«El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios. Vino al mundo como un niño viene al mundo, débil y frágil, para que podamos acoger nuestras fragilidades con ternura», sostuvo el Sumo Pontífice.
A través de su cuenta de Twitter, el Santo Padre volvió a manifestar su rechazo a la interrupción voluntaria del embarazo, aunque no se refirió de manera expresa a la Argentina.
El pasado sábado el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, había encabezado una misa en la Basílica de Luján para expresar el «dolor» de la Iglesia ante el avance de la iniciativa.
En ese marco, el monseñor había instado a los legisladores a realizar «una serena reflexión» y a que «no renieguen de sus convicciones más profundas».
En tanto, la plana mayor del Episcopado evitó este fin de año reunirse en persona con el presidente Alberto Fernández en el tradicional saludo de Navidad y sólo envió un saludo por carta al mandatario.
Esto fue interpretado como una muestra del malestar de la Iglesia por la iniciativa que impulsa el oficialismo a favor del aborto.
«No cuidar todas las vidas, toda la vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes», había afirmado días antes la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
Y recordó que «no hay lugar para pensar en proyectos legislativos que contradicen el discurso que dice cuidar a todos los argentinos como prioridad».