La incorporación de Fausto Vera y Aníbal Moreno al mediocampo de River Plate en este mercado de pases está modificando los planes iniciales para varias piezas del plantel.
Una de ellas es Juan Carlos Portillo, quien llegó al Millonario a mediados de 2025 con la idea de establecerse como la opción para el puesto de «cinco». Sin embargo, seis meses después, su rendimiento dubitativo y la llegada de nuevos competidores podrían redefinir completamente su rol en el equipo que comandará Marcelo Gallardo durante 2026, según analizan especialistas en deportes.
El panorama actual muestra que el misionero, conocido por su versatilidad, estaría transitando hacia una función más defensiva. Con el mediocampo central ocupado por los nuevos fichajes y figuras como Enzo Pérez, todo indica que Portillo se perfila como una alternativa para la zaga central, rotando con Lautaro Rivero y Lucas Martínez Quarta, especialmente mientras Germán Pezzella se recupera de una grave lesión.
De promesa del mediocampo a posible defensor: ¿por qué cambió su ubicación?
Cuando River adquirió a Portillo desde Talleres junto a Matías Galarza Fonda, la intención era clara: reforzar el sector más débil del equipo. La banda roja venía de una seguidilla de intentos fallidos por cubrir la salida de balón con jugadores como Kranevitter, Castaño o Fonseca, por lo que la llegada de Portillo generó expectativas. Incluso se mencionó que el veterano Enzo Pérez, a sus 40 años, había tenido que cubrir esa posición por necesidad.
No obstante, la realidad deportiva tomó otro camino. Portillo, que a lo largo de su carrera ha disputado 63 partidos como defensor central, 61 como mediocampista ofensivo y 37 como lateral, no logró consolidarse en el centro del campo. Se lo vio inseguro en la distribución del juego y con dificultades para imponer el ritmo, cualidades esenciales para un «cinco» en el esquema de Gallardo. Este desempeño, sumado a la adquisición de Vera y Moreno, dos mediocampistas de perfil definido, aceleró la reubicación de su potencial dentro del plantel.
Su rendimiento mixto y la oportunidad que se abre en la defensa
Si bien no cumplió con las expectativas como mediocampista, Portillo sí mostró flashes de mayor solidez cuando fue alineado en la defensa. Su mejor partido con la camiseta de River, curiosamente, llegó desempeñándose como defensor central: en la victoria 1-0 sobre Racing por Copa Argentina, fue el jugador con más duelos ganados y el segundo con más despejes del encuentro.
Este antecedente, junto a la actual necesidad en la zaga, le abre una ventana de oportunidad. Con Pezzella fuera de actividad por una rotura de ligamentos cruzados y la posibilidad de que el club siga buscando un refuerzo para ese sector, Portillo podría ganar minutos como recurso polivalente y de rotación en la defensa. Su desafío será demostrar la consistencia y seguridad que no logró exhibir en el mediocampo.
Con el inicio de la pretemporada y el arranque del Torneo Apertura 2026, Marcelo Gallardo deberá tomar una decisión clave sobre el futuro inmediato de Juan Carlos Portillo. El jugador tiene por delante la chance de reivindicarse en una nueva posición y demostrar que su versatilidad es una virtud y no un inconveniente para un River Plate que, pese a las incorporaciones, necesita de todas sus piezas para salir de un año 2025 deportivamente decepcionante.




