La Unión Europea (UE) advirtió hoy que podrá bloquear otros intentos de salida del continente de cargamentos de vacunas, como hizo Italia la semana pasada, si las empresas farmacéuticas mantienen los retrasos en las entregas pactadas y persiste el tironeo por lograr más dosis mientras avanzan los casos de coronavirus, aunque en forma desigual según el país.
La decisión de Italia «no fue un caso aislado», advirtió la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen al diario WirtschaftsWoche, en referencia a la decisión de Roma, el jueves pasado, de bloquear, con el visto bueno de la UE, la exportación de 250.700 dosis de la vacuna de AstraZeneca, producidas en territorio europeo y destinadas a Australia.
Italia, como otros países europeos, vive una situación epidemiológica aún delicada y este lunes superó los 100.000 fallecidos por Covid-19.
Ante el creciente malestar de los Gobiernos europeos, Von der Leyen afirmó que espera la entrega de «100 millones de dosis al mes» de vacunas anticovid en el segundo trimestre en la UE, y afirmó que el ritmo de entregas se aceleraría.
Hasta acá, la UE autorizó las vacunas de BionNTech/Pfizer, AstraZeneca/Oxford y Moderna, y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) decidirá el jueves si aprueba la de Johnson & Johnson, mientras analiza la rusa Sputnik V.
La titular del Consejo de Administración de la EMA, Christa Wirthumer-Hoche, desaconsejó, sin embargo, que los países de la UE autoricen esta última vacuna con carácter de urgencia, algo que comparó con una «ruleta rusa» porque la agencia todavía no tiene «datos sobre los efectos secundarios de los vacunados».
Mientras tanto, el bloque busca algún equilibrio entre las medidas sanitarias que eviten la propagación de casos y algunas decisiones que aireen la economía, sacudida por un pésimo 2020.
Por ejemplo, mientras que en el Reino Unido y Alemania empezaron a levantar parte de las restricciones impuestas tras la detección de nuevas cepas del coronavirus, Hungría y Finlandia decidieron fortalecerlas.
El Reino Unido ya puede exhibir a 22 millones de personas con al menos la primera dosis de la vacuna, y en Inglaterra los niños volvieron este lunes a las aulas, un paso crucial en el plan del gobierno para sacar progresivamente al país de un tercer confinamiento.
Según esta hoja de ruta, a partir del 29 de marzo serán posibles las reuniones de seis personas en el exterior, mientras la reapertura de pubs, restaurantes y tiendas no esenciales está prevista el 12 de abril.
En Alemania, el gobierno también prevé levantar algunas restricciones a partir de este lunes: las librerías, floristerías y autoescuelas, que ya reabrieron en algunos estados, podrán recibir clientes en todo el país.
La campaña de vacunación solo llegó por ahora al 5% de la población y el descontento por las restricciones aumenta a pesar de que Berlín comenzó a aligerarlas.
Finlandia, por su parte, decidió endurecer las medidas, con el cierre de bares y restaurantes, y Hungría, que también muestra una multiplicación de casos, también preveía cerrar colegios y la mayoría de comercios y empresas desde hoy.
El Gobierno de Países Bajos, por su parte, planea introducir un certificado digital de vacunación contra la Covid-19 para permitir mayores libertades a los inmunizados y a las personas que den negativo, según detalló el ministro de Salud, Hugo de Jonge, en la cadena NOS.
Las autoridades ya desarrollan una ‘app’ en este sentido para posibilitará a los usuarios viajar, comer en restaurantes o asistir a conciertos, cines y festivales, por ejemplo, según la agencia de noticias DPA.
El ministro estimó que esa suerte de pasaporte –que otros países anunciaron que resistirían- podría estar listo para verano europeo y permitiría a los ciudadanos viajar por la Unión Europea.