Comenzaron las pruebas para avanzar hacia la quinta generación móvil en la Argentina (5G) y las distintas empresas comenzaron a mostrar cómo impactará esta tecnología en los usos cotidianos, desde la mayor velocidad con que se navegará desde los teléfonos hasta la posibilidad de tener sensores en distintos procesos de cualquier actividad económica que aporten información en tiempo real para agilizar servicios, como el tráfico en las ciudades, la atención al público, entre un sinfín de prestaciones que surgirán a partir de ella.
Un estudio realizado por OMDIA junto a Ericsson reveló que la Argentina podría tener un crecimiento económico del orden de los u$s302.000 millones entre 2021 y 2035 si se desplegara 5G. Esto se traduciría, a su vez, en una productividad de u$s778.000 millones y generaría un salto de conveniencia para la población –las redes funcionaría mucho mejor que lo que sucede en la actualidad-, la productividad de las empresas y la gestión de los gobiernos.
Estas pruebas comenzaron a realizarse en la sede del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), a cargo de la convocatoria. Se iniciaron el miércoles y se extenderán hasta la próxima semana, momento en que pasarán por la sede de Perú al 100 distintos actores de la industria para que los interesados del ámbito público particularmente tengan un primer acercamiento a una tecnología que promete dar una evolución exponencial a los procesos de transformación digital que, con la pandemia, se aceleraron.
Ericsson, Nokia y Huawei son algunas de las empresas proveedoras de equipamiento que están participando de esta acción, orientada de algún modo a «evangelizar» sobre lo que representará 5G. Tal como sucedió con 4G, la Argentina hoy está retrasada respecto de la región, en los procesos de licitación de nuevo espectro para avanzar con esta tecnología.
De hecho, en los últimos días, algunos referentes del oficialismo con cargos activos durante el primer gobierno de Cristina Fernández se pronunciaron en contra de evolucionar hacia 5G por todo lo que aún queda por delante por hacer en materia de 4G. Postura que es compartida por algunos integrantes del gobierno actual.
Sin embargo, el subsecretario de tecnologías de la información y las comunicaciones, Martín Olmos, desestimó que no se pueda avanzar con una tecnología sin dejar de atender lo que sucede con la anterior. Tal como informó iProfesional, planteó que «en el debate público, hay una falsa dicotomía entre la necesidad de incluir el acceso y la cobertura a tecnología que ya tienen una maduración y un despliegue más importantes versus abocarnos a avanzar rápidamente o tratar de llegar primeros al lanzamiento de la quinta generación».
Subrayó que «para nosotros no es una dicotomía. Sabemos que todavía hay déficits importantes de acceso de 4G de los servicio fijos, y es una tarea que nos preocupa y nos ocupa. Pero esto nos da una propuesta plagada de oportunidades».
De hecho, esas expresiones –que suelen aparecer de tanto en tanto en las redes sociales- son tomadas con sorpresa por parte de los diversos jugadores del sector que no terminan de comprender esas resistencias.
Una de ellas, en diálogo con iProfesional, manifestó su sorpresa por «algunas voces que ponían en duda los beneficios que traerá el 5G. Por eso apreciamos la clara convicción del gobierno representado a través del Enacom que llevará adelante actividades con los principales jugadores de la industria que mostrarán claramente porqué el 5G es el camino correcto hacia la evolución de las comunicaciones inalámbricas de banda ancha en la Argentina».
Usos y aplicaciones
Esas oportunidades son las que están mostrando las compañías participantes de los ensayos en estos días y que se han podido ver, en la previa de la pandemia, en otras exhibiciones o congresos tecnológicos y de electrónica de consumo.
Los usos de 5G que se anticipan son múltiples. Si bien el modo de comprender su relevancia suele venir, en general, por el lado del entretenimiento y del juego, son impactantes las mejoras que podría haber en materia de telemedicina, telesalud, una de las actividades que, justamente en el marco de la pandemia, comenzó a ser adoptado por médicos, pacientes e instituciones de salud de manera mucho más rápida.
Fuente: Iprofesional