Crueldad animal. Un turista chileno filmó una escena desoladora, un puma muerto y atado con alambre en un tramo de la ruta que une Perito Moreno y El Calafate.
La imagen desató el repudio de ambientalistas y vecinos ante métodos ilegales que, además de violar la Ley Nacional de Conservación de la Fauna, amenazan el equilibrio ecológico de Santa Cruz, según publicó La Opinión Austral.
A mitad de camino entre Perito Moreno y El Calafate, sobre la emblemática Ruta 40, un turista chileno dio con una escena desgarradora: un puma muerto, atado con alambre, como si fuera un trofeo de guerra. Las imágenes, difundidas por la organización ambientalista Pumas Chile, desataron una ola de indignación en redes sociales y en la comunidad local.
“Una de las cosas más tristes que vi en mi vida”, relató Sergio Antonio Barbieri, el viajero que filmó el macabro hallazgo. En el video se puede ver su mano temblorosa acariciando el cuerpo inmóvil del felino y se lo escucha decir: “No sé que le habrá pasado, es precioso poder tocarlo y es gigante. Hubiera preferido encontrarlo con vida”.
Barbieri explicó que la escena se produjo “mucho antes de El Calafate, a más de dos horas desde la ciudad de Perito Moreno, en dirección sur”, un dato que Pumas Chile compartió para “comprender el contexto y poder actuar con responsabilidad”.
Reacción y repudio generalizado
La publicación en el Instagram de Pumas Chile no tardó en viralizarse entre vecinos, turistas y organizaciones ambientalistas. “En Santa Cruz, como en otras provincias del país, existen reclamos históricos por ataques al ganado, y algunos productores han llegado a justificar métodos extremos para controlar a depredadores naturales como el puma”, advirtieron desde la ONG.
Sin embargo, los especialistas refutan cualquier justificación: “El puma no es el enemigo. El puma es parte del equilibrio”, sostienen al tiempo que denuncian el uso ilegal de trampas, armas de fuego y cacería nocturna fuera de la Ley Nacional N° 22.421 de Conservación de la Fauna.
Ley Nacional N° 22.421: prohibición y sanciones
La normativa vigente prohíbe la caza de especies protegidas como el puma y establece penas económicas y hasta inhabilitaciones para quienes la infrinjan. “Estos actos no son tradición ni defensa: son crímenes ecológicos”, sentenció una activista local, señalando que la impunidad y el silencio permiten que “siga muriendo la vida que todavía nos queda”.
“Se trata de elegir qué tipo de humanidad queremos ser”
En su post, Pumas Chile describió:
“Un puma muerto. Amarrado con alambre. Cazado por cobardes. Este video llegó a nuestras manos como un grito. […] La mano temblorosa del viajero acaricia al animal sin vida, tal vez como un gesto de respeto tardío, o como una manera de hacer visible lo invisible: la crueldad que muchos prefieren ignorar.”
La organización concluyó con un llamado urgente: “No se trata solo de proteger a un animal. Se trata de elegir qué tipo de humanidad queremos ser.”