Sin Messi, el plantel se alojó en un hotel frente al Mediterráneo. Scaloni dará una conferencia en horas de la tarde.
La Selección arribó este lunes minutos antes de las 13 (9 de la Argentina) al hotel Mövenpick de Tánger, donde se hospedará a la espera del partido que este martes disputará contra Marruecos, en el cierre de la gira que comenzó la semana pasada en Madrid con la inesperada derrota ante Venezuela.
Los jugadores, vestidos con remeras y buzos blancos y pantalones deportivos negros, ingresaron al hotel por una de las puertas traseras y se dirigieron directamente a la zona del comedor, donde almorzarán algo liviano antes de dormir la siesta. Hubo hermetismo absoluto y mucha seguridad privada para custodiar el arribo del plantel.
Tras el descanso, el plantel irá al estadio Ibn Battouta a las 17.30 (13.30 de nuestro país). Una hora más tarde, el entrenador Lionel Scaloni ofrecerá una conferencia de prensa y luego dirigirá un entrenamiento liviano que servirá como reconocimiento del campo de juego.
En los primeros días de la primavera en el norte de África, Tánger recibió al equipo nacional con una temperatura agradable (unos 20°C), pero con un fuerte viento que se hace sentir, sobre todo por el intenso movimiento de las palmeras que se erigen en las calles de la zona costera.
El hotel está ubicado en Malabata, la zona turística por excelencia de la ciudad. Todas las habitaciones de los jugadores, ubicadas en el séptimo y último piso del edificio, dan al mar Mediterráneo.
La Selección llegó a Marruecos con cuatro bajas. A la de Nicolás Otamendi, que ni siquiera se sumó al grupo en España, se sumaron las ausencias de Ángel Di María, Gonzalo Pity Martínez y Lionel Messi, que se resintió de una pubialgia y desde el sábado ya descansa en Barcelona -el domingo participó junto a su familia del bautismo de los hijos de su amigo Cesc Fabregas-.
El desafío de Scaloni, tras un preocupante paso en falso en el Wanda Metropolitano madrileño ante una sorprendente Venezuela, será comenzar a darle una fisionomía al equipo sin la presencia de Messi para llegar con una imagen recompuesta a la Copa América de Brasil.
Clarin