Recordemos que el ministro de Seguridad denunció penalmente por presuntas “calumnias e injurias” al propietario de Cholila Online, todo porque no le gustaba que le demos difusión a lo penoso de su gestión en el “ala dura” del gobierno de Arcioni.
Los jueces del Superior Tribunal de Justicia rechazaron esta semana el recurso de apelación presentado por los abogados de Massoni, por encontrarse infundado y por ende improcedente. Como consecuencia finalizó el proceso judicial con sentencia favorable a Darío Fernandez.
Federico Massoni ahora deberá pagar un millón de pesos argentinos por interponer un mamarracho de querella, infundada de principio a fin, utilizando el aparato de justicia del Estado al parecer con el solo objeto de “Perseguir” a Fernàndez.
Lo más cómico es que Massoni se quejaba en la anterior instancia, porque consideraba exorbitante a la suma de $540.000, a la cual había sido condenado a pagar por la jueza María Tolomei.
Cabe destacar que quienes oficiaron de abogados de Massoni fueron: Martín Sebastián Castro (al mismo tiempo funcionario de Massoni en el ministerio) y Rodrigo Miquelarena, el sobrino del procurador general Jorge Miquelarena.
Claramente, el ministro de Seguridad tendría a estas alturas el mismo poder que un empleado con planta transitoria de Fontana 50 y la verdad, que no sería para nada sorprendente que ahora salga a despotricar en contra de los magistrados del alto tribunal, por haber sido derrotado con humillación en una causa que él mismo armó.
Estamos en condiciones de aseverar que es la primera vez que en nuestra provincia vemos a un ministro de Seguridad que pareciera estar más concentrado en perseguir judicialmente a un periodista opositor que en bajar la tasa delictiva de Chubut.
Resta preguntarnos ¿de donde va a sacar el dinero para pagar su condena pecuniaria?, queremos creer que piensa hacerlo de su patrimonio personal… ¿o no?
Lo vemos al ministro de Seguridad un poco desvirtuado con respecto a sus funciones: la provincia se cae a pedazos, los policías están cobrando miserias y encima les deben, la tasa delictiva está aumentando exponencialmente, se le fugan presos muy peligrosos y no los puede encontrar (a pesar de la cantidad de gastos en unidades especiales, inteligencia, cámaras de seguridad y personal que viene realizando), crece el narcotráfico, etc. Sin embargo, Massoni parece más preocupado en dos cosas: vencer a Darío Fernandez y ser senador.
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