La localidad andina se ha convertido en un escenario de gran tensión política tras bambalinas entre el Concejo Deliberante y el poder ejecutivo de la ciudad.
Héctor Ariel Molina, el intendente de Corcovado, se niega a bajarle los fondos que corresponden al concejo y por ende los miembros de la casa de leyes de la ciudad están atravesando una situación financiera sin precedentes.
Por supuesto que todos los análisis apuntan a una maniobra de coerción por parte de intendencia que buscaría “disciplinar” políticamente a los miembros del concejo, dado que en razón del faltante dinerario el órgano carece de posibilidades de remunerar al personal del edificio, pagar a los abogados, ajustar debidamente la dieta de los ediles y demás; en síntesis, la cosa sería: “o haces lo que yo digo o no recibís la plata”.
La ejecución presupuestaria del 2021 arrojó un faltante de $ 15.375.471,6, hasta ahora no ha habido una explicación satisfactoria de parte de Molina.
Dinero no faltaría en las arcas del municipio, puesto a que hubo un ingreso extraordinario de $ 9.000.000, hecho que refuerza considerablemente la hipótesis de que habría inexistencia de voluntad de pagar por parte del intendente Molina por intereses meramente políticos.
En este contexto es que la concejala Daniela Pérez, quien se encuentra obviamente en las antípodas del intendente de Corcovado, estaría sufriendo una persecución política encarnizada por parte de éste.
En razón del conflicto entre ambos poderes es que los ediles solicitaron la convocatoria del intendente en dos ocasiones para exigir explicaciones, estas convocatorias fueron a través de las comunicaciones n° 02/22 del 9 de agosto y n° 03/22 del 23 de agosto.
Para cada una de ellas, Molina tenía su respectiva excusa para no asistir. Pero la firma de Pérez en esos requerimientos significarían represalias para ella más adelante.
El esposo de Pérez formaba parte del equipo de trabajo del Hospital Zonal de la localidad, un día lisa y llanamente se enteró de que no trabajaba más allí y cuando estaba a punto de efectivizarse la vigencia de un contrato que lo designaba como chofer, al parecer el propio intendente Molina se encargó de bajar línea para que se lo deje sin efecto, provocando que el marido de la edil quedara definitivamente desocupado.
Como si eso no fuera suficiente, la segunda semana de octubre la concejala recibió una especie de intimidación o “apriete” en una notificación proveniente del mismo despacho de Molina, donde se la intimó a actualizar una deuda que tiene con los pagos del terreno donde se encuentra su casa, el que al mismo tiempo estaría en venta.
Pérez asegura que está pagando como puede lo que le falta para integrar el capital de la deuda, pero sin dudas es inevitable no ver un tinte político detrás de esta “Última notificación” al igual que lo que le tocó pasar al marido. Una serie de circunstancias que fueron teniendo lugar casualmente luego de que Daniela Pérez firmara la convocatoria.
Pollito de Arcioni
Héctor Molina encontró su “alma mater” en el Frente Renovador, el partido dirigido nacionalmente por Sergio Massa. Encontró su par del partido en Alejandro Sandilo, conocido por haber sido el ex secretario privado de Arcioni y estar metido en cosas medias raras como la auto-contratación de su empresa ROTGEN SRL por medio del estado provincial con facturaciones de $ 4.7 millones y también por aparecer en la causa “embrujo” junto a sus amigos (tal cual como el los definió en audiencia judicial) Natalia McLeod y Diego Correa.
Molina, por ende, formaría parte del “grupete de los negocios” (privatización de la recaudación pública) comandado por Massa desde exteriores y segundeado por Arcioni y Antonena en el interior de la provincia.
De izq. a der.: Alejandro Sandilo, Sergio Massa y el polémico intendente de Corcovado Héctor Ariel Molina.
Si hay amistades empalagosas, nunca alguna va a ser como la de Molina y Arcioni. El intendente de Corcovado siempre se comportó como un verdadero soldadito del gobernador y ha manifestado sin prurito alguno su apoyo, durante la gestión provisoria con la cual Arcioni se había hecho cargado tras el fallecimiento de Das Neves, para que aquel gane las elecciones para gobernador. De hecho en aquella ocasión emitió las siguientes declaraciones (hemos colocado en negrita las partes vomitivas, advertimos):
“(…) la candidatura de Mariano Arcioni para repetir la Gobernación creo que es excelente. Yo tuve la suerte de conocerlo a él antes de que sea gobernador y siempre supe la clase de persona que es. Un hombre transparente, honesto que siempre va a decir la verdad y nunca le va a mentir a ningún chubutense”
Luego de eso, se han convertido en Winnie the Pooh y Piglet, amigos inseparables. ¿Huirán juntos cuando llegue la noche negra?
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