El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este domingo que no está considerando la posibilidad de enviar misiles Tomahawk a Ucrania, marcando una posición clara frente a las solicitudes de Kiev y mostrando su cautela para evitar una escalada del conflicto con Rusia.
La decisión mantiene en pausa un debate estratégico dentro de la OTAN sobre el nivel de armamento que debe proveerse a las fuerzas ucranianas.
La postura de Trump: evitar la escalada
Trump se mostró escéptico respecto a un plan que permitiría a Estados Unidos vender misiles Tomahawk a países de la OTAN para que luego estos los transfirieran a Ucrania. El mandatario estadounidense manifestó claramente que «no desea escalar el conflicto bélico con Rusia», una posición que refleja su enfoque más cauteloso en comparación con administraciones anteriores. Los misiles Tomahawk tienen un alcance de 2.500 km, suficiente para alcanzar blancos en el interior de Rusia, incluyendo Moscú.
La reunión con la OTAN y las posiciones encontradas
En primer lugar, Trump y el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ya habían discutido este tema. Concretamente, mantuvieron una reunión en la Casa Blanca el 22 de octubre. Posteriormente, este viernes, Rutte brindó una actualización. Según trascendió, el líder de la OTAN indicó que el asunto aún está bajo revisión. Sin embargo, admitió con claridad un punto crucial: la decisión final depende esencialmente de Estados Unidos, ya que es el principal proveedor de este armamento. Esta postura cautelosa de Trump, por otro lado, contrasta marcadamente con los reiterados pedidos del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien insiste en la necesidad de obtener este tipo de armamento de largo alcance.
Las advertencias del Kremlin y el equilibrio geopolítico
La posición de Trump llega en un contexto de fuertes advertencias por parte del Kremlin, que ha manifestado su oposición a cualquier suministro de misiles Tomahawk a Ucrania. Moscú considera que este tipo de armamento representaría una escalada significativa del conflicto y ha alertado sobre posibles consecuencias. La decisión de Trump refleja el delicado equilibrio que busca mantener entre apoyar a Ucrania y evitar una confrontación directa con Rusia que podría tener imprevisibles consecuencias globales. Información extraída del medio El Mundo.




