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El astronauta de la NASA Jon Andrew McBride, piloto en la misión STS-41G del Transbordador Espacial Challenger, llegó al país para incentivar a estudiantes de escuelas secundarias en carreras espaciales, y «quizá encontrar al argentino que en futuro viaje al espacio», destacó hoy en una entrevista con Télam.

«Cuando llegué al espacio en 1984 fue una de las experiencias más increíbles que viví: no estar limitado a la gravedad, flotar y ver a la Tierra desde allá arriba me aceleró el corazón al doble de la emoción», describió McBride, jefe de astronautas del Kennedy Space Center Visitor Complex.

Un recorrido por el Universo en forma de película y una charla a estudiantes en temas de astronomía y astronáutica para despertar en las nuevas generaciones el deseo por los viajes espaciales, formaron parte de las actividades en las que participa hoy McBride en el Planetario Galileo Galilei de la Ciudad de Buenos Aires.

«Vine a Argentina porque quería conocer el país y especialmente para hablar con los más jóvenes y entusiasmarlos no solo para que sigan en la escuela, sino también a que se interesen por los temas espaciales y quizás un día, al igual que yo, ir al espacio», remarcó en una entrevista con Télam, previa a una conferencia de prensa general.

McBride fue parte de la la primera promoción de astronautas para los primeros transbordadores espaciales en 1978, y en julio de 1987 fue nombrado subdirector de la NASA a cargo de las relaciones con el Congreso de su país, en Washington.

La NASA lanzó su misión ICON para explorar el clima espacial y de la Tierra; el lanzamiento se hizo el jueves por la noche a las 10 p.m. ET desde la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral en Florida.

ICON fue lanzada al aire en el avión L-1011 Stargrazer de Northrop Grumman en el cohete Pegasus XL. Un primer intento se canceló a las 9:33 pm porque se perdió la comunicación con el avión, sin embargo el avión dio vueltas y el segundo intento de lanzamiento fue exitoso.

Se esperaba que la misión se lanzara inicialmente en noviembre pasado, pero fue reprogramada “luego de la finalización de una investigación conjunta de la NASA / Northrop Grumman sobre una lectura del sensor Pegasus que no estaba dentro de los límites normales durante los vuelos anteriores de intento de lanzamiento. La causa del problema se entendió, y el hardware del vuelo se modificó para abordar el problema”, según la NASA.

“Después de años de trabajo, estoy emocionado de que pueda entrar en órbita y encender la nave espacial, abrir las puertas a todos nuestros instrumentos”, dijo Thomas Immel, investigador principal de ICON en la Universidad de California, Berkeley. “ICON tiene una capacidad increíble para la ciencia. Espero resultados sorprendentes y finalmente ver el mundo a través de sus ojos”.

La historia del telescopio Hubble, los ojos de la NASA en el espacio

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ICON, o el Explorador de Conexión Ionosférica, capturará una vista más cercana desde la propia atmósfera superior, a más de 560 km sobre la Tierra. ICON también puede medir directamente las partículas y cómo se mueven. Funcionará en medio de bandas brillantes de color conocidas como airglow.

El airglow, que crea bandas de luz roja y verde o púrpura y amarilla, ocurre cuando los átomos y las moléculas en la atmósfera superior arrojan un exceso de energía porque reciben mucho del sol en esta región.

A diferencia de las auroras, el brillo del aire es constante debido a la radiación diaria, formando una burbuja de luz alrededor de la Tierra.

Pero no se puede ver a menos que esté orbitando la Tierra en la Estación Espacial Internacional o utilizando una cámara sensible desde el suelo en una noche despejada.

“Cada gas atmosférico tiene su propio color de brillo dependiendo de la región, la altitud y el proceso de excitación, por lo que se puede usar el brillo de aire para estudiar diferentes capas de la atmósfera”, dijo Doug Rowland, astrofísico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en una declaración. “No estamos estudiando el airglow per se, sino usándolo como diagnóstico”.

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“Es sorprendente que nuestra atmósfera brille así, pero lo que es más: nos da la capacidad directa de hacer observaciones de los parámetros clave que necesitamos para investigar la conexión entre la atmósfera neutral y la ionosfera”, dijo Immel. “No puedo esperar para ver cómo se ve el brillo del aire desde el punto de vista de ICON”.

La ionosfera, donde la Tierra se encuentra con el espacio, es un entorno dinámico lleno de partículas cargadas eléctricamente y siempre está cambiando. También ha sido difícil de estudiar porque es demasiado alto para los globos científicos y demasiado bajo para los satélites.

Pero hay indicadores de que el clima espacial y el clima en la Tierra están vinculados, y crean una lucha de poder cuando se encuentran en la ionosfera. ICON podrá observar esto de cerca.

“Tenemos evidencia que indica que el clima terrestre y el espacial están vinculados, pero nos han faltado observaciones reales en la región donde se están produciendo estos cambios”, dijo Scott England, científico del proyecto ICON en Virginia Tech en Blacksburg, Virginia. “ICON tiene todas las herramientas para ver los controladores y sus efectos en el sistema”.

Esto funcionará en concierto con otra misión de la NASA que se lanzó el año pasado, la misión GOLD, las siglas en inglés para Observación a Escala Mundial del Limbo y el Disco, que explora la zona entre la atmósfera de la Tierra y los tramos más bajos del espacio, donde satélites claves de comunicaciones orbitan.

GOLD está examinando la respuesta de la atmósfera superior a la fuerza del Sol, la magnetósfera y la atmósfera inferior. Aprender más sobre la ionósfera, parte de la atmósfera superior de la Tierra donde la radiación del Sol colisiona con gas que se rompe en electrones e iones, es clave. Este entorno dinámico siempre está cambiando y podría fácilmente confundir las señales de radio que llegan a nuestra atmósfera.

Esta visión combinada a escala global y fina de ICON y GOLD proporcionará a los científicos perspectivas únicas y una imagen más completa de “nuestra interfaz con el espacio”, dijo la agencia.

“Es un momento realmente maravilloso para estudiar heliofísica”, dijo Nicola Fox, director de la División de Heliofísica de la NASA en Washington. “Acabamos de lanzar Parker Solar Probe a principios de este año, lo que nos dará la primera vista de cerca de lo que impulsa el viento solar. Ahora, con ICON uniéndose a nuestra flota de sistemas de heliofísica, tendremos las mediciones increíblemente detalladas de la respuesta de la ionósfera a los controladores solares. Esta es una oportunidad increíble para estudiar la respuesta completa del sistema “, así lo reseñó CNN.

Ryan Pfeifle, astrofísico de la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia (EE.UU.), buscaba parejas de agujeros negros en el espacio cuando se encontró algo insólito. El Observatorio de rayos X Chandra y otros telescopios de la NASA capturaron a mil millones de años luz de la Tierra un sistema de tres agujeros negros gigantes dentro de una colisión titánica de tres galaxias. Los resultados aparecen publicados en la revista «The Astrophysical Journal».

Los astrónomos han detectado otras veces dos agujeros negros supermasivos en curso de colisión, que alcanzan millones de masas solares, pero los tripletes son extremadamente raros. El sistema, llamado SDSS J084905.51 + 111447.2 (SDSS J0849 + 1114 para abreviar), es la evidencia más sólida hasta el momento. Para descubrirlo, los investigadores combinaron datos de telescopios tanto en tierra como en el espacio. El Sloan Digital Sky Survey (SDSS), que escanea grandes franjas del cielo con luz óptica desde Nuevo México, tomó la primera imagen, que fue etiquetada como un sistema de galaxias en colisión.

Después, la misión WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) de la NASA reveló que el sistema brillaba intensamente con luz infrarroja, por lo que Chandra y al Gran Telescopio Binocular (LBT) en Arizona se pusieron en marcha.

Gas y polvo

Los datos de Chandra revelaron fuentes de rayos X, una señal reveladora de material consumido por los agujeros negros, en los centros brillantes de cada galaxia en la fusión, exactamente donde los científicos esperan que residan los agujeros negros supermasivos. Chandra y el rastreador de agujeros negros NuSTAR también encontraron evidencias de grandes cantidades de gas y polvo alrededor de uno de estos objetos, típico de un sistema de fusión. Mientras tanto, los datos de luz óptica de SDSS y LBT mostraron firmas espectrales características del material consumido por los tres agujeros negros supermasivos.

Una razón por la que es difícil encontrar un triplete de agujeros negros supermasivos es que es probable que estén envueltos en gas y polvo, bloqueando gran parte de su luz. Las imágenes infrarrojas de WISE, los espectros infrarrojos de LBT y las imágenes de rayos X de Chandra evitaron este problema, porque la luz infrarroja y la de rayos X perforan las nubes de gas mucho más fácilmente que la luz óptica.

«Mediante el uso de estos importantes observatorios, hemos dado con una nueva forma de identificar agujeros negros supermasivos triples. Cada telescopio nos da una pista diferente sobre lo que está sucediendo en estos sistemas», explica Pfeifle.

«Los agujeros negros dobles y triples son extremadamente raros», afirma la investigadora Shobita Satyapal, también de George Mason, «pero tales sistemas son en realidad una consecuencia natural de las fusiones de galaxias, que creemos que es como crecen y evolucionan las galaxias».

El parsec final

La fusión de tres agujeros negros supermasivos se comporta de manera diferente que solo un par. Cuando tres agujeros negros interactúan, un par debería fusionarse en un agujero negro más grande mucho más rápido que si los dos estuvieran solos. Esta puede ser una solución a un enigma teórico llamado el «problema del parsec final», en el que dos agujeros negros supermasivos pueden acercarse a unos pocos años luz el uno del otro, pero necesitarían un poco de fuerza extra para fusionarse debido al exceso de energía. La influencia de un tercer agujero negro, como en SDSS J0849 + 1114, podría finalmente unirlos.

Las simulaciones por computadora han demostrado que el 16% de los pares de agujeros negros supermasivos en galaxias en colisión habrán interactuado con un tercer agujero negro supermasivo antes de fusionarse. Tales fusiones producirán ondas a través del espacio-tiempo llamadas ondas gravitacionales. Estas ondas tendrán frecuencias más bajas que las que pueden «escuchar» el detector estadounidense LIGO y el europeo Virgo. Sin embargo, pueden ser detectables con observaciones de radio de púlsares, así como con futuros observatorios espaciales, como el interferómetro láser LISA de la Agencia Espacial Europea (ESA), que detectará agujeros negros de hasta un millón de masas solares.

Gisel Dinamarca y Thiago Totaro por estos días están en Estados Unidos viviendo una experiencia única en el Centro Marshall. Allí participan de exposiciones científicas, ejercicios espaciales y visitaron el museo donde se encuentra el Saturn V, un cohete usado en los programas Apolo y Skylab de la NASA. Todos los detalles de esta aventura espacial en esta crónica.

Una aventura del espacio en la tierra. Así se puede definir la experiencia que por días están viviendo Gisel Dinamarca (17) y Thiago Totaro(16), dos estudiantes de Comodoro Rivadavia que fueron elegidos para conocer laNASA,en el marco de una beca lanzada por la Embajada de los Estados Unidos en Argentina.

El domingo pasado ellos aterrizaron en Huntsville, Alabama, donde se encuentra el Centro Marshall de vuelos espaciales, lugar que tiene la mayor colección de espacio y cohetes en todo el mundo, exposiciones interactivas y artefactos históricos, y donde se puede aprender cómo se desarrollan, integran y gestionan los sistemas espaciales complejosy la investigación científica”, según indica el mismo sitio de la NASA.

Ese mismo día, Gisel, estudiantes del Colegio Santo Domingo Savio,y Thiago, quien estudia en la Escuela de Arte,comenzaron las actividades, una experiencia espacial única a la queaccedieron a través de una beca en la que participó el instituto de inglés Acricana.

DESDE CAMINAR EN LA LUNA HASTA DISEÑAR COHETES

Según confirmó ADNSUR, todas las actividades están pensadas para que los chicos vivan una experiencia que les sirva para toda la vida, y que se conviertan en agentes multiplicadores del trabajo que se realiza mirando a las estrellas.

De la iniciativa participan chicos de diferentes países,entre ellos Australia, Puerto Rico y Estados Unidos.

En el caso de Gisel y Thiago están divididos en diferentes grupos y casi no se cruzan en el campamento,excepto en actividades puntuales. Sin embargo, por separado ya disfrutaron de una visita a un planetario dondevieron un espectáculo sobre el sistema solar y el universo en general, y realizaron actividades como diseño de cohetes, escalada de postes con arneses y el simulador de caminata sobre la luna.

Los chicos también visitaron el museo donde hay una réplica del Saturn V, un cohete usado en los programas Apolo y Skylab de la NASA, y donde les mostraron la evolución de las naves espaciales a través de los años.  Y por supuesto participaron de charlas y presentaciones, donde aprendieron sobre astrofísica y les presentaron las carreras universitarias que tiene la NASA para aquellos que quieran aprender más sobre el espacio.

Gisel y Thiago además ya realizaron entrenamientos de gravedad y trabajaron en la construcción de un cohete divididos en grupo. Y también tuvieron la posibilidad de subirse a un simulador de una misión en la base internacional de Marte,donde tuvieron que solucionar diferentes problemas que se les presentaban; desde manejar computadoras hasta cómo actuar ante una fractura o un herido.

Por supuesto, no faltaron lossimulacros de aviación, las prácticas de buceo y hasta la concientización sobre el cuidado del planeta, una experiencia sinigual que culminará en dos días y que sin dudas los marcará de por vida.Todo gracias a su voluntad, la iniciativa y el haberse animado a postularse, informó ADN SUR.

Este martes, Thiago Totaro inició su viaje a la NASA junto a una delegación de 50 estudiantes de toda Argentina. El comodorense de 16 años, estudiante de la Escuela de Arte y el Instituto Acricana, previo a partir dialogó con ADNSUR y no ocultó su felicidad por esta gran experiencia que le toca vivir. “Estoy fascinado, estoy muy contento por viajar a Estados Unidos; es un gran avance en mi vida y más a la NASA que es tan codiciada por mucha gente”, explicó a ADNSUR.

A Thiago Totaro la alegría se le siente en la voz. Está a pocas horas de partir hacia Buenos Aires,su primera escala previo a viajar al Centro Espacial de Huntsville, Alabama,y sabe que será una experiencia única.

Thiago es uno de los 50 estudiantes de Argentina que fue elegido para conocer la NASA en el marco de una beca lanzada por la Embajada de los Estados Unidos en Argentina. Al igual que Gisel Dinamarca, la otra comodorense que participará de esta experiencia,también accedió a la beca a través de Acricana, el instituto donde estudia inglés.

“Vamos al mismo instituto, pero a distinto curso. Ella va más avanzado. Estoy fascinado, estoy muy contento por viajar a Estados Unidos, es un gran avance en mi vida, y más a la NASA que es tan codiciada por mucha gente”, explicó a ADNSUR este lunes previo a viajar.

Thiago tiene 16 años, estudia en la Escuela de Arte, y asegura que no dudó en aplicar a esta beca cuando las profesoras del instituto le contaron de esta posibilidad.

Al igual que Gisel, tuvo que contestar los tres ensayos en los que tuvo que responder por qué debían elegirlo y cómo contribuiría en el futuro; qué atributos tendría en caso de que tuvieran la posibilidad de viajar a Marte en 2032; y los métodos científicos de un experimento que haya realizado en un colegio.

En su caso escribió sobre las explosiones, cómo se forman y dio ejemplos.

Respecto a por qué debían elegirlo, hizo hincapié en su forma de relacionarse con la gente. Es que según explicó es “muy sociable” y sabe cómo desarrollarse “en el tema de las comunicaciones y podría ayudar en las intercomunicaciones y demás” en caso de un posible viaje a Marte en 2023, otra de las preguntas del cuestionario.

El joven también comentó su cursada en la escuela pública donde no tiene clases hace un mes, sus logros académicos, su excelente promedio y su fluido inglés. Los mismos aspectos que lo convencieron para postularse a la beca.

EL INICIO DE UNA AVENTURA

Thiago está ansioso por llegar a Estados Unidos, lo que se producirá el domingo, luego de una breve estadía en Buenos Aires, donde conocerán el palacio de la embajada de ese país y la Casa Rosada.

El joven que sueña con estudiar algo vinculado a inglés y traducción, asegura que sus padres están orgullosos de que conozca la NASA. Cuenta que cuando se enteró de que había ganado la beca no lo podía creer y rescata la reacción de sus compañeros. “No tenía ni idea de que podía ganar, estaba re emocionado, no me lo podía creer. Estaba saltando en una patay cuando llegue el aula me aplaudieron, muy buena gente, no hubo competitividad”.

Thiago ya está listo para su aventura, el acercamiento al espacio y las estrellas. “Quiero tener nuevas experiencias, ver qué hay detrás de esos campamentos, esos programas espaciales, porque la televisión muestra una cosa pero la realidad puede ser otra. La astronomía también me va a servir para mi carrera estudiantil”, afirma, sabiendo que tal como dice “esto pasa pocas veces en la vida”, informó ADN SUR.

Un ingeniero de software de la NASA publicó la imagen de Júpiter que reveló como suele verse el eclipse solar en este planeta gaseoso desde el espacio.

En esta foto se puede ver como la luna de Júpiter que se llama Io formó una sombra extremadamente negra en su superficie tras pasar entre el planeta y el sol. Esta sombra es más pronunciada que las que se forman en la faz de la Tierra. La causa de esta diferencia está relacionada con la distancia que hay entre Júpiter y el Sol.

El fotógrafo Doug Ellison considera  que el sol se ve de tamaño considerablemente más pequeño desde Júpiter, como resultado, las sombras son más resaltadas.

«No es tan grande y se ubica tan cerca que no solo bloquea el Sol, sino que parece superar su tamaño en cuatro veces desde la perspectiva de Júpiter», señaló la astrofísica de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Katie Mask, citada por varios medios.

Gisel tiene 17 años, estudia en el Colegio Santo Domingo Savio y en el instituto Acricana, y este martes viajará a Estados Unidos para conocer la NASA. La adolescente dialogó con ADNSUR y contó cómo vive esta experiencia que la acercará al espacio. “Me siento muy emocionada, muy feliz, sé que es una experiencia increíble y que la voy a aprovechar”, contó.

Un viaje al espacio, el contacto más cercano con las estrellas y todo lo que rodea al mundo exterior. Gisel Dinamarca este martes emprenderá viaje hacia Estados Unidos para conocer la NASA, un privilegio que tienen unos pocos y muchos menos a tan corta edad.

La joven junto a Thiago Tótaro, otro comodorense de 16 años, integrará una delegación 50 estudiantes de escuelas secundarias que desde el 22 al 28 de este mes estarán en el Centro Espacial de Huntsville, Alabama, en el marco de una beca lanzada por la Embajada de los Estados Unidos en Argentina. Allí se entrenará como astronauta, conocerá de cerca ese espacio casi desconocido por la mayoría de los habitantes del mundo y todo gracias a una beca en la que se animó a participar. La tenacidad tiene recompensa.

Este lunes, la joven que estudia en el Colegio Santo Domingo Savio y en el instituto de inglés Acricana, por intermedio del cual accedió a la beca, dialogó con ADNSUR y contó cómo vive esta experiencia que significará su primer viaje al exterior.

“Me siento muy emocionada, muy feliz, sé que es una experiencia increíble y que la voy a aprovechar”, contó.

“Para mi es increíble, cuando me entere no lo podía creer. Yo lo hice más que nada para experimentar porque nunca aspire a una beca, pero es una oportunidad increíble ya que no solo vamos a ver los diferentes simulacros de los entrenamientos de los astronautas sino que también vamos a aprender ruso, vamos a conocernos entre nosotros y también a otras personas del exterior”, agregó.

EL COMIENZO DE UN SUEÑO

Gisel vive en el barrio Standart, todos sus estudios los cursó en el colegio salesiano y hace 10 años estudia inglés en Acricana. Allí un día cualquiera de abril una profesora entró al aula y contó la posibilidad que tenían los alumnos de aspirar a una beca para conocer la NASA.

Les dijo a los alumnos que era una experiencia única y que por su nivel de inglés estaban preparados para aspirar a ella.

Gisel escuchó y cuando tuvo más información de la propuesta comenzó a escribir los tres ensayos que debía responder. En el primero debía responder por qué debían elegirla para la beca y cómo contribuiría en el futuro; en el segundo qué atributos tendría en caso de que tuvieran la posibilidad de viajar a  Marte en 2032; y en el tercero contar los métodos científicos de un experimento que hayan realizado en un colegio.

Jeannette, su mamá, cuenta que la joven dudó hasta último momento para enviar la postulación a la beca. “No sabía si mandarla. Yo le dije ‘el no ya lo tenés, aposta por el sí”. Gisel entendió el mensaje y dio el click, aunque en el fondo no veía una posibilidad concreta de ser elegida.

La estudiante cuenta que estaban en clase de inglés cuando miss Soledad, una profesora del instituto, entró al aula para darle una noticia al curso, algo que recuerda cómo si fuese hoy.

“Nos contó que tenía una noticia para darnos, no nos dijo que era, empezó a hablar de otro examen pero sabíamos más o menos de qué se trataba. Luego nos contó que tenía los resultados de los ganadores y que uno era de la clase”.

Luego de los redobles de tambores, Gisel escuchó su nombre y quedó en shock. “No esperaba que saliera mi nombre. Se habían postulado unas amigas mías que son muy capaces entonces cuando lo dijeron no lo podía creer. Enseguida la escribí a unos amigos, luego le dije a mi mamá cuando subí a la camioneta pero ella ya sabía”.

LAS RESPUESTAS

Jeannette asegura que fue instinto maternal, una corazonada de madre y lo resume como un premio a “su constancia”. Es que según dice Gisel es perseverante, independiente, y responsable.

La pregunta que surge es ¿qué respondió Gisel para ser elegida?

En la primera pregunta sobre por qué deberían elegirla para la beca y cómo contribuiría en el futuro, respondió. “Me quise enfocar en ser sincera y escribí un poco de mí. Escribí que en realidad a mi lo que me apasiona es la literatura pero que también me atrae la ciencia para poder estudiar medicina y enfocarme en psiquiatría, que es una rama que me encanta y que siento como una misión para crear una fundación y ayudar a los chicos, ya que en la educación pública y aquellas personas que no tienen mayores recursos no pueden acceder a una salud mental. Entonces me quise a enfocar en mi amor hacia eso y que este campamento me ayude a encontrar más amor hacia la ciencia, hacia la química… una manera diferente de ver a la ciencia para poder estudiar medicina el próximo año”.

En la segunda pregunta sobre qué atributos tendría en caso de que tuvieran la posibilidad de viajar a  Marte en 2032, la joven mencionó su experiencia en natación, disciplina que practicó desde los 4 años y también aspectos de su personalidad, ya que uno era uno de los requisitos de la pregunta. “Yo dije que era muy constante, que me esfuerzo mucho y que mentalmente me siento estable y que soy muy perseverante, que no dejaría que mis emociones influyan en los nervios o la ansiedad”.

Esos ensayos más el trabajo sobre ciencia fueron suficientes. Gisel obtuvo la beca y ahora tendrá la posibilidad de vivir una experiencia única, un acercamiento al espacio que le cambiará la vida, informó ADN SUR.

Los asteroides 2010 CO1 y 2000 QW7 se aproximarán a nuestro planeta a las 3:42 y 23:54 (GMT) del próximo 15 de septiembre, informa el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés).

Se trata de dos cuerpos celestes bastante grandes, con diámetros de 120-260 y 290-650 metros, respectivamente, que pasarán a poco menos de 5,3 millones de kilómetros, unas 14 veces más que la distancia que separa a la Tierra de la Luna (384.400 kilómetros). Según la NASA, no representan ninguna amenaza para la humanidad.

«Pequeños asteroides pasan así de cerca de la Tierra todo el tiempo», asegura Lindley Johnson, de la Oficina de Coordinación de la Defensa Planetaria, en un comunicado emitido por la agencia espacial estadounidense.

Asimismo, la experta señaló que 2010 CO1 y 2000 QW7 «han sido bien observados», por lo que «sus órbitas son muy conocidas».

No obstante, al igual que todos los grandes asteroides que pasan a menos de 7,48 millones de kilómetros de nuestro planeta, ambos objetos han sido calificados como potencialmente peligrosos, así lo reseña RT.

La NASA anunció el pasado 3 de septiembre que es posible fabricar cemento en el espacio, un avance clave para los planes de establecer al ser humano en la Luna o en Marte. Para lograrlo, mezclaron silicato tricálcico y agua.

El experimento fue realizado por astronautas de la Estación Espacial Internacional y formó parte del proyecto de Investigación de Solidificación de Cemento en Microgravedad (MICS, por su sigla en inglés).

«En las misiones a la Luna y Marte, los humanos y los equipos deberán protegerse de las temperaturas extremas y la radiación y la única forma de hacerlo es mediante la construcción de infraestructuras en esos entornos extraterrestres», explicó Aleksandra Radlinska, investigadora principal del proyecto y docente de ingeniería civil en la Universidad Estatal de Pensilvania.

En ese sentido, señaló que la intención es que esas construcciones sean realizadas con un «material similar al concreto», ya que es «muy resistente» y ofrece una mayor protección que «muchos materiales».

Otra ventaja es que el cemento podría ser elaborado con materiales de los distintos cuerpos celestes, como polvo lunar, lo que evitaría el envío de distintos elementos desde la Tierra, reduciendo así los costos.

Similitudes y diferencias

Uno de los puntos importantes que los investigadores deben esclarecer es si el cemento fabricado en el espacio tendrá las mismas características que en la Tierra. Al compararlos, comprobaron que el creado en el espacio presenta microestructuras muy distintas, entre ellas, es mucho más poroso.

«El aumento de la porosidad tiene una relación directa con la resistencia del material», expresó Radlinska, quien aclaró que aún no midieron «la resistencia del material formado en el espacio».

«Aunque el cemento ha sido utilizado desde hace mucho tiempo en la Tierra, aún no necesariamente entendemos todos los aspectos del proceso de hidratación. Ahora sabemos que hay algunas diferencias entre los sistemas terrestres y espaciales y podemos examinarlas para ver cuáles son beneficiosas y cuáles son perjudiciales para usar este material en el espacio», comentó.

En este marco, los investigadores también estimaron que la manera en la que se desarrolló el cemento en el espacio también pudo influir en los resultados del estudio. «Las muestras estaban en bolsas selladas, por lo que otra pregunta es si tendrían complejidades adicionales en un entorno de espacio abierto», dijo Radlinska.

Por último, la especialista destacó que la investigación permitió «confirmar» la «hipótesis» de que es posible construir la primera estructura en la Luna utilizando materiales locales, así lo reseña RT.

Un enorme asteroide del tamaño la torre Eiffel o de un rascacielos se aproximará este viernes a la Tierra, advierte la NASA.

Por sus grandes proporciones, el potencialmente peligroso objeto dejaría un cráter de casi 5 kilómetros y causaría un nivel de destrucción colosal si llegara a impactar contra nuestro planeta.

Se trata del asteroide 2019 GT3, cuyo diámetro se estima en aproximadamente 380 metros y que pasará cerca de la Tierra viajando a una velocidad cercana a los 49.000 kilómetros por hora.

En caso de dirigirse directamente hacia nosotros, su volumen le impediría desintegrarse en la atmósfera antes de golpear la superficie.

El cuerpo celeste se acercará a 0,04996 unidades astronómicas ―es decir, a unos 74.000 millones de kilómetros de la Tierra― con lo cual se ubica en la categoría de ‘asteroide potencialmente peligroso’, utilizada por los astrónomos para referirse a objetos cercanos a la Tierra capaces de aproximarse a distancias peligrosas, explica el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés) de la NASA. así lo reseña RT.