La nueva plataforma biotecnológica desarrollada por investigadores del CONICET promete reemplazar fertilizantes químicos y mejorar la calidad de los alimentos
Un equipo de investigadores del CONICET, con sede en el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), formalizó la presentación de una patente que protege una plataforma tecnológica destinada a transformar la producción agrícola mediante nano-bioinoculantes y nano-biofertilizantes. La información fue difundida según Radio3.
Una innovación que busca reemplazar fertilizantes químicos
La patente presentada ante el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI) corresponde a un desarrollo tecnológico que combina microorganismos benéficos, nanopartículas de selenio y bacterias selenizadas.
Este enfoque, trabajado desde 2016 por la Dra. Micaela Pescuma, el Dr. Omar Ordoñez, la Dra. María Laura Vélez y el Dr. Ariel Marfetán, propone una alternativa sustentable que reduzca el uso de fertilizantes químicos en producciones frutihortícolas.
Según explicaron los científicos, la tecnología permite incrementar los rendimientos, mejorar el valor nutricional de los alimentos y disminuir residuos químicos, beneficiando así al ambiente y a la salud humana.
Alcance de la patente y proyección internacional
El desarrollo no sólo está protegido en Argentina, sino que el equipo también busca ampliar la cobertura a nivel global mediante el sistema PCT (Patent Cooperation Treaty).
La patente resguarda la plataforma completa: la idea, el proceso de producción y el marco conceptual que le da sustento. Esto habilita la creación de una familia de productos basados en el mismo principio biotecnológico.
Un hito institucional para el CIEFAP
Para el CIEFAP, esta presentación representa un avance histórico. Se trata de la primera patente vinculada a una línea de investigación generada dentro de la institución, lo que fortalece su capacidad de transferencia tecnológica y abre nuevas puertas hacia el sector productivo.
El logro posiciona al centro y a los investigadores en un rol clave dentro de la innovación científica aplicada al agro, un campo donde la demanda de soluciones sustentables continúa en crecimiento.
La nueva patente del CONICET marca un paso decisivo hacia una agricultura más sostenible, eficiente y orientada al cuidado ambiental. Una innovación nacional con potencial de impacto global.




