El Teatro Nacional Cervantes
El secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, visitó el miércoles 5 de febrero el Teatro Nacional Cervantes junto con su director Gonzalo Demaría. Para conocer el hallazgo de los damascos originales por parte del equipo de restauración y conservación del Teatro. Asi lo informó el Gobierno Argentino
Traída desde España en 1921 por la fundadora del Cervantes, María Guerrero. Se trata de la seda original que enteló las paredes del Salón Dorado durante sus primeros años de funcionamiento. Actualmente, se encuentra en renovación para ser un espacio más de expresión del arte.
Además, gracias al estudio histórico del director Demaría, podrán ser apreciados por todo el público. El descubrimiento, entre otras piezas que recuperan los equipos especializados. Tiene un alto valor histórico y cultural para la Argentina.
“Vinimos al querido Teatro Nacional Cervantes para ver los damascos encontrados de 1921 y que hoy los están restaurando. Muy pronto van a poder disfrutarlos todos los argentinos. Recorrimos el Salón Dorado. El depósito histórico del vestuario y las salas”, señaló el secretario Cifelli durante la visita.
Nueva gestión
Por su parte, Gonzalo Demaría explicó: «Las obras de rescate patrimonial y puesta en valor del Teatro Nacional Cervantes. Iniciadas con la nueva gestión, descubrieron este verano la seda original que trajo María Guerrero desde España, en 1921.
El hallazgo es importante porque permite devolver a esta magnífica obra arquitectónica y decorativa su esplendor original. Ese entelado, según habíamos descubierto en una crónica de la época, era de color verde. Lo que hacía contraste con el oro viejo de las columnas y los portales«.
Su huella se había perdido en 1961, cuando un incendio obligó a cerrar el teatro hasta su restauración y reapertura en 1968. Entonces, el entelado original, que el humo había obligado a retirar, fue reemplazado por el actual.
El cual es un textil dorado que al empatar su color con columnas y portales aplanó visualmente el espacio y quitó relieve a su trabajada arquitectura. Este segundo entelado fue arruinado por una filtración de agua en la década de 1980 que lo manchó de manera irreversible. Por otro lado, desde que este espacio es utilizado para representaciones teatrales de formato pequeño, el montaje de escenografías también afectó la yesería, debido a golpes accidentales y demás.
En síntesis, ya son tres las generaciones que se pierden la experiencia de conocer este magnífico salón en su esplendor. Por lo tanto, el Teatro tomó la decisión de restaurarlo. Para protegerlo de nuevos daños, se decidió realizar en él espectáculos site specific. Es decir, aquellos pensados para determinado espacio, integrando la arquitectura a la dramaturgia.