El expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica debió ser internado de urgencia en un sanatorio privado y fue intervenido esta noche por un accidente doméstico: los médicos aseguran que el caso no es grave, pero debido a su edad y a que no puede vacunarse contra el coronavirus por una enfermedad que arrastra hace años, la institución médica toma los mayores recaudos.
Según se supo, salió bien de la operación. “Se encontró una úlcera en la mucosa del esófago”, explicó a LA NACION el médico que lo operó, Andrés Munyo. Mujica quedará en observación por lo menos hasta este miércoles.
Trascendió por la tarde que su esposa, la senadora Lucía Topolansky, había cocinado un plato de pescado este martes y que Mujica se tragó una espina que se le clavó en el esófago, lo que le dificultaba la respiración. Internado en el Centro Asistencial del Sindicato Médico de Uruguay, la intervención se realizó esta noche, para quitarle la espina.
En menos de un mes, Mujica cumplirá 86 años y debido a la pandemia está recluido en su chacra de las afueras de Montevideo. “No puedo recibir a nadie por debilidad inmunológica”, comentó semanas atrás.
El gobierno argentino le había conferido la máxima distinción de Estado, pero por estos problemas no se pudo hacer el acto de entrega.
En los años 60 y 70, Mujica fue militante de la guerrilla de izquierda Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, y cayó preso durante más de 12 años. En la última época fue diputado, senador, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008 y presidente de la república entre 2010 y 2015. En la primavera de 2020 se retiró del Senado para descansar en su casa, aunque se mantiene activo en la conducción de su movimiento partidario.
Desde 1985 vive con Lucía Topolansky, también exguerrillera y dirigente del MLN-T, por el cual es senadora y fue vicepresidenta de Uruguay entre 2017 y 2020.