Quedaron habilitadas para la oración individual, pero no para celebraciones como misas o casamientos. Los fieles deberán asistir con tapabocas, higienizarse las manos al entrar y salir y mantener la distancia social. El horario para asistir es el sábado de 9:30 a 13 horas y de 15 a 17:30, mientras que los domingos solo a la tarde de 16 a 19 horas.
El Padre Mario Vidmar informó que tras la reapertura de todas las iglesias del país – tal como autorizó el Gobierno Nacional días atrás – en Comodoro ya quedaron abiertas las parroquias, templos e iglesias, con protocolo sanitario.
«Cada parroquia y templo tiene su horario establecido», informó Vidmar en diálogo con ADNSUR. Y agregó: «se dispuso además que no haya aglomeración de gente y que se sigan con todos los protocolos sanitarios: lavado de manos al ingresar, uso de barbijo y distancia adecuada con el otro».
Según la disposición de la jefatura de Gabinete a nivel nacional, se permiten las actividades religiosas individuales en lugares de culto en todo el territorio nacional con excepción del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La norma aclara que «en ningún caso, tales actividades podrán consistir en la celebración de ceremonias que impliquen reunión de personas».
En este sentido el padre Vidmar, aclaró que «en Comodoro quedaron abiertas solo para la gente que viene a orar de manera individual; no para celebraciones como misas, casamientos».
«No está permitida la aglomeración de la feligresía y membresía. Por tal motivo, se mantiene suspendida la celebración de ceremonias, celebraciones, conmemoraciones litúrgicas y actos de culto que impliquen la concurrencia multitudinaria de personas», aclara el protocolo, aplicable para la iglesia Católica Apostólica Romana y todas las entidades religiosas inscriptas en el Registro Nacional de Cultos.
Entre las medidas de higiene recomendadas se destacan la colocación de alcohol en gel a la entrada y a la salida del templo, la utilización de tapabocas; además no se permitirá que haya más de una persona por banco y se deberá respetar la distancia mínima de dos metros entre todas las personas.
El protocolo también incluye un inciso referido a la limpieza: mientras el templo esté abierto deberá haber al menos una persona que se encargue de la sanitización, mientras que cuando se cierra el lugar se deberá desinfectar todo el espacio, incluyendo bancos e imágenes religiosas.