El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cumple una semana infectado de la covid-19 y con su estado de salud manejado entre opacidad y vacíos por el Gobierno del tercer país del mundo con mayor cantidad de muertos por la pandemia.
«El Gobierno no ha manejado de manera correcta la información de la salud del presidente y de manera innecesaria generó rumores e incertidumbre», expresa a Efe el consultor político Edgar Ortiz Arellano, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).