Estados Unidos registró este viernes más de 1.800 muertes por coronavirus, un saldo en leve baja respecto al jueves, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins.
Con estos 1.883 nuevos decesos, la pandemia se ha cobrado en el país la vida de más de 64.700 personas.Se trata del número más alto de fallecimientos registrado hasta el momento por un país en cifras absolutas, aunque en relación a su población Bélgica, España, Italia, Reino Unido y Francia se ven más afectados.
Estados Unidos también tiene el mayor número de personas diagnosticadas con COVID-19, con un total superior a los 1,1 millones de casos registrados oficialmente. Casi 165.000 personas han sido declaradas curadas.
En los dos días anteriores la cifra de muertes había oscilado entre 2.000 y 2.500. Los informes diarios en Estados Unidos nunca han caído por debajo de la marca de mil fallecimientos en el último mes. Y desde mediados de abril, el país está atrapado en una «meseta» que no logra dejar atrás.
El epicentro de la epidemia estadounidense se encuentra en Nueva York, que continúa registrando casi mil nuevas hospitalizaciones por día debido al coronavirus, aunque el número de muertes diarias ha disminuido drásticamente.
La agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos FDA autorizó el uso de emergencia del fármaco experimental remdesivir en pacientes con COVID-19.
El uso de este antiviral fabricado por el laboratorio estadounidense Gilead Sciences fue aprobado luego de que un importante ensayo clínico mostrara que acorta el tiempo de recuperación en algunos pacientes con el nuevo coronavirus. Fue la primera vez que un medicamento demostró un beneficio contra la enfermedad.
«Es realmente una situación muy prometedora», dijo el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, junto al presidente ejecutivo de Gilead, Daniel O’Day.
«Nos sentimos honrados con este primer paso para pacientes hospitalizados», consideró O’Day, y agregó: «Queremos asegurarnos de que nada se interponga en el camino para que estos pacientes reciban el medicamento».