Chubut

Arrechea: ¿Todos con “El Hoyo”, o no tanto?

La repercusión provincial y nacional y la controversia generada a raíz de los acontecimientos ocurridos en estos días en la hermosa y querida localidad de El Hoyo, aconsejarían quizá esperar un poco para emitir una opinión, sabio consejo que por supuesto no escucharé en esta oportunidad.

¿Se pusieron en peligro la democracia y las instituciones republicanas?

De ninguna manera, la legitimación popular que otorga el voto la tienen con el mismo rango y valor, tanto el Intendente como los Concejales, cada uno con las atribuciones, responsabilidades, y limitaciones, que les otorgan y les imponen, la Constitución y las leyes.

¿Quién tiene razón?

No lo sé.

Entiendo que hay dos aspectos a considerar, el primero es analizar la legalidad y aplicación de la decisión adoptada por los concejales, la que entiendo que al concretarse con la mayoría calificada requerida, se supone legítima y operativa mientras la justicia no la modifique o revoque, cuestión que está en su ámbito de decisión.

Y el otro aspecto es la cuestión de fondo, que puede resolverse también en la Justicia, o en el Concejo Deliberante, o transitando ambos caminos, a través de los mecanismos legales y reglamentarios que rigen el accionar de cada poder.

Intervención al municipio ¿sí o no?

No hay razón alguna siquiera para considerar esa posibilidad. En Chubut los municipios gozan de autonomía en el sentido más amplio y cada pueblo cuenta con los mecanismos constitucionales y legales para resolver casi todas las cuestiones que se le puedan presentar, como por ejemplo la que se presentó ahora en El Hoyo.

La Intervención provincial es un último recurso, extraordinario y transitorio, para resolver mediante una ley de mayoría especial, cuestiones también extraordinarias, las que ni por asomo se presentan en este caso.

¿Y la política?

Si de lo que hablamos es de un hecho puntual, se resolverá en el ámbito que corresponda y punto, pero ¿es así?, ¿es sólo un hecho puntual?, o ¿hay, como dicen algunos, otras cuestiones donde se objetan decisiones de la administración y también se cruzan intereses sectoriales, históricos y económicos?

En cualquier caso, debería imponerse la política, y en particular los objetivos políticos que cada uno tiene en función de a quién representa. Y aquí es donde veo una gran ausencia, donde los peronistas, sector político al que pertenezco, debemos hacernos cargo de la importante parte que nos toca.

Pudimos conformar en El Hoyo, como réplica nacional, un exitoso frente electoral, el Frente de Todos, y el compañero Pol Huisman que pertenece a uno de los partidos aliados al PJ resultó electo intendente, con una lista de concejales integrada también con carácter frentista.

Pero pareciera que no hemos sostenido con la misma voluntad y creatividad el funcionamiento del Frente en la gestión de gobierno, con una mayor integración, con debates más amplios para ajustar mejores estrategias, tanto ante la crisis y la emergencia, como ante el desafío de crecer y distribuir con equidad.

Esta coyuntura local pasará y tendrá el final que resulte de los procedimientos en marcha, pero creo que nuestro objetivo político debe ser fortalecer y ampliar el Frente de Todos, por nuestra propia responsabilidad y para fortalecer las instituciones, en El Hoyo y en la Provincia.

Esto recién empieza, las dificultades se mantendrán en todos los órdenes, y cuanto mayor escasez, más necesarias son las herramientas para garantizar la calidad de vida de los trabajadores y los sectores más desprotegidos. El Partido Justicialista y el Frente de Todos son parte sustancial de esas herramientas, no podemos darnos el lujo de estar por debajo de tamaña responsabilidad.

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