La situación del financiamiento educativo en Argentina atraviesa uno de sus momentos más delicados según un informe presentado por Argentinos por la Educación, en una lectura que combina el análisis de los presupuestos provinciales, la evolución de los salarios docentes y la proyección del gasto nacional para 2025.
El coordinador de Investigaciones, Martín Nistal, advirtió en diálogo con “El Quinto Poder” por #LA17 que “las provincias han ajustado mucho” y señaló que los recortes no se limitaron al Gobierno nacional.
El estudio compara los números de los últimos diez años y concluye que 21 de las 24 jurisdicciones redujeron su inversión real en educación respecto de 2023. Nistal explicó que “tres de cada cuatro pesos que se invierten en educación los ponen las provincias”, por lo que el análisis debía concentrarse en cómo administran sus presupuestos y en qué medida protegen salarios y funcionamiento escolar. De acuerdo con el trabajo, 19 provincias se encuentran por debajo de los niveles que registraban en 2014.
Uno de los puntos más sensibles del informe es el deterioro del salario docente en términos reales, dato que impacta de forma directa en la capacidad de los sistemas provinciales para atraer y retener personal. Al repasar el comportamiento de la región patagónica, el informe muestra un cuadro diverso: mientras Neuquén incrementó su presupuesto educativo y Río Negro mantuvo una proporción similar a la de hace una década, Tierra del Fuego, Santa Cruz y Chubut registraron presupuestos corregidos por inflación. Para los autores del documento, estas diferencias marcan senderos opuestos en la gestión de la educación según cada jurisdicción.
La discusión se vuelve más compleja cuando se incorpora la proporción del presupuesto provincial destinada a educación. Nistal destacó que en el caso de Chubut ese porcentaje se mantuvo relativamente estable en los últimos cuatro años, cercano al 23%. “Si el salario docente cae, eso repercute en toda la pirámide”, indicó, al explicar que el efecto alcanza a directivos y a maestros con menos antigüedad.
El análisis también revisa el presupuesto nacional proyectado. Según los cálculos presentados por Argentinos por la Educación, para 2026 la inversión nacional en educación sería del 0,75% del PBI, muy por debajo de los registros previos. El informe señala que “solo el año 2015 se cumplió el piso del 6% del PBI” previsto por la Ley de Educación Nacional, un objetivo consolidado entre Nación y provincias que, a más de una década, parece cada vez más distante. Incluso el proyecto de presupuesto enviado por el Gobierno elimina ese artículo, pese a que ya no se cumplía.
En otro tramo de la entrevista, Nistal se refirió al vínculo entre ajustes, calidad educativa y decisiones presupuestarias. “No necesariamente planchando el salario de los docentes se busca eficiencia; el ajuste no es en gasto ineficiente, es en recorte salarial”, sostuvo, al cuestionar la orientación de los recortes y el impacto sobre quienes sostienen el sistema educativo en condiciones complejas. Propuso revisar qué parte del presupuesto provincial se destina a inversión efectiva y qué parte se diluye en gastos improductivos.
La conversación cerró con una reflexión sobre el sentido social de la educación y las consecuencias de las políticas presupuestarias actuales. El investigador afirmó que “no hay muchas razones para justificar estos ajustes” y que la prioridad debería estar en proteger a los docentes que cumplen con su tarea. También subrayó que los informes buscan aportar evidencia para el debate legislativo, especialmente en un momento en que Nación y provincias discuten presupuestos que determinarán el funcionamiento del sistema educativo en 2025. Información extraída de LA17.




