La ciudad de Nueva York, epicentro del coronavirus en EE.UU., está evaluando usar un parque como cementerio temporal ante el colapso de las morgues y el continuo aumento de fallecidos, que en todo el país ya superó la cifra de 10.000.
«Se hará de una manera digna, ordenada y temporal, pero será duro para los neoyorquinos», explicó en Twitter el concejal Mark D. Levine, que preside el comité de salud de Nueva York.
El plan, que solo se aplicará si siguen subiendo los decesos, es cavar unas zanjas para enterrar 10 ataúdes en línea en un parque público y evitar así «imágenes como las de Italia, donde los militares tuvieron que recoger los cuerpos de iglesias e incluso de las calles», detalló Levine.
Actualmente, los cementerios de Nueva York tienen dificultad para responder a la abrumadora cantidad de entierros y, al mismo tiempo, las morgues están sobrepasadas con una cantidad de cuerpos que supera a los 3.000 que perdieron la vida en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.
LA ISLA HART, POSIBLE LUGAR PARA LOS ENTIERROS
Levine no especificó en qué parque de Nueva York se enterraría temporalmente a los fallecidos por coronavirus; pero, en una rueda de prensa, el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, explicó que la isla Hart, ubicada al noreste del barrio del Bronx, ha sido usado anteriormente para tragedias de este tipo.
«Obviamente, el lugar que hemos usado históricamente es la isla de Hart», explicó De Blasio, aunque no llegó a confirmar que ese espacio sea el elegido.
En la isla Hart hay enterradas más de un millón de personas, muchas de ellas en tumbas sin nombre ya sea porque el fallecido no fue identificado en el momento de su muerte o porque la familia no podía hacer frente a los costos de un entierro, según figura en la web de la ciudad de Nueva York.
En 1985, cuando el sida golpeaba sin piedad a EE.UU., las autoridades neoyorquinas enterraron en la punta sur de la isla de Hart a 16 personas que habían muerto de esa enfermedad ya que, equivocadamente, entonces se creía que ese mal podía infectar a otros cuerpos.
En todo caso, De Blasio ha insistido en que se trata de un plan de contingencia y que su objetivo es que la ciudad esté preparada para lo que pueda suceder.
«Si necesitamos hacer entierros temporales para poder superar la crisis y, luego trabajar con cada familia para hacer los arreglos, tenemos capacidad de hacerlo», aseguró.
SEÑALES DE ESTABILIZACIÓN DE LA PANDEMIA EN NUEVA YORK
A pesar de los macabros planes, las cifras de contagios y de fallecimientos en el estado de Nueva York dieron este lunes señales de estabilización por segundo día consecutivo, lo que a juicio de las autoridades indicaría que la enfermedad puede haber alcanzado ya su punto máximo.
En las últimas 24 horas, 599 personas murieron en el estado de Nueva York por el coronavirus, prácticamente el mismo número que el día anterior, cuando habían perecido 594, en lo que fue la primera bajada diaria de los fallecidos registrada en esa región, que un día antes había perdido a 630 personas.
Mientras, entre el domingo y el lunes se redujo el ritmo de nuevas hospitalizaciones, ingresos en cuidados intensivos e intubaciones.
«Todas esas son buenas señales y de nuevo pueden sugerir un aplanamiento de la curva», valoró en su conferencia de prensa el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que insistió en que la tendencia aún debe confirmarse.
MÁS DE 10.000 MUERTOS EN ESTADOS UNIDOS
Mientras el estado de Nueva York intenta aplanar la curva de contagios, en conjunto, EE.UU. superó este lunes los 10.000 muertos por coronavirus, lo que le sitúa en el tercer país con más pérdidas humanas detrás de Italia y España, según la Universidad Johns Hopkins.
El nuevo dato se conoce después de que este domingo el presidente Donald Trump, durante su habitual rueda de prensa diaria, asegurase que «esta será probablemente la semana más dura, entre esta semana y la próxima, y habrá mucha muerte».
Trump ha recibido numerosas críticas dentro de EE.UU. por su manejo de la tragedia y, especialmente, por no haber prestado la ayuda adecuada a los hospitales que atienden a la población más enferma.
Este lunes, un informe de una entidad dedicada a supervisar el Gobierno confirmó que hospitales de todo el país se están enfrentando a una grave falta de material médico, como mascarillas o guantes, lo que podría acabar poniendo en peligro a sanitarios y pacientes.
Los hospitales tampoco tienen suficientes termómetros, papel higiénico, comida, desinfectantes o sábanas, de acuerdo al reporte.
Numerosos gobernadores y otras autoridades locales de EE.UU. ya habían denunciado la falta de material médico, una queja a la que Trump ha restado importancia.