Se trata del sargento Luis Américo Moggiano a quien podrían pedirle la detención y la prisión preventiva, en un proceso judicial en el que también deberían estar dando explicaciones quienes gobernaban la Policía del Chubut al momento en que ocurrió el crimen; los hermanos Miguel y Paulino Gómez, el oscuro Néstor “El Tero” Gómez Ocampo y hasta Federico Massoni; el que era ministro de Seguridad en ese entonces, quien llegó a justificar en la Legislatura el sangriento procedimiento que terminó con la vida del productor Martín Alejandro “Tino” John.
En el proceso judicial que se sustanciará en la Oficina Judicial de Esquel a partir de este 20 de setiembre la última pareja del fallecido, Claudia Costa Basso, actuará como querellante y la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación, a través de la Dirección de Políticas contra la Violencia Institucional se presentó el 6 de setiembre en el expediente para colaborar en la investigación como “Amicus Curiae”. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) del Noroeste de Chubut por su lado, también pidió ser admitida como querellante.
A “Tino” John lo asesinaron a sangre fría en su casa del paraje chubutense de “Las Golondrinas”. Fue el 28 de mayo de 2021. Era un paciente psiquiátrico –según se dijo desde un comienzo— y ese día en que lo mataron estaba armado, y disparaba hacia el exterior de su domicilio. Se aseguraba desde la misma policía del lugar que ponía en riesgo la vida de sus vecinos y por eso “alguien con autoridad” convocó al GEOP de Rawson, que en vez de llegar a la vivienda del hombre, desarmarlo y trasladarlo a un hospital originaron un operativo –confuso y polémico— que terminó en su asesinato.
¿Tendría que haber más imputados en la causa? La lógica, el sentido común y las leyes indicarían que sí. Pero el fiscal Carlos Díaz Meyer ¿iría contra aquellos que habrían impartido órdenes al GEOP para que actuara en aquel criminal procedimiento? A juzgar por las declaraciones que ha hecho a “medios amigos” de la fiscalía no.
Desde un tiempo a esta parte se ha tratado de instalar la idea de que el Grupo de Operaciones Policiales actuó por sí solo y que el policía que mató a John también en una evidente intención de “despegar” de la investigación a quien o quienes mandaron al GEOP a la casa del fallecido y a los que autorizaron al asesino a que disparara.
En este contexto no resulta para nada extraño que hayan “desaparecido” evidencias del expediente, tal como lo denunciaron en su momento los propios hijos de la víctima y que desde la misma institución policial no se haya realizado nunca una investigación de lo ocurrido.