La petrolera adquirió dos bloques estratégicos en Neuquén y planea producir 20.000 barriles diarios hacia 2028 con una inversión de hasta US$600 millones.
GeoPark, con sede en Bogotá y dirigida por Felipe Bayón, oficializó su ingreso en Vaca Muerta, el yacimiento de hidrocarburos no convencionales más importante de Argentina. La compañía cerró la compra del 100% de la participación de Pluspetrol en los bloques Loma Jarillosa Este y Puesto Silva Oeste, ubicados en Neuquén, en una operación valuada en US$115 millones.
Transferencia de bloques y aval del gobierno neuquino
El acuerdo implica la cesión de 12.300 acres brutos en la denominada “ventana de petróleo negro” de Vaca Muerta, una zona clave en la producción de shale oil y gas. Actualmente, estos bloques generan entre 1.700 y 2.000 barriles equivalentes por día, de los cuales el 95% corresponde a crudo y el 5% restante a gas. Con esta adquisición, la producción proforma de GeoPark en la región se proyecta a 30.000 boepd para 2025.
La petrolera firmó dos actas acuerdo con el gobierno de Neuquén que aseguran la transferencia de las concesiones. En el caso del bloque Puesto Silva Oeste, se otorgó una licencia de explotación no convencional por 35 años, con una participación del 5% para la estatal Gas y Petróleo del Neuquén (GyP). GeoPark asumirá el 95% restante, cubriendo los gastos de GyP bajo un esquema de “carry” recuperable.
Proyecciones de producción y reservas
El plan de desarrollo contempla la perforación de 50 a 55 pozos adicionales en 15 plataformas, con el fin de alcanzar una producción de 20.000 boepd hacia finales de 2028. Según estimaciones, los recursos recuperables superan los 60 millones de barriles de petróleo, mientras que las reservas probadas y probables (2P) ascienden a 25,8 millones de barriles equivalentes.
Una vez alcanzado el pico productivo, la compañía calcula que estos activos podrían aportar entre US$300 y 350 millones de EBITDA ajustado, tomando como referencia un precio Brent de US$70 por barril. Para ejecutar este plan, la empresa prevé inversiones brutas de entre 500 y 600 millones de dólares hasta 2028, con un nivel de endeudamiento que alcanzaría un máximo de 2,5 veces el EBITDA en 2026, para luego descender a menos de una vez en los años posteriores.
Declaraciones y cierre de la operación
El CEO de GeoPark, Felipe Bayón, definió la compra como “un hito histórico que transforma a la compañía”, ya que le da acceso a una de las formaciones no convencionales más prolíficas del planeta. “Es una oportunidad única para aplicar y fortalecer nuestras capacidades distintivas con el fin de crear valor durante las próximas décadas”, sostuvo.
La operación será financiada con efectivo disponible y está previsto que se cierre antes de finalizar 2025, a la espera de la ratificación oficial por parte del gobierno de Neuquén.
Según informó Forbes, esta adquisición se alinea con la estrategia de GeoPark de combinar desarrollos orgánicos con adquisiciones clave para consolidar un crecimiento sostenible en América Latina.
Con este movimiento, GeoPark no solo refuerza su presencia en el mercado energético regional, sino que también apuesta a convertir a Vaca Muerta en uno de los pilares de su crecimiento a largo plazo.