en que esto se hará “lo antes posible”, sin dar más detalles.
El País