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Los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa arribaron este lunes en horas del mediodía a los tribunales de la ciudad de Dolores, donde esta tarde se dará a conocer el veredicto y la eventual sentencia.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores dio a conocer la sentencia a los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa durante la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

🔴Fueron encontrados culpables coautores de homicidio doblemente agravado y por alevosía a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi,  Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi. Pidieron prisión perpetua. 

🔴Y participes necesarios del crimen a Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi fueron condenados a 15 años de prisión. 

🔴Los jueces también resolvieron abrir investigaciones por falso testimonio contra Juan Pedro Guarino y Tomás Collazo.

En medio de la lectura de la sentencia, Thomsen se desmayó y la lectura fue suspendida por unos minutos, ya que tuvo que ser atendido. Mientras se pudo ver a otros jóvenes condenados romper en llanto. 

Previo a la sentencia, en el ingreso a los tribunales, Graciela Sosa, la mamá del joven llegó junto a su marido y su abogado, Fernando Burlando: “Dios y Fernando desde el más allá me acompañan en este momento”, dijo.

“Hemos tenido una noche muy angustiante, no he podido concebir el sueño. La única paz es conseguir justicia por mi hijo, que es la perpetua para todos los asesinos”, dijo.

Por su parte, su papá Silvino, afirmó: “En el final de los alegatos lo soñé, lo vi sentado en un banco con su pantalón azul, me miró, tenía la cara sucia, con su corte de pelo y tenía la cara triste. Él necesita justicia igual que nosotros”.

Este lunes se conocerá la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal. Fernando murió de una brutal golpiza el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell. Qué condena podrían recibir.

Los ocho rugbiers acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell conocerán si son culpables o no del crimen del joven y en caso afirmativo se sabrá las penas que les corresponderán a cada uno.

En caso de ser hallados culpables de este delito, con solo uno de los dos agravantes que posee la causa, la pena será prisión perpetua.

Los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García y el particular damnificado, encabezado por los abogados Fernando Burlando y Fabián y Facundo Améndola, sostuvieron esa carátula en sus alegatos.

En caso de que ese delito no sea contemplado, existen otros que también podrían recaer sobre Máximo Thomsen (23 años), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), Luciano Pertossi (21), Ciro Pertossi (22) y Lucas Pertossi (23), más allá que el abogado defensor, Hugo Tomei, pidió la absolución de todos.

En caso de ser condenados, se estima que los rugbiers serían trasladados al Penal de Sierra Chica, aunque eso no está aún confirmado, mientras que el entorno de los acusados buscaría que los lleven al penal de Campana para estar más cerca de sus familiares para cuando sea el día semanal de visita.

Los ocho acusados se encuentran en la Unidad 6 de Dolores desde el 1 de enero pasado por el inicio del juicio, en el que hubo 87 testigos en 13 audiencias, mientras que durante todo este tiempo estuvieron en Melchor Romero.

El miércoles pasado los rugbiers recibieron la última visita en Dolores antes de conocerse el veredicto.

El Ministerio de Seguridad bonaerense dispuso un operativo especial para la jornadal lunes correspondiente a la lectura de la sentencia del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa en los tribunales de la localidad bonaerense de Dolores, que incluirá cortes de calles y un despliegue de varios efectivos, informaron fuentes policiales.

El operativo comenzará a las 6 de la mañana y finalizará cuando se desconcentren las personas que se acerquen hasta la mencionada localidad bonaerense para acompañar a los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, en la lectura de la sentencia.

Según informaron fuentes policiales, habrá varios cortes de calles en las adyacencias a los Tribunales de Dolores, ubicados en la calle Belgrano 141.

Los cortes afectarán las intersecciones de las calles San Martín con Castelli, Rico y Márquez; Rivadavia y Belgrano, Aristóbulo del Valle en los cruces con Rico y Márquez, y la esquina de Castelli y Belgrano.

Del operativo formarán parte efectivos de la policía local de Dolores, con apoyo de la Dirección de Infantería y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD).Asimismo, se informó que las personas que deben realizar algún trámite bancario, administrativo o judicial podrán hacerlo con normalidad.

Por otra parte, habrá un vallado en la puerta de la Unidad Penal 6 de Dolores, ubicada sobre la calle Riobamba 251, donde se encuentran alojados los ocho imputados que serán trasladados a primera hora al palacio judicial.

El traslado de los imputados estará a cargo de agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), al igual que durante todas las jornadas del juicio.

 

Este lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores definirá la sentencia en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell por el grupo de ocho rugbiers, que está en el banquillo acusados por «homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o mas personas».  Los integrantes del TOC 1 deberán definir entre las posibles condenas y dependerá de cómo evalúen la prueba respecto de si se trató de un plan coordinado para asesinar a Baez Sosa, que podría significar una cadena perpetua; o considerar que se trató de un «homicidio riña», que preveé penas máximas de 6 años. 

Las penas que podrían ir de una perpetua –50 años sin posibilidad de libertad condicional– a una pronta liberación –debido a que los ocho imputados ya llevan casi tres años de detención preventiva– también dependerá de la consideración de los juces respecto de si los ocho imputados actuaron como un bloque, si hubo o no roles diferenciados en el ataque a la víctima, y si en base a eso pueden establecerse grados de responsabilidad penal y condenas distintos.

Los magistrados María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia darán a conocer la sentencia este lunes a las 13, en la sala de audiencias de la Cámara de Apelaciones de Dolores, donde el último 2 de enero se puso en marcha el juicio a los acusados, Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

La pena según la fiscalía 

Los ocho llegaron a juicio imputados por «homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas», la acusación fue sostenida los alegatos por los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, que consideraron que «no hubo roles» en la golpiza sino que «todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando». 

A partir de la prueba incorporada durante la instrucción y los 87 testimonios brindados en el juicio, decenas de videos y pericias detalladas en las audiencias, Dávila y García describieron que los imputados atacaron «por sorpresa» y «a traición» a Fernando. Además, detallaron que antes de atacarlo frente al boliche «Le Brique», existió un cruce previo dentro del boliche, cerca de las 4.30,  que señalaron como el «móvil» del crimen.

Para los fiscales, los acusados ya fuera del boliche permanecieron «alrededor de siete minutos cerca» del joven «acordando durante ese período de tiempo matar a Báez Sosa, esperando el momento adecuado para hacerlo». Y sostuvieron que «la alevosía» con la que actuaron «agrava la menor posibilidad de defensa de la víctima».

Para respaldar su planteo, la fiscalía exhibió ante el tribunal imágenes captadas tanto dentro del boliche -en las que Thomsen realiza «un gesto amenazante» presuntamente a Báez Sosa-, como videos sincronizados del momento en que ambos grupos echados y distintas secuencias del ataque.

La pena según la querella 

Los abogados Fernando Burlando y Fabián y Facundo Améndola, quienes representan a Silvino Báez y Graciela Sosa, padres de la víctima, pidieron perpetua para todos en calidad de coautores. Burlando sostuvo que todos los imputados tuvieron la «voluntad de matar» y describió la golpiza como un fusilamiento «a golpes y patadas».

«La imagen de Fernando de rodillas pidiendo clemencia. Esa es la imagen que para esta representación justifica ni más ni menos el pedido de prisión perpetua para los acusados», afirmó el abogado querellante.

Una detallada secuencia del hecho en video acompañó la argumentación del particular damnificado, que sostuvo que hubo «un acecho» de siete minutos sobre Fernando, hasta que a partir de las 4.44 Viollaz «procede a dar la orden que iniciará el ataque: ‘Es ahora, vamos, es ahor’ «. También precisó que luego Comelli y Ciro Pertossi dieron los primeros golpes «en forma simultánea» tras acercarse a la carrera y por su espalda.

De acuerdo al rastreo de movimientos exhibido y a distintos testimonios, los acusadores particulares aseguraron que el resto de los imputados también intervinieron en la agresión, y en solo 45 segundos, a las 4.45.15, «consuman el homicidio» y las lesiones que también se les imputan «contra todos los que intentaron ayudar», y luego «se dan a la fuga».

La pena según la defensa

La acusación fue rebatida por el defensor Hugo Tomei, quien pidió la absolución, al plantear una «incongruencia» entre la imputación original y la sostenida durante el pedido de penas, o que el hecho sea encuadrado como un «homicidio en riña». También sugirió que el caso se podría encuadrar como «homicidio simple con dolo eventual» -con una pena en expectativa de 8 a 25 años- o de «homicidio preterintencional» -que prevé hasta 6 años-.

Para Tomei, «no se pudo comprobar el plan para matar» ni las causales de muerte, y «no hubo estado de indefensión, bajo ningún concepto» por parte de la víctima. En ese sentido, consideró que «hubo una agresión» y que el hecho «se encuadra en un homicidio en agresión conocido como riña«, por lo que con la prisión preventiva «que están cumpliendo, de tres años, quedarían todos en libertad».

«No me quiero imaginar», dijo, sobre la posibilidad de que sus asistidos puedan ser liberados, tras lo cual, insistió: «Pero bueno, creo que ese es el adecuado contexto jurídico en que una sentencia a mi criterio debe ser dictada.»

El defensor propuso de manera subsidiaria las otras dos figuras, pidió la nulidad del secuestro de los celulares y prendas de vestir de los imputados al momento de ser detenidos, y dedicó parte de su argumentación a cuestionar distintos procedimientos de la causa y el tratamiento mediático recibido por el hecho.

«Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad, y considero que es otra forma de presionar al Poder Judicial y obtener una sentencia que tiene que ver con el criterio de la opinión pública», señaló el defensor.

Luciano Pertossi (21). Ciro Pertossi (22), Lucas Pertossi (23), Ayrton Viollaz (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Blas Cinalli (21), los rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa pensaron una estrategia con vista a la sentencia que tendrán en los próximos días.

“Se sabe que están manteniendo una costumbre que traían ya de la alcaldía de Melchor Romero, donde estuvieron presos casi más de dos años, que tiene que ver con pedir libros para leer, pero sobre todo con pedir Biblias. Han pedido varias Biblias para leer, tuvieron visitas de un Pastor, sobre todo en La Plata”, contaron en Telenoche, El Trece.

“Se habla de cadenas de oración que están pidiendo desde lo que tiene que ver con el corazón del grupo de los ocho acusados, y lo que se está especulando alrededor de ellos es que este misticismo, este volcarse a la religión, puede tener que ver con lo que viene”, agregó.

Esta estrategia se debe a que buscan ir a un pabellón de evangelista para “tener un poco más de tranquilidad”.

Entonces, los presuntos asesinos de Fernando Báez Sosa buscan que no los separen y esquivar a la población común de las cárceles que, ya trascendió, que muchos les tienen bronca y los esperan para hacerlos pasar malos momentos.

A pocos días de la sentencia por el crimen del joven estudiante de Derecho a la salida de Le Brique, los ocho imputados recibieron visitas en el penal de Dolores.

Los ocho rugbiers acusados en el juicio por el homicidio de Fernando Báez Sosa recibieron este miércoles 1° de febrero la última visita de sus familiares en el penal de Dolores antes de conocer el veredicto del juicio.

El encuentro tuvo lugar minutos antes de las 17 en la Unidad 6 de la ciudad bonaerense. Según consignó Infobae, los primeros en llegar fueron los padres de Lucas Pertossi (Marcos Pertossi) y de Ayrton Viollaz (Sergio Viollaz), así como la madre de Matías Benicelli (Mónica Ester Zárate).

Los últimos en acercarse fueron la hermana y la madre de Blas Cinalli (María Paula Cinalli) y la madre de Máximo Thomsen (Rosalía Zárate). A las 17 todos los familiares ya habían hecho su ingreso en el penal y, como es habitual desde la primera visita, llevaron bolsas con comida y bidones de agua. Ninguno realizó declaraciones a la prensa que se encontraba allí.

Los acusados recibieron a sus familiares en el penal ubicado a una diez cuadras de los tribunales durante todos los miércoles de enero de 17 a 19 horas, un horario especial pactado entre el Servicio Penitenciario Bonaerense y el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1.

Los únicos dos días donde las familias no pudieron acercarse a Dolores fueron el 18 y 25 de enero. En el primer caso, el acceso al penal se vio imposibilitado debido a la convocatoria en apoyo a los padres de Fernando por el tercer aniversario del crimen. A la semana siguiente, los alegatos de la defensa finalizaron a las 20:30, por lo que había finalizado el horario de visitas.

Durante su reclusión, los imputados también recibieron numerosas visitas de Hugo Tomei, el abogado de los ocho acusados, para planificar el desarrollo del juicio. La última vez que se presentó allí fue el día previo a la declaración indagatoria de la mayoría de los rugbiers, el 18 de enero pasado.

 

Los rugbiers que mataron a Fernando Báez Sosa, mostraron su malestar por una situación que viven en la cárcel.

Según informó Sebastián Domenech en TN, Hugo Tomei, el abogado defensor de los jóvenes acusados, planteó que no pueden tener una vida normal como cualquier otro preso. En este sentido, remarcó que viven más encerrados que otras personas.

Ante esta situación, el periodista Adrián Ventura lanzó indignado:

No corresponde que le paguemos ningún privilegio, los contribuyentes no tenemos que pagar a esta gente, a ocho patoteros un privilegio. Ponerlos juntos o separados, no importa, pero no tiene que haber ningún privilegio. Mataron a un indefenso, se hicieron los machos en la calle, ahora tienen que cumplir las condiciones porque todos los presos tienen los mismos derechos y ninguno debería tener más derecho que otro porque vengan de alguna familia, un poquito más acomodadas”, expresó.

Por su parte, su colega Lorena Maciel opinó: “Estamos de acuerdo que son vip porque tienen otro nivel socioeconómico y porque el servicio penitenciario entiende que a quien mataron podría ser alguien con quien se identifica más la población carcelaria y por eso puede haber un odio o una bronca respecto a que son pibes, rugbiers, chetos”.

En tanto Domenech, sostuvo que la defensa de los rugbiers a “esto no lo ven como un beneficio, no como presos vip, sino al contrario, que los están cuidando con más encierro porque no pueden salir tanto al patio o no pueden hacer las actividades sociales que tiene cualquier preso”.

“Que no está mal pensarlo así, no es tan descabellado pensarlo por ese lado. Lo que yo veo es que no están viviendo como cualquier preso es justamente no estar con el resto de los presos y siguen estando con ese espíritu de cuerpo, ese grupo de amigos”, cerró desde Dolores.

En la antesala de la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers acusados del brutal ataque en la puerta del boliche Le Brique en Villa Gesell demostraron su temor por separarse en la cárcel y tienen una nueva devoción: la Biblia y un pastor. A horas de saber cuál será su camino, los imputados se volcaron a la fe cristiana durante su estadía en la Alcaldía de Melchor Romero. Sin embargo, no fue la única muestra de adoración que dieron.

En los alegatos del jueves, Luciano Pertossi, uno de los más complicados en la causa, usó sus últimas palabras para disculparse con Graciela y Silvino, los papás del estudiante de Derecho, y dijo: “Le pido a Dios que sea algo bueno para todos”.

Según pudo saber TN, a Ciro, Luciano y Lucas Pertossi, Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz y Blas Cinalli el miedo que los atormenta hasta hoy es qué pasará con ellos después del 6 de febrero, cuando se dicte la sentencia. Es por eso que recibieron en los primeros meses de encierro en La Plata distintos libros, entre ellos, los ejemplares de la Biblia. Fue así que comenzaron a reflexionar con las distintas lecturas de la “Palabra de Dios”.

Tal como confirmaron fuentes cercanas al caso, durante las primeras semanas, las lecturas eran cada vez más intensas, aunque con el paso de los meses y la cercanía al juicio en su contra esto fue mermando. Por pedido de sus familias, los ocho acusados también eran visitados por un pastor cristiano que viajaba desde Zárate a Melchor Romero para acompañarlos.

“Sus únicos pasatiempos detrás de rejas fue jugar a las cartas, alguna lectura -entre ellas las del Nuevo Testamento-, una radio y sin acceso a la televisión”, afirmaron sobre el tema. Del mismo modo, revelaron que como ocurrió desde el primer día que llegaron al pabellón “todo lo hacían juntos”.

¿Perdón de Dios o estrategia?

Tras la repercusión del “cambio de religión”, los vecinos de Zárate coinciden en que los rugbiers habían recibido los sacramentos de la religión católica -bautismo, comunión y confirmación- pero “no eran de asistir a misa ni entrar a la Iglesia”. De este modo, sospechan que se trata de una “estrategia” para que se vean “beneficiados” en la cárcel.

Aunque todavía se desconoce a qué cárcel irán tras conocerse la sentencia, es posible que no vuelvan a estar los ocho juntos. Se presume que por su “nueva devoción” pueden pedir ingresar a un pabellón religioso. En ese marco, fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense, aclararon a este medio: “No está establecido a dónde irán, pero el caso fue tan mediático que pueden quedar en un pabellón de máxima seguridad”.

Investigan si los rugbiers usaban las redes en la cárcel para armar cadenas de oración: “Les pedimos a Dios y a la Virgen”

Este miércoles comenzaron los alegatos del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. Antes de que empiece la audiencia, se secuestraron los celulares de dos de los ocho acusados, Blas Cinalli y Enzo Comelli, e investigan si usaron una cuenta de Instagram para organizar una cadena de oración.

En el perfil @rugbiers.zarate que defiende a los deportistas les pidieron a sus seguidores que “le recen a Dios y a la Virgen” para que protejan a los imputados. Además, reclamaron su libertad y por la tranquilidad de las familias.

En las publicaciones, de la cuenta que ya fue suspendida, se podía leer el mensaje: “Organizamos una cadena de oración?” y en otro posteo: “Que esta semana y la próxima la virgen María y Dios cuiden y protejan a los chicos y las familias”.

Las jornadas de alegatos de los días miércoles y jueves fueron largas y agotadoras. Con un juicio que tuvo una enorme cantidad de testigos y 15 audiencias cargadas de elementos probatorios, el debate oral que juzga a los 8 rugbiers por el crimen de Fernando Báez Sosa, está próximo a llegar a su fin.

El lunes 6 de febrero finalmente se conocerá si el Tribunal Oral en lo Criminal de Dolores condena a los acusados y, de hacerlo, se sabrá la pena que recibirán. En este sentido, Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a los padres del joven fallecido, aseguró en diálogo con TN que esperan una condena a perpetua para todos los imputados, y que en caso no de ser así, acudirán a las instancias superiores de la Justicia.

Sucede que tanto la fiscalía como los letrados que representan a los padres de la víctima pidieron que los imputados sean condenados a perpetua. Ninguna de las dos partes sugirió una pena menor, ya que entienden que los acusados formaron parte de un plan criminal en el que planearon emboscar y matar a Fernando a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.

Sin embargo, en sus alegatos el defensor Hugo Tomei planteó una salida distinta para sus clientes y, aunque parezca un poco improbable, sugirió que todos los rugbiers deberían ser absueltos. Según dijo, este pedido tiene que ver con cuestión totalmente técnica. “Lo que ayer nos pasó (por los alegatos de la fiscalía y el particular damnificado) es escuchar cosas que no están incluidas en la acusación. Desde ese lugar, voy a pedir la absolución de los imputados. Ese hecho no está probado”, sostuvo.

Y agregó: “Se prueba lo que se imputa. Pero se imputó otra cosa distinta de lo que se alegó ayer. La imputación inicial habla de cinco sujetos en la golpiza, pero en cambio los alegatos (de la fiscalía y los abogados Burlando y Améndola), de los ocho”.

De todos modos, aclaró que en caso de que el tribunal compuesto por los jueces María Claudia CastroChristian Ariel Rabaia y Emiliano Javier Lázzari no considere esa salida, en su lugar aceptaría una condena por homicidio en riña, delito que prevé una pena de cárcel que va de dos a seis años.

Los abogados de los papás de Fernando piensan llegar hasta la Corte Suprema si los rugbiers no reciben perpetua

Por fuera del alegato de Tomei, que duró casi tres horas y contó con muchas chicanas para los medios de comunicación y el abogado Fernando Burlando, lo cierto es que los letrados que representan a los papás de Fernando Báez Sosa no esperan, ni aceptan, una pena menor a la que pidieron.

La etapa de alegatos en el juicio a los ocho rugbiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa culminó este jueves, con la presentación que hizo el abogado Hugo Tomei, defensor de los acusados.

Después de que la fiscalía y los abogados de Silvino Báez y Graciela Sosa plantearan la pena de prisión perpetua para los detenidos, la jornada de este jueves tuvo un final distinto, aunque poco sorpresivo. La audiencia arrancó unos minutos después de las 12 y Tomei planteó desde el inicio que quería pedir la absolución de sus defendidos.

Las 4 posibles condenas a los rugbiers si son encontrados culpables

Tal como indica el artículo 95 del Código Penal, el homicidio en riña se caracteriza por ser un homicidio en el que intervienen más de dos personas pero en el que no se puede determinar quién provocó la muerte.

  1. Homicidio en riña. A diferencia de la prisión perpetua, este tipo de delito tiene una pena de cárcel que va de dos a seis años, por lo que, en caso de ser condenados bajo esta carátula, los rugbiers podrían salir en prisión en pocos años.
  2. En cuanto al homicidio preterintencional, que es cuando el agresor actúa con la intención de causar un daño en el cuerpo o en la salud, con un medio idóneo para ello, pero finalmente provoca la muerte de la persona, la pena de prisión va de tres a seis años.
  3. En cuanto al último escenario planteado por Tomei, un homicidio simple con dolo eventual, la pena es mayor, porque va de 8 a 25 años de prisión.
  4. Aún así, ninguna de las condenas pedidas se compara con la prisión perpetua solicitada por el particular damnificado y la fiscalía, que prevé una pena de 35 años, tal como establece el Código Penal.

El alegato de la defensa de los rugbiers en la última audiencia antes del veredicto

“Lo que ayer nos pasó es escuchar cosas que no están incluidas en la acusación. Desde ese lugar, voy a pedir la absolución de los imputados. Ese hecho no está probado”, dijo al comienzo de su exposición.

Si bien adelantó que pensaba ir por la absolución, porque según él, el dolo tampoco se pudo comprobar durante el debate, lo cierto es que después de esa primera afirmación, el abogado comenzó una reconstrucción del caso en la que cuestionó el tratamiento mediático que se le dio y en la que habló de una condena social anticipada.

El letrado sostuvo que durante estos tres años se les atribuyó a los rugbiers el rol de asesinos, aún sin que estuvieran condenados por la Justicia.

“Acá nunca hubo un plan para matar. Máximo Thomsen no quiso matar a nadie, pero, claro, ¿cómo le van a creer si es un salvaje, un asesino?”, cuestionó y aseguró que esa imagen de líder la construyó la opinión pública con ayuda de los medios.

Del mismo modo, aseguró que los acusados nunca tuvieron idea “de lo que había pasado”, y que en verdad se trató de una agresión de sus defendidos a un grupo de chicos en el que estaba Fernando Báez Sosa.

“Cometieron un delito, pero hay que verlo todo en su conjunto. Si se pusieron de acuerdo para dar muerte, ¿van a grabarlo todo y teniendo dos autos no van a escaparse?”, preguntó.

Por eso mismo, repitió en dos ocasiones que quería la absolución de sus clientes por una cuestión extremadamente técnica. “Se prueba lo que se imputa. Pero se imputó otra cosa distinta de lo que se alegó ayer. La imputación inicial habla de cinco sujetos en la golpiza, pero en cambio los alegatos, de los ocho”, aclaró.

Su exposición duró apenas dos horas, a diferencia de la jornada del miércoles que se extendió durante 10 horas, pero bastó para dejar en claro lo que pretende para los acusados.

Si bien habló de absolución como primera salida, luego planteó otros escenarios para el caso de que los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 decidan un destino condenatorio para los rugbiers.

Por eso mismo, hacia el final de su relato, dijo que, en todo caso, los ocho imputados deberían ser condenados por homicidio en riña o, en todo caso, por homicidio simple con dolo eventual u homicidio preterintencional.

Lo cierto es que después de 15 audiencias, cargadas todas de mucha prueba y de incontables testimonios, la sentencia se conocerá finalmente el próximo lunes 6 de febrero, tal como estableció el tribunal en las últimas horas.