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Puso fin a una de las misiones más fructíferas de la historia de la exploración del sistema solar.

El robot Opportunity, que recorría Marte desde 2004 y que confirmó que allí hubo agua alguna vez, oficialmente fue declarado muerto por la NASA, poniendo fin a una de las misiones más fructíferas de la historia de la exploración del sistema solar.

“Declaro terminada la misión Opportunity”, afirmó el jefe científico de la NASA, Thomas Zurbuchen, en una conferencia de prensa en Pasadena, California, en el Jet Propulsion Laboratory, desde donde se manejan los robots exploradores estadounidenses.

“Aunque es una máquina, es difícil decir adiós, es desgarrador”, declaró por su parte el jefe del programa, John Callas.

“No esté tristes porque se acabó, estén orgullosos de todo lo que nos enseñó”, dijo el expresidente Barack Obama en un tuit.

Y felicitó a todos los que participaron en la misión de la Nasa que “superó todas las expectativas, inspiró a una nueva generación de estadounidenses y que nos exige que sigamos en la investigación científica que presiona los límites del conocimiento humano”.

El contacto se había perdido el 10 de junio de 2018, cuando una tormenta de polvo envolvió el planeta rojo, oscureció la atmósfera durante varios meses e impidió que el vehículo recargara sus baterías solares.

Después de ocho meses y más de mil mensajes enviados desde la Tierra sin respuesta, la NASA había decidido que el último intento se realizaría el martes por la noche. Y así lo hizo: “No hemos escuchado nada como respuesta, así que es hora de decir adiós”, dijo Callas.

A lo largo de los meses de silencio, la comunidad de investigadores e ingenieros involucrados en el programa parecía haber hecho el duelo por el mítico rover.

“Engullido por una tormenta de polvo gigante que envolvió al planeta entero: ¿no había un final más apropiado para una misión más perfecta y valiente que la de Opportunity?”, dijo a la AFP Frank Hartman, que manejó el robot durante siete años.

“Es una celebración por tanto éxito”, afirmó después el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, refiriéndose a la duración de la misión y su contribución al conocimiento sobre la historia de Marte.

Sus cifras son únicas en la historia de la exploración planetaria: 45,16 kilómetros recorridos, más que el rover soviético Lunokhod 2 en la Luna en la década de 1970 y más que el rover conducido por los astronautas estadounidenses de la misión Apolo 17 a la luna en 1972 (35 km).

Opportunity también envió 217.594 imágenes a la Tierra, todas disponibles en Internet.

Un solo robot activo

Otros robots habían aterrizado en Marte antes que él, pero siempre en lugares planos, sin capacidad de desplazarse para explorar rocas o montañas visibles desde la distancia.

“Estábamos estancados y él nos desbloqueó”, dijo la ingeniera Jennifer Trosper, que trabaja en el sucesor de Opportunity, bautizada Mars 2020.

“Para el público general, Marte se convirtió en un lugar dinámico que se puede explorar todos los días”, dice la AFP Emily Lakdawalla, experta en exploración espacial que escribe para la Sociedad Planetaria.

“El robot era tan móvil que parecía una criatura animada”, continúa. “Tenía esta perspectiva casi humana en la superficie de Marte, sus ojos estaban separados como ojos humanos, a una altura de aproximadamente 1,50 metros sobre el suelo, como los humanos. Era como un avatar de la humanidad que viajaba sobre la superficie”.

Opportunity aterrizó en una gran llanura donde pasó la mitad de su vida, atravesando kilómetros de terreno e incluso atrapado durante unas pocas semanas en una duna de arena. Allí fue donde, con sus instrumentos de geología, confirmó que el agua líquida existió una vez en Marte.

En la segunda parte de su misión, remontó los lados del cráter Endeavor, realizó espectaculares tomas panorámicas y descubrió vetas de yeso, una nueva prueba de que el agua había fluido entre esas rocas.

Su gemelo Spirit aterrizó tres semanas antes que él y claudicó en 2010. Ambos superaron ampliamente las expectativas de sus creadores: sus misiones en teoría debían durar 90 días y, aunque las duraciones de las misiones a menudo se exceden, rara vez lo hacen tanto.

Solo un rover permanece activo en Marte, también estadounidense: Curiosity, que aterrizó en el planeta rojo en 2012. Este no depende del Sol porque su energía proviene de un pequeño reactor nuclear.

En 2021 se le unirá, en otro lugar del planeta, el robot recientemente bautizado Rosalind Franklin, en el marco de la misión europeo-rusa ExoMars.

Río Negro

Proyecto Dart de la NASA

La misión Dart se concretará en 2021 y su objetivo será Didymoon, la luna del asteroide Didymos.

La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) proyecta lanzar en 2021 la misión “Dart” con el objetivo de modificar la trayectoria de un asteroide.

El objetivo es impactar una carga de 500 kilos a 21.000 kilómetros por hora contra Didymoon, la luna del asteroide Didymos.

El impacto, que se producirá en octubre de 2022, debería provocar un cambio de velocidad en la luna de unos 0,4 milímetros por segundo.

Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA), mediante la misión Hera, planea llegar a Didymos en 2026 para estudiar el cráter creado por Dart.

“Estudiar bien el cráter es imprescindible para analizar el resultado del impacto de Dart y afinar los modelos teóricos de desvío de asteroides. Cuando tengamos un buen modelo teórico, podremos jugar con los parámetros como el tamaño, la masa o la porosidad del asteroide y aplicar los resultados para desviar otros astros en el futuro”, reveló Ian Carnelli, director del Programa de Estudios de Futuras Misiones de la ESA, en la Conferencia de Detección de Asteroides y Basura Espacial.

Cabe destacar que estos avances tecnológicos no podrán implementarse para desviar el asteroide 2006 QV89, que podría impactar contra la Tierra el 9 de septiembre.

 

diariopopular.com

La enorme cavidad de 350 metros de altura se detectó en el glaciar Thwaites, en el oeste del continente helado. El tamaño del hueco puede tener un papel crucial en la aceleración del aumento en el nivel del mar.

Según la NASA, se trata de un descubrimiento «inquietante».

Los científicos de la agencia estadounidense hallaron una cavidad gigantesca que crece a «un ritmo explosivo» en el fondo del glaciar Thwaites, en el oeste de la Antártica.

El hueco tiene 350 metros de altura, 4 km de ancho y 10 km de longitud, y se estima que contuvo en su interior 14 mil millones de toneladas de hielo.

La enorme fisura es un indicio de que la masa del glaciar se está desintegrando y podría causar un aumento en el nivel del mar más rápido de lo que se esperaba.

«El tamaño de la cavidad bajo un glaciar juega un papel importante en su derretimiento», explicó Pietro Millilo, investigador del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL por sus siglas en inglés).

«Cuanto más agua y calor penetren bajo el glaciar, más rápido se derretirá», agregó Millilo, autor principal del estudio publicado en la revista Science Advances.

Aumento del nivel del mar

El glaciar Thwaites tiene un tamaño similar al estado de Florida (cerca de 170.000 km cuadrados) y es responsable actualmente de cerca del 4% del aumento en el nivel del mar a nivel global.

Si todo el glaciar se derritiera, el nivel del agua aumentaría unos 65 centímetros.

Pero su colapso afectaría a su vez a otros glaciares que, al derretirse por completo, incrementarían el nivel del océano otros 2,4 metros.

Entre los años 1900 y 2016, el nivel del mar ha subido entre 16 y 21 cm.

Como dedos por debajo del glaciar

Thwaites es uno de los glaciares más vulnerables de la Antártica y los científicos buscan comprender los mecanismos que explican sus cambios.

Un factor clave es determinar la frontera o línea en la que el glaciar deja de estar sobre roca firme y pasa a flotar sobre el océano.

De la misma forma en que un buque encallado puede volver a flotar cuando se retira su carga, un glaciar que pierde hielo puede flotar sobre la roca a la que estaba antes sujeta, explicó la NASA en un comunicado.

Entonces la frontera retrocede, exponiendo parte del fondo del glaciar al agua.

«En la parte este del glaciar, esa frontera está compuesta por canales de un km de ancho, que actúan como dedos que se van extendiendo por debajo del glaciar para derretirlo desde el fondo», señaló Millilo.

Sensores en focas

«Sospechábamos desde hace años que el glaciar Thwaites no estaba sujeto firmemente a la roca subyacente», afirmó Eric Rignot, investigador de la NASA y otro de los autores del estudio.

«Y gracias a una nueva generación de satélites, podemos finalmente ver lo que está ocurriendo en detalle».

La cavidad fue revelada mediante radares que penetran el hielo con sus señales y son parte de la operación IceBridge («Puente de Hielo») de la NASA, que estudia las conexiones entre las regiones polares y el clima global.

La NASA señaló que el glaciar Thwaites es uno de los lugares más difíciles de alcanzar en la Tierra, el cual desde este año está siendo investigado por científicos de Estados Unidos y Reino Unido.

La iniciativa, denominada Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites, durará cinco años y es la mayor misión conjunta entre ambos países en la Antártica en más de 70 años.

Los científicos usarán vehículos autónomos sumergibles y fijarán sensores en focas para estudiar las condiciones oceánicas cerca del glaciar.

Aceleramiento

La Antártica en su conjunto está perdiendo hielo a un ritmo seis veces más rápido que hace cuatro décadas, según un estudio publicado por la NASA en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos, Proceedings of the National Academy of Sciencies.

El continente helado perdió cerca de 40 mil millones de toneladas de hielo cada año entre 1979 y 1989.

Pero esa cifra subió a cerca de 252 mil millones de toneladas de hielo anuales a partir de 2009, según el estudio.

 

24horas.cl

Objetivo: Ultima Thule, un objeto celeste situado a 6.400 millones de kilómetros de la Tierra, al que la sonda New Horizons se acerca a gran velocidad para poder fotografiarlo la noche de Año Nuevo en un sobrevuelo de alto riesgo.

Se trata del objeto más lejano que se ha estudiado nunca y con su captación la NASA celebrará su entrada en 2019, que será transmitida en directo en su sitio de internet (www.nasa.gov/nasalive) a partir del momento en que New Horizons pase sobre esta reliquia helada de los confines del sistema solar.

Una película de animación simulará el vuelo de la sonda, previsto para el martes a las 00H33 locales de Washington (05H33 GMT), con una canción compuesta para la ocasión por el guitarrista de Queen, Brian May, que también es doctor en astrofísica.

Será imposible, sin embargo, tener imágenes en directo de la sonda, ya que a esta distancia hacen falta más de seis horas para que una señal procedente de la Tierra llegue a New Horizons, y otro tanto para que regrese. Pero si todo marcha bien, las primeras imágenes de Ultima Thule llegarán a la Tierra a primera hora de la noche.

A medida que se acerca la hora, la excitación aumenta entre el equipo encargado de la misión: «¡Ya está! ¡El vuelo está en marcha! ¡@NewHorizons2015 está en forma y en camino! ¡La expedición más lejana de la historia!», tuiteó el sábado el científico Alan Stern.

– Cuidado con la velocidad

Ultima Thule se encuentra en el cinturón de Kuiper, un enorme disco cósmico que se remonta a la época de la formación de los planetas que los astrónomos llaman a veces «granero» del sistema solar.

Los científicos no saben si ese cuerpo celeste, descubierto en 2014 por el telescopio espacial Hubble, es redondo, alargado, o si se trata de un único objeto o de un agregado de materia. Tampoco están seguros de su tamaño, pero se calcula que es unas 100 veces más pequeño que el planeta enano Plutón.

Para comprobarlo, decidieron enviar a la sonda New Horizons a estudiarlo después de que ésta acometiera con éxito en 2015, nueve años después de su lanzamiento, su misión principal: enviar a la Tierra imágenes extremadamente detalladas de Plutón.

Esta vez «vamos a tratar de obtener imágenes de Ultima con tres veces más resolución que las imágenes de Plutón», explica Stern.

«Si lo conseguimos será espectacular».

Pero la misión es peligrosa. New Horizons recorre el universo a 51.500 kilómetros por hora y a esa velocidad si le impacta un fragmento del tamaño de un grano de arroz se destruiría instantáneamente. Si todo va bien, sin embargo, la sonda llegará a 3.500 km de la superficie de Ultima y sobrevolará el objeto a una velocidad de 14 km por segundo.

– Una isla lejana

Ultima Thule debe su nombre a una isla lejana de la literatura medieval. «Significa más allá de Thule, más allá de los límites conocidos de nuestro mundo, lo que simboliza la exploración más allá del cinturón de Kuiper», explicó la agencia espacial en un comunicado.

Descubierto en los años 1990, este cinturón se encuentra a unos 4.800 millones de kilómetros del Sol, más allá de la órbita de Neptuno, el planeta más alejado del sistema solar.

«Es la frontera de la astronomía», indica el científico Hal Weaver, de la universidad estadounidense Johns Hopkins.

«Por fin hemos llegado a los límites del sistema solar», se entusiasma. «Esos objetos están ahí desde el principio y creemos que no han cambiado. Vamos a verificarlo».

A pesar del cierre parcial de las administraciones federales, a causa de un forcejeo entre el presidente Donald Trump y la oposición demócrata sobre la financiación del muro en la frontera con México, la NASA, que depende de fondos federales, ha prometido que seguirá en funcionamiento.

Su administrador, Jim Bridenstine, ha prometido noticias también de otra sonda: OSIRIS-REx, que se pondrá en órbita alrededor del asteroide Bennu la noche de San Silvestre.

Jornada

La agencia espacial estadounidense NASA confirmó que Saturno está perdiendo rápidamente sus anillos por el campo magnético del planeta. El estudio publicado en la revista Icarus informó que los anillos son atraídos por la gravedad de Saturno como una lluvia de partículas de hielo.

¿QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO CON LOS ANILLOS DE SATURNO?

Los anillos de Saturno son en su mayoría trozos de hielo de agua que varían en tamaño desde granos de polvo microscópicos hasta cantos rodados de varios metros de ancho. Las partículas del anillo quedan atrapadas en un acto de equilibrio entre la atracción de la gravedad de Saturno, que quiere atraerlas hacia el planeta, y su velocidad orbital, que quiere lanzarlas hacia el espacio.

Las partículas diminutas pueden cargarse eléctricamente por la luz ultravioleta del Sol o por las nubes de plasma que emanan del bombardeo micrometeoroide de los anillos. Cuando esto sucede, las partículas pueden sentir el tirón del campo magnético de Saturno, que se curva hacia el planeta en sus anillos.

En alguna parte de los anillos, una vez cargados, el equilibrio de fuerzas sobre estas diminutas partículas cambia dramáticamente, y la gravedad del sexto planeta del sistema solar Saturno las empuja a lo largo de las líneas del campo magnético hacia la atmósfera superior.

Una vez allí, las partículas del anillo helado se evaporan y el agua puede reaccionar químicamente con la ionosfera de Saturno. Un resultado de estas reacciones es un aumento en la vida útil de las partículas cargadas eléctricamente llamadas iones H3 +, que se componen de tres protones y dos electrones. Cuando son energizados por la luz solar, los iones H3 + brillan en luz infrarroja.

Una impresión artística de cómo Saturno puede verse en los próximos cien millones de años. Los anillos más internos desaparecen cuando primero llueven sobre el planeta, seguidos muy lentamente por los anillos externos.

“ESTIMAMOS QUE ESTA ‘LLUVIA DE ANILLOS’ DRENA UNA CANTIDAD DE PRODUCTOS DE AGUA QUE PODRÍAN LLENAR UNA PISCINA DE TAMAÑO OLÍMPICO DESDE LOS ANILLOS DE SATURNO EN MEDIA HORA”, DIJO JAMES O’DONOGHUE, DEL CENTRO DE VUELOS ESPACIALES GODDARD DE LA NASA EN GREENBELT, MARYLAND EN UN COMUNICADO.

“ESTO ES RELATIVAMENTE CORTO, EN COMPARACIÓN CON LOS MÁS DE 4 MIL MILLONES DE AÑOS DE ANTIGÜEDAD DE SATURNO”, DIJO O’DONOGHUE.

Los primeros indicios de que existía la lluvia de anillos provinieron de las observaciones de Voyager 1y 2 de fenómenos aparentemente no relacionados: variaciones peculiares en la atmósfera superior (ionosfera) con carga eléctrica de Saturno, variaciones de densidad en los anillos y un trío de bandas oscuras y estrechas que rodean el planeta en las latitudes medias del norte. Estas bandas oscuras aparecieron en imágenes de la brumosa atmósfera superior de Saturno (estratosfera) realizada por la misión Voyager 2 de la NASA en 1981.

A los anillos les quedan menos de 300 millones de años para sobrevivir, incluso antes. Y según la tasa de infall, los anillos son sorprendentemente jóvenes, posiblemente no más de 100 millones de años.

“SOMOS AFORTUNADOS POR CONTEMPLAR EL SISTEMA DE ANILLOS DE SATURNO, EL CUAL PARECE ESTAR A LA MITAD DE SU VIDA. SIN EMBARGO, SI LOS ANILLOS SON TEMPORALES, QUIZÁ NOS PERDIMOS LOS GRANDES SISTEMAS DE ANILLOS DE JÚPITER, URANO Y NEPTUNO QUE AHORA SON DELGADOS TIRABUZONES”, DIJO O’DONOGHUE.

Al equipo le gustaría ver cómo cambia la lluvia de anillos con las estaciones en Saturno. A medida que el planeta avanza en su órbita de 29.4 años, los anillos se exponen al Sol en diversos grados. Dado que la luz ultravioleta del Sol carga los granos de hielo y los hace responder al campo magnético del sexto planeta, la exposición variable a la luz solar debería cambiar la cantidad de lluvia de anillo.

El próximo 29 de agosto el planeta transpirará “la gota gorda”, porque un asteroide de importantes dimensiones, “rozará” la Tierra.

Según informó la NASA, el cuerpo celeste conocido como 2016 NF23 pasará muy “cerca” del planeta a una velocidad de 32,186 kilómetros por hora.

El asteroide, explicaron desde NASA,  tiene las dimensiones de la Gran Pirámide de Guiza: aproximadamente entre 70 y 160 metros de diámetro.

El cuerpo celeste pertenece a la categoría elaborada por la agencia espacial como de “objetos potencialmente peligrosos”.

Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la NASA explicó al sitio Space.com que el asteoroide conocido como 2016 NF23, no representa peligro para el planeta tierra porque pasará a una distancia, cercana a la órbita terrestre (pasará a cinco millones de kilómetros) “no hay nada extraordinario acerca del paso del asteroide” explicó Johnson.

 

 

El Ciudadano

Astrónomos de la NASA lograron capturar una de las mayores vistas panorámicas del “fuego y la furia” en la formación de las estrellas en el universo. La obtuvieron gracias a la visión ultravioleta del telescopio espacial Hubble.

«La luz ultravioleta era la pieza que faltaba en el rompecabezas cósmico», informó la NASA en un comunicado. Combinando esta capacidad del Hubble y otros telescopios terrestres y espaciales, los astrónomos pudieron ensamblar uno de los retratos más completos de la historia evolutiva del universo.

La visión ultravioleta de Hubble abre una nueva ventana al universo en evolución, rastreando el nacimiento de las estrellas en los últimos 11 mil millones de años hasta el período de creación de estrellas más activo del cosmos, unos 3 mil millones de años después del Big Bang.

El telescopio espacial Hubble, en una imagen difundida por la NASA en 2009 (AP).

El retrato contiene alrededor de 15.000 galaxias, 12.000 de las cuales son formadoras de estrellas. La imagen se extiende a ambos lados de la brecha entre las galaxias distantes, que solo pueden ser vistas con luces infrarrojas, y galaxias cercanas, que se pueden ver a través de un amplio espectro.

La imagen que obtuvieron los astrónomos es 14 veces más grande que la publicada por el «Campo ultravioleta ultra profundo del Hubble» en 2014.

El telescopio Hubble cumplió 28 años en el espacio. Entró en funcionamiento en abril de 1990, tras ser colocado en órbita por el transbordador Discovery. Es un proyecto de cooperación internacional entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA).

 

 

Clarín