Una tabacalera grande avisó que la distribución en Capital Federal y el Gran Buenos Aires empezaría a normalizarse hacia el viernes. La otra sigue cerrada y “al borde del colapso”, informa El Chubut.
La industria tabacalera vuelve al trabajo luego de haber obtenido el permiso del Gobierno para producir y la distribución de cigarrillos se normalizaría en los próximos días, indicaron fuentes del sector.
Las fábricas estaban cerradas desde el 23 de marzo, cuando comenzó la cuarentena. En las últimas semanas, la falta de producción se notó en los kioscos, que hace un mes ya advertían sobre el faltante.
Massalin Particulares, una de las dos grandes fábricas de cigarrillos (produce Marlboro y Philip Morris, entre otras marcas) ya retomó la producción con los protocolos de cuidado, indicaron desde esa compañía. “En 48 horas tendremos abastecido Capital y Gran Buenos Aires y en alrededor de una semana estaremos en todo el país”, indicaron en esa compañía.
Se consultó a BAT – Nobleza Piccardo, la otra gran fabricante (Camel, Lucky Strike, entre otras), pero hacia el mediodía no había dado mayores precisiones.
Más tarde, sin embargo, BAT envió un comunicado en el que informó que sus plantas de producción permanecen cerradas. La compañía “se encuentra al borde del colapso como consecuencia de la imposibilidad de reiniciar la producción de la planta ubicada en el parque industrial de Pilar, a pesar de haber presentado todos los protocolos de bioseguridad contemplados por las autoridades nacionales, provinciales y del municipio”, indicó.
Distintas cámaras sectoriales habían manifestado, en notas a ministros y gobernadores que hicieron circular por los medios, la preocupación por la actividad tabacalera. La producción de tabaco es una economía regional particularmente fuerte en el norte del país. Las fabricantes, por otro lado, advertían que la falta de producción dada mayor al contrabando. Los kioscos expresaron preocupación por la escasez de un producto que, dicen, representa el 50 por ciento de su facturación.
El Gobierno comenzó a habilitar de manera paulatina a unas 1000 industrias, que deben volver al trabajo con estrictos protocolos de cuidado y distanciamiento y movilizar a sus trabajadores de manera particular, para no provocar más aglomeraciones en el transporte público.
Este miércoles, el Ejecutivo flexibilizó la importación de cigarrillos para cubrir los faltantes sin acudir al contrabando -que no paga impuestos-. Las grandes tabacaleras, de todos modos, aspiran a llegar a los comercios con producción local.