Según el revelamiento mensual que realiza el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), en promedio los precios de los distintos cortes registraron en el AMBA, Rosario y Córdoba una variación del 0,6% con respecto del mes anterior.
La historia es recurrente. Como viene sucediendo mes a mes, el incremento de la carne vacuna en el mostrador se mostró nuevamente por debajo de la inflación de septiembre pasado, lo que representó casi tres puntos por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, que alcanzó un 3,5%. En detalle, en los primeros nueve meses del año, esta proteína cárnica subió un 32%, con una variación interanual del 151%. En el sector de la carne expresaron que los carniceros están con márgenes casi el límite. La recomposición de precios vendrá, dijeron, entre el 15 de diciembre próximo y enero.
En comparación con las otras carnes, según se desprende del estudio, el precio del pollo fresco mostró una variación del 4,3% en septiembre con respecto a agosto, que totalizó un incremento del 54% en los nueve meses del 2024 y, comparando con los valores de septiembre 2023, la suba fue del 200%. Por su parte, el precio del pechito de cerdo tuvo una variación del 8,2% con relación al mes anterior, un 21% en los nueve meses del año y un 187% en comparación con septiembre 2023.
En esa línea, el documento destacó que en los puntos de venta que atienden en barrios de nivel socioeconómico altos, los valores de la carne vacuna no varió su precio; en los niveles medios la suba fue del 0, 3%, mientras que en aquellos que atienden al nivel socioeconómico bajo los precios aumentaron un 1,4%.
“El comportamiento de los precios de la carne vacuna durante septiembre mostraron alzas en todas las zonas del AMBA relevadas: en el sur de GBA un 0,9%; en CABA, un 0,7%; en el norte de GBA, un 1,3% y; en el oeste de GBA, un 1,2%. Por punto de venta, existen diferencias en el transcurso del mes pasado: los precios variaron un 0,9%, con respecto a agosto en las carnicerías; mientras que en los supermercados se observa una caída del 0,1%”, dijo el Ipcva.
En tanto, al analizar la evolución de precios entre los supermercados en relación a las carnicerías se puede ver que “los precios en los supermercados son relativamente más caros que las carnicerías en septiembre: con un kilo de carne promedio de supermercado se compra 1,02 kilos de carne promedio en las carnicerías”.
“Las principales alzas en precios promedio durante septiembre se dieron en el matambre, tapa de asado y asado (1,9%), el lomo (1,5%) y el vacío (1,4%). En cambio los cortes con mayores caídas en sus precios fueron la cuadrada (0,5%) y la paleta (0,2%)”, agregó el documento publicado.
Con respecto a las diferentes categorías de hacienda, teniendo en cuenta los valores en el Mercado Agroganadero de Cañuelas, el estudio señaló que “la carne de novillito mostró variaciones en sus precios del 0,4%, la carne de novillo un 1,2%, la carne de vaquillona y ternera un 1,2% en relación a los valores de agosto: en promedio, el precio de la categoría liviana de consumo minorista tuvo un aumento del 0,6% comparándolo con el precio del mes anterior”.
Adrián Bifaretti, consultor del Ipcva, adelantó que de acá a fin de año la Argentina va a terminar con un 7 u 8% menos de faena que el año pasado. Comentó que 2023 fue un año extremadamente alto en cuanto a faena y en lo que queda del 2024 hay una recuperación importante, fundamentalmente por toda la hacienda de feedlot que ingresó durante el primer semestre, incentivada por condiciones de un negocio favorable.
“Esa hacienda ya está saliendo, por lo cual ahí hay un ritmo más que interesante y ya tenemos una situación en donde hay abundante oferta en el mercado (vaquillonas y novillitos). Eso hace que el precio de la hacienda y de la carne en general este año haya ido por debajo de la inflación, a diferencia de lo que ha sucedido en 2023″, detalló.
Según dijo, “algunos hablan de recuperación, de colchón de ganado” y eso hace también que en esta estabilización en el precio también empiece a recuperarse algo el consumo interno de carne: “No a los niveles que uno pretendería, pero sí es cierto que, por ejemplo, frente al pollo ha habido un abaratamiento cuando uno evalúa la cantidad de kilos de asado que se puede comprar en equivalente a kilos de pollo: en 2022 se compraban con un kilo de asado 3,5 kilos de pollo y ahora estamos hablando de 2,9 kilos de pollo, una principal carne alternativa”.
Para Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), la incertidumbre que tienen los carniceros es muy grande porque los márgenes de ganancia casi están al límite. “La pequeña variación ha sido quizás porque han levantado algún producto y bajado otros, pero imagínate que a un 3,5% de inflación, una variación del 0,6% es nada”, dijo a LA NACION.
En ese sentido, el organismo destacó que, actualmente cortes como el peceto (11,5%), el lomo (22%), el asado (3,2%) y la colita de cuadril (19%) tienen un precio superior en supermercados. Y que en cambio la falda tiene una diferencia del 28,9%, como también la picada común (18,6%) y la carnaza común (16%) que son más económicos en las grandes superficies: “En los cortes más demandados, como los de la rueda, utilizados principalmente en la preparación de milanesas, la diferencia de precios se acerca al 0,9% en el caso de la nalga, siendo el precio más económico en el carnicería”.
Por otro lado, el dirigente aseguró que no va a haber en los próximos meses una gran suba en los precios de la carne en el mostrador, de hecho los valores al alza de la hacienda en pie también han mermado.
“Ahora se está acomodando de nuevo pero no ha habido una suba importante de enero a la fecha. Es más, hubo un pequeño retroceso en cuanto a la carne (media res), quizás no tanto a la hacienda. Puede ser que en el negocio tampoco se ve tanto la baja porque han subido los costos fijos como la luz, los alquileres y todos los impuestos en general”, indicó.
En un escenario futuro, Rafael señaló que la recomposición se dará entre el 15 de diciembre y enero. “No veo que vayamos a tener problemas para las Fiestas, pero luego vendrá la actualización del valor porque viene muy retrasado. El ajuste será para mediados de enero y quizás no sea tan fuerte y se prolongue más hacia febrero por el tema de que hay poca gente por vacaciones y poco consumo, pero es medio difícil hacer futurología en la Argentina”, cerró.
Para Bifaretti, “lo único que puede llegar a hacer que el precio del novillo de consumo y la carne aumente es justamente que se termine la hacienda de feedlot”.
“Cuando esto suceda es posible recién esperar algún incremento de precios importante, más allá de lo que puede llegar a pasar en las Fiestas”, dijo y agregó: “En cuanto al mercado internacional, la Argentina va a terminar probablemente con récord de exportaciones de carne. Hay en principio alguna recuperación de los mercados internacionales, pese a los precios bajos; China está muy firme y la Argentina está muy fuerte [para vender]”.