La investigadora Claudia Lanari y su equipo está desarrollando un prometedor trabajo sobre el comportamiento de la progesterona.
Existen diversos tipos de cáncer de mama. Es la razón por la cual los pacientes no siempre responden a las terapias actuales. En general, esta afección se trata bloqueando el receptor hormonal de estrógenos. Con un enfoque innovador, Claudia Lanari, investigadora superior del CONICET y directora del Laboratorio de Carcinogénesis Hormonal del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME),y su equipo están desarrollando una investigación sobre el comportamiento de otra hormona femenina, la progesterona.
“Nos interesa estudiar bien qué función cumplen los receptores de esta hormona en el crecimiento tumoral”, señala Lanari a a Con Bienestar, y agrega: “es así como vimos que los receptores de progesterona están formados por al menos dos moléculas. Hemos podido dilucidar que pacientes que tienen más de una que de otra son los que podrían responder a otra antihormona, que es el antiprogestágeno”
Este nuevo desarrollo abre las posibilidades para que los pacientes que presentan estas características moleculares puedan tener un nuevo tratamiento.
A partir de esto, el equipo de Lanari realizó un ensayo clínico denominado “Ventana de Oportunidad”. “Hemos tratado por 14 días con esta antihormona a pacientes que tenían esta forma del receptor de progesterona y estamos ahora evaluando los resultados, que son alentadores”, señala la experta. El estudio fue posible gracias al aporte de distintas agencias, instituciones y donantes individuales.
“Quiero destacar el aporte de ‘Cáncer con Ciencia’ de la Fundación SALES, que nos ha permitido enviar a secuenciar los tumores, antes y después del tratamiento, para ver aquellas vías que se activan o desactivan con esta antihormona”, remarcó. Esto permite ir conociendo más profundamente todos aquellos factores que están jugando un rol importanteinhibiendo el crecimiento tumoral, y a su vez poder elegir otros marcadores que permitan tratar mejor a estos pacientes.
“La medicina del futuro parte de la base de que no todos los pacientes responden igual a todos los tratamientos, por lo cual se necesitan permanentes investigaciones; con este aporte, vamos a poder tener un estudio muy completo y competitivo internacionalmente”, destaca Lanari, quien además integra el programa científico que llevan adelante Cáncer con Ciencia de Fundación Sales y el CONICET.
No hay un método para prevenir el cáncer de mama de manera absoluta, pero sí hay medidas que se pueden tomar que podrían disminuir el riesgo probabilidad de aparición de la enfermedad.
Los hábitos de vida saludables disminuyen el riesgo de aparición de cáncer de mama: ejercicio físico aeróbico, no fumar, llevar una dieta baja en contenido graso y con alto consumo de frutas y vegetales, moderar la ingesta de alcohol, y mantener un peso dentro de los límites normales.
Existen otros factores de riesgo que no pueden ser modificados y que los médicos consideran a la hora de evaluar a los pacientes. Son los antecedentes personales o familiares de cáncer de mama, o enfermedades mamarias predisponentes, haber recibido radioterapia en el tórax, algunas terapias de reemplazo hormonal, una primera menstruación a edad temprana o menopausia tardía, un primer parto en edad avanzada, no tener hijos o no haber amamantado.