El intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, admitió que la mayoría de los pobladores que residían en la zona afectada por los incendios estaban en terrenos no autorizados para la construcción.
Se trata de los lugares denominados «Eco Aldea», «Parcela 26» y «Toma del Pinar» donde se produjeron la mayoría de los damnificados.
El dato no es menor teniendo en cuenta que si las viviendas estaban sobre terrenos no ajustados a catastro, les será muy difícil recibir ayuda oficial sobre un predio que no le pertenece.
Sánchez, en diálogo con Radio Chubut, esquivó utilizar el término «asentamiento» o «toma» y los definió como «barrios populares».
Pero el problema está, a tal punto que se está analizando que el gobernador Mariano Arcioni firme un «decreto de necesidad y urgencia» para transferirle a la municipalidad al menos 8 hectáreas que son propiedad del Estado provincial y así buscarle la vuelta a una eventual solución.
Hay otro inconveniente adicional y es que varios lotes que estaban ocupados han perdido la estabilidad en el suelo por lo que muchos de los que intentan volver se encuentran con que está inestable.
Sánchez hizo referencia también a la precariedad en los servicios públicos, sobre lo cual se está trabajando.
Admitió que la energía se corta y todavía hay sectores que nunca recuperaron ese servicio que, si llegó a la planta urbana, pero no a los alrededores.
Tampoco hay agua en la zona de Las Golondrinas, por lo que se acarrea a través de camiones y se analiza la posibilidad de montar, en esa zona, baños sanitarios.
El intendente reconoció que la situación para el turismo es muy compleja, de cara a semana santa, donde había mucha expectativa por la ocupación, pero pidió que pregunten antes de largarse a la ruta porque verán un panorama muy distinto al que pensaban.
Consultado sobre la acusación que hizo sobre él el ministro de seguridad, Federico Massoni, señalándolo como uno de los responsables del itinerario que terminó con la agresión al presidente que nos ubicó en los planos nacionales, Sánchez se remitió a decir que «es un disparate» y razonó que quién más lejos que ellos, que son del mismo espacio político que Alberto Fernández, podrían ser cómplices de una agresión contra su persona.