El presidente de Colombia, Iván Duque pidió el fin de los bloqueos de vías en el marco de las protestas masivas contra su gobierno, mientras intenta desactivar la crisis a través de un diálogo con distintos sectores, que inició el viernes y continuará durante el fin de semana y el lunes.
El viernes el presidente se reunió con una alianza opositora y este sábado tenía previsto un encuentro con jóvenes, protagonistas de las movilizaciones en distintas ciudades.
«El rechazo tiene que ser categórico a estas expresiones que son violentas», declaró el mandatario tras un encuentro con medios el viernes.
Las manifestaciones, que fueron violentamente reprimidas y se sienten con especial fuerza en las principales ciudades, Bogotá, Medellín y Cali, completaron diez días este viernes, aunque menos concurridas que en el inicio de la semana.
Sin embargo, se registraron nuevos incidentes. Al caer la noche, un ataque armado a una misión médica en Cali dejó al menos «tres heridos» de gravedad, dijo a la agencia AFP Natali González, subsecretaria de Derechos Humanos de la alcaldía.
Duque se refirió más temprano a varios bloqueos de rutas y autopistas que provocaron desabastecimiento de combustibles, alimentos y medicamentos en ciudades como Cali (suroeste) o Pereira (Risaralda, centro-oeste).
Desde que estalló la crisis el 28 de abril, se registraron 733 cortes de carreteras, según el gobierno.
Cuando falta poco más de un año de terminar su mandato, el presidente enfrenta la presión en las calles avivada por la represión policial. Al menos 26 personas murieron en las masivas movilizaciones de los últimos diez días y, según autoridades, hay 680 civiles y 826 uniformados lesionados.
Aunque mayoritariamente pacíficas, algunas protestas derivaron en violentos choques con la policía y destrozos que el gobierno vincula con «vandalismo alimentado por grupos armados ilegales».
Pero la fuerza pública está bajo fuertes cuestionamientos por presuntas violaciones de derechos humanos que le han valido críticas inusuales de la comunidad internacional.
«Siento que no puede haber un diálogo cuando uno habla y lo matan», habrá discusiones «cuando se respete y se escuche al pueblo», dijo a la AFP Laura Ramírez, estudiante de enfermería de 17 años, durante una de las movilizaciones en Bogotá.
Este viernes, Duque reafirmó su voluntad de diálogo. «Sí a la conversación, sí a construir, pero definitivamente no a los bloqueos, porque los bloqueos no son pacíficos, le están alterando los derechos» a los ciudadanos, dijo.