Irak celebra este martes elecciones parlamentarias en un inusual contexto de estabilidad para el país, marcado por años de conflictos.
Más de 21 millones de ciudadanos están convocados a las urnas, aunque se anticipa una baja participación.
Un país que busca superar décadas de conflicto
Los centros de votación abrieron a las 07:00 hora local y permanecerán abiertos durante 11 horas. Irak ha experimentado una «inusual estabilidad» en los últimos años mientras intenta superar décadas de guerra, primero bajo el régimen de Saddam Hussein y luego tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2003.
El escepticismo ciudadano y los desafíos pendientes
A pesar de la calma relativa, persisten graves problemas estructurales. El estudiante universitario Al Hasán Yasin expresó el desencanto generalizado: «Cada cuatro años ocurre lo mismo. No vemos caras jóvenes ni nuevas energías capaces de lograr un cambio». La corrupción endémica y los servicios públicos deficientes han erosionado la confianza en el proceso electoral.
Los candidatos y la ley electoral cuestionada
Más de 7.740 candidatos, con casi un tercio de mujeres, compiten por los 329 escaños del Parlamento. Sin embargo, solo 75 son independientes, en un sistema electoral que los críticos consideran favorece a los partidos grandes. El primer ministro Mohamed Shia al Sudani aspira a un segundo mandato tras gobernar bajo la bandera de la estabilidad y reconstrucción.
Con una participación que podría caer por debajo del 41% registrado en 2021, estas elecciones representan tanto un logro por realizarse en condiciones de paz como un desafío para demostrar que la democracia iraquí puede traer mejoras concretas a la vida de sus 46 millones de habitantes. Información extraída del medio DW.




