Argentina avanza con una ambiciosa estrategia de reactivación minera que pone al cobre en el centro. El país proyecta inversiones por 20.000 millones de dólares en 21 iniciativas clave, con la expectativa de volver a posicionarse entre los principales productores globales de este recurso esencial.
Según datos de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), Argentina está enfocando su agenda minera en el cobre, por encima de otros recursos estratégicos como el litio, la plata, el oro y el uranio. La razón detrás de esta decisión radica tanto en el valor económico del cobre en los mercados internacionales como en su rol protagónico en la transición energética global.
Actualmente, se contabilizan 21 proyectos de cobre en distintas etapas de desarrollo en todo el país. De ese total, seis se encuentran en fases más avanzadas y concentran casi el total de la inversión proyectada: 19.521 millones de dólares.
Seis proyectos líderes marcan el camino
Las iniciativas con mayor nivel de avance prevén iniciar su producción entre 2027 y 2031, y están en manos de empresas mineras de alto perfil internacional:
- Vicuña: proyecto conjunto entre Lundin Mining (Canadá) y BHP (Australia)
- Los Azules: a cargo de la canadiense McEwen
- El Pachón: propiedad de la suiza Glencore
- PSJ: impulsado por la suiza Zonda Metals GmBH junto a la argentina Alberdi Energy
- Taca Taca: bajo el desarrollo de First Quantum (Canadá)
- Mara: también propiedad de Glencore
Estas iniciativas no solo apuntan a la explotación del cobre, sino a reactivar una industria que ha tenido una fuerte caída en las últimas décadas.
De la caída histórica al nuevo impulso
Argentina supo alcanzar en 2002 su pico de producción de cobre con 203.700 toneladas. Sin embargo, la historia cambió en 2018 con el cierre de la mina Bajo La Alumbrera, lo que provocó un declive abrupto. Para 2024, la producción nacional de cobre se redujo a apenas 14.500 toneladas, provenientes únicamente de la mina Lindero, ubicada en Salta, que opera como productora secundaria.
En el plano exportador, el contraste también es fuerte. Mientras que en 2007 el país alcanzó un récord con 1.939 millones de dólares en exportaciones de cobre, este año la cifra se desplomó a tan solo 3,5 millones de dólares.
Una oportunidad estratégica para el país
La CAEM sostiene que, de concretarse la puesta en marcha de los seis proyectos clave, Argentina podría posicionarse nuevamente dentro del top 10 mundial de productores de cobre. Esto significaría no solo una recuperación económica del sector, sino también un rol clave del país en el abastecimiento de minerales esenciales para la transición energética y tecnológica a nivel global.
Según informó el medio chileno REDIMIN, este proceso de reconversión minera coloca al cobre como un recurso central para los próximos años, lo que podría abrir las puertas a nuevas inversiones extranjeras y a la consolidación de alianzas estratégicas internacionales.
Con inversiones millonarias en juego y el respaldo de grandes actores globales, Argentina redobla su apuesta por el cobre y busca retomar un papel protagónico en la minería internacional. La próxima década será clave para confirmar si esta apuesta se transforma en una nueva era de crecimiento sostenido para el sector.