El colombiano negó que una lesión en una mano haya sido la razón. Dejó la chance abierta para el futuro. “Ojalá se pudiera dar”.
Durante el mercado de pases, si bien Boca se manejó con austeridad, el golpe que parecía que iba a dar el Xeneize era el regreso de Edwin Cardona, colombiano que estuvo hasta fin de 2018 y se desempeñaba en Pachuca.
«Teníamos todo arreglado de palabra con Boca, pero no se dio. Teníamos un diálogo pero nada seguro. Había que arreglar el contrato y muchas cosas que no se pudieron dar. ¿A quién no le iba a gustar volver a Boca? Dios tiene el control de nuestras vidas y eligió que yo esté en Tijuana, y estoy súper contento», dijo.
«La gente también habla mucho sin saber, no sé si algunos tienen mi WhatsApp. Hay que informarse bien para decir las cosas como son. No fue que no quise ir a Boca. Los hinchas pensaron que yo no quise ir, pero no fue así. Hable con Román y tengo los chats, pero nunca llegamos a un acuerdo. Yo fui el primero que le dije a Boca que sí, hablé con el presidente, Román también me buscó. Pero también ellos me decían que había otras opciones de jugadores. Además, saben cómo está la situación económica en Argentina», agregó el futbolista, de 27 años, en diálogo con la periodista Pilar Velázquez.
«Tengo muy buena relación con Román. Fue uno de los primeros que me felicitó al venir acá. Ojalá se pudiera dar en otra oportunidad. Me dijo que ojala pudiéramos trabajar juntos y va a ser así. Todavía soy muy joven y me gustaría volver a Boca, siempre voy a estar disponible para volver», agregó.
Además, recordó su salida tras la final perdida ante River en Madrid. «Nunca me fui mal de Boca. Yo valía siete millones de dólares, y para ellos se hacía nueve millones por la situación del país. Llegó otro técnico, Alfaro, y no entraba en los planes de él, no le gustaba jugar con diez, porque es más defensivo. Me tocó irme y me fui bien. Si me dan la posibilidad de volver, mi disposición va a estar».
Además, aseguró que no influyó una lesión en la mano para que su regreso no se concretara. Y explicó qué pasó. «Mi hijo se iba a caer porque pasó un ciclista, cuando lo agarré se me dobló la muñeca. El vendaje era para bañarme por los puntos que me pusieron. Al tercer día de operarme ya corría. Ahora tengo la oportunidad de jugar, y estoy de buena manera. Nunca estuve tan bien físicamente, yo mismo me sorprendí por las valoraciones médicas», explicó.
Además, anunció un juicio para un periodista mexicano que vía redes sociales difundió que había dado positivo en un control antidoping. «Que se atenga a las consecuencias. Ya hablamos con mi empresario por la cuestión judicial».