Los datos surgen de un relevamiento en datos oficiales del ámbito provincial y nacional, a los que tuvo acceso exclusivo ADNSUR, para verificar la evolución de una parte importante de la comercialización del crudo que se produce en la provincia, que habitualmente exporta entre el 30 y 40% de su producción total.
Aunque la comparación es contra el año 2020, que fue un período de altas exportaciones por la pandemia, la merma de los años subsiguientes cae también por debajo de los valores de los períodos anteriores, que oscilaban en torno a los 15 millones de barriles por año.
Así, en 2021, las exportaciones de petróleo de Chubut bajaron hasta los 12,5 millones de barriles y en 2022, hasta los 11,9 millones de barriles.
Los datos correspondientes al lapso enero-abril de 2023 arrojan unos 3 millones de barriles, lo que significaría que al proyectarse por 3 cuatrimestres, las ventas externas del petróleo chubutense llegarían solamente hasta los 9 millones de barriles en este año, lo que significaría la mitad de 2020.
Las razones de mercado detrás de la caída
El problema, según explican fuentes que conocen la industria desde adentro, se origina en razones de mercado, ya que hasta el año 2020 China fue uno de los principales compradores del crudo Escalante, cuando demandaba cerca de 7 millones de barriles por año.
En ese año, las ventas externas crecieron no sólo desde esta provincia, sino también desde la cuenca Neuquina, a raíz de que el mercado interno tenía su demanda interna prácticamente paralizada, debido a la extensión del aislamiento obligatorio.
Y si bien hubo una caída generalizada en casi todo el mundo, las exportaciones del país debieron crecer ‘a la fuerza’, ya que colmar las capacidades de almacenamiento hubiera implicado paralizar la producción, lo que a la larga habría traído mayores costos a la hora de intentar normalizar los yacimientos.
Fue por ese motivo que -en aquel período- incluso, las exportaciones se hacían a precios sumamente bajos, ya que ante la falta de demanda en el mundo sólo los precios cayeron y se mantuvieron bajos durante todo aquel período, posibilitando el acopio de países con capacidad para el almacenamiento.