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Diego Hernández contaba con un pedido de captura internacional y nacional tras ser señalado como el principal sospechoso de haber matado y prendido fuego en un vehículo a Oscar Ramón Aguirre, un marinero formoseño que apareció calcinado el 8 de abril de 2019 adentro de un Chevrolet Corsa.

Sobre la 1 de este jueves, los efectivos de la Seccional Séptima lograron detener Diego Matías Hernández, un hombre con antecedentes por robo y otras causas judiciales en trámite. El Ministerio Público Fiscal lo buscaba incansablemente con pedido de captura nacional e internacional por su presunta participación en el homicidio del marinero.

Según confirmaron a El Patagónico fuentes policiales, los agentes sorprendieron a Hernández cuando viajaba en un vehículo, junto con otro sujeto, sobre las calles Los Duraznos y Gansos Verdes, en el sector más conflictivo de la Zona de Quintas.

Los agentes, al querer identificarlos, comenzaron una persecución que terminó a pocas cuadras del lugar, cuando lograron detener a Hernández quien se resistió al arresto agrediendo a trompadas a un oficial y un suboficial mayor. Lo redujeron antes de que ingrese a la vivienda de la conflictiva familia Gallardo.

La misma familia salió a su defensa, comenzando a arrojar piedras a los efectivos y con palos en sus manos quisieron atacar a los uniformados.

Al delincuente se lo trasladó a la dependencia policial por atentado, resistencia y lesiones contra la autoridad y además, corroboraron que contaba con un pedido de captura internacional por el homicidio de Oscar Ramón Aguirre en 2019.

EL HOMICIDIO DE AGUIRRE

Oscar Ramón Aguirre, era un marinero formoseño que hace años vivía en Comodoro Rivadavia, y que apareció calcinado en el interior de un Chevrolet Corsa el lunes 8 de abril en el límite de los barrios Máximo Abásolo y San Martín.

Según su familia, el hombre fue sacado bajo algún engaño de su vivienda en la madrugada e incluso en ojotas. Por alguna circunstancia que aún la Fiscalía investiga e indaga, a Aguirre lo mataron y lo prendieron fuego en el interior del Corsa.

El último tenedor de ese vehículo, era de uno de los albañiles que tenía Aguirre trabajando para él. Se trata de Diego Matías Hernández, un hombre con antecedentes por robo y otras causas judiciales en trámite, y que ahora el Ministerio Público Fiscal busca con pedido de captura nacional e internacional por su presunta participación en el homicidio del marinero.

La fiscal de delitos complejos Camila Banfi solicitaba en su momento cuatro allanamientos al juez Martin Cosmaro que aprobó las diligencias que llevó a cabo la Brigada de Investigaciones a cargo de los comisarios Andrés García y Pablo Lobos.

Esas diligencias se realizaron en el barrio Industrial, en Ex Radio Estación del Máximo Abásolo, y en el barrio San Martín en calle Granaderos y Ostoich.

En los allanamientos los investigadores pudieron secuestrar la cédula verde del vehículo en el que apareció quemado Aguirre. El último poseedor del auto era Hernández. Al no ser encontrado en ninguno de los domicilios, se liberaba la captura internacional y nacional del sospechoso.

Ramón Aguirre trabajaba para Pesquera Argentina de Mar del Plata. No tenía problemas con nadie. Su familia le reprochaba que le diese dinero a Hernández, por los trabajos que realizaba de albañilería porque no era confiable.

Diego Hernández había logrado burlar la persecución de la Brigada de Investigaciones y de la Justicia de Comodoro Rivadavia desde el 8 de abril del año pasado cuando en un automóvil que él mismo utilizaba, la policía halló el cuerpo calcinado de Oscar Ramón Aguirre. A Hernández lo buscaron, pero no lograron encontrarlo en los allanamientos que se efectuaron en la zona de quintas del barrio Abásolo. Desde ese momento se mantuvo prófugo. Sin embargo su captura no estaba cargada en el sistema judicial. Así si algún policía novato lo identificaba no iba a salir en el sistema el pedido de detención. Ayer se resistió a las trompadas contra dos avezados efectivos de la Comisaría Séptima que conocían las sospechas que pesan sobre su persona. Cuando verificaron su identidad, quedó detenido. Hoy afrontará dos audiencias, una por la resistencia a la autoridad y luego como presunto autor del homicidio.

Diego Hernández (37) tenía pedido de captura recomendado por el juez Alejandro Soñis desde el año pasado, como sospechoso por el horrendo crimen del marinero formoseño Oscar Ramón Aguirre, pero su detención no estaba cargada en el sistema Skua. Así, si algún policía novato lo identificaba en la calle y consultaba el sistema de capturas recomendadas por la Oficina Judicial, no lo iba a encontrar.

Había sido buscado por la Brigada de Investigaciones en cuatro allanamientos en la zona de quintas pero al no ser hallado, Hernández continuó viviendo en la clandestinidad.

Ayer a la madrugada cayó de casualidad. Fue sobre las 1:15 cuando lo detuvieron por atentado, resistencia y lesiones a la autoridad luego de intentar escaparse de un control vehicular que se hacía en la jurisdicción de la Seccional Séptima.

Según fuentes policiales, Hernández y otro hombre, a bordo de un vehículo, intentaron escapar del control policial por calle Duraznos y Gansos Verdes. Cuando los policías se acercaron a identificarlos escaparon y frenaron frente a una vivienda de una familia del sector con conocidos antecedentes judiciales.

Desde el lugar del acompañante Hernández se bajó y golpeó a los policías, primero arrojó al suelo al oficial de la Séptima y luego golpeó con el puño varias veces en la cara y en la cabeza a un suboficial mayor. Pero cuando intentó correr hacia la casa de la mencionada familia, los policías lograron atraparlo y en medio de una lluvia de pedradas y golpes con palos de varias personas que salieron a ayudarlo, los policías pudieron detenerlo y llevarlo a la comisaría. El otro individuo logró huir.

Cuando los policías informaron que tenían detenido a Hernández, rápidamente desde la Fiscalía corroboraron que se trataba del sospechoso de un homicidio.

Hoy deberá comparecer en dos audiencias. Primero por atentado y resistencia a la autoridad. Lo hará frente al juez Martín Cosmaro. Y luego tendrá otra audiencia en la que la fiscal de Delitos Complejos, Camila Banfi le imputará el presunto homicidio de Ramón Aguirre.

EL HOMICIDIO

Hernández es familiar de un albañil que Aguirre había contratado para unos trabajos en un terreno de Kilómetro 17.

En los allanamientos desarrollados en búsqueda de Hernández, los investigadores pudieron secuestrar la cédula verde del vehículo en el que apareció quemado Aguirre. Y el último poseedor del auto era Hernández, un hombre que ha sido investigado como presunto autor por algunos otros delitos en la zona alta de Comodoro Rivadavia, pero que aún están en trámite.

Aguirre apareció quemado en el interior del vehículo y sin ninguna de sus pertenencias. Según la familia de la víctima, esa madrugada de lunes del 8 de abril del año pasado, Aguirre fue sacado bajo algún engaño de su vivienda e incluso en ojotas. Luego lo mataron y lo prendieron fuego en el interior del Chevrolet Corsa.

El marinero había sacado un préstamo de 20 mil pesos y nunca se encontró ese dinero.

Su cuerpo fue sometido a la autopsia y a estudios histopatológicos. Luego de permanecer unos días en la morgue judicial y ante la imposibilidad de su familia para costear el traslado a Formosa para darle sepultura, por razones humanitarias, y de común acuerdo, la fiscal Camila Banfi determinó que fuera sepultado el 27 de septiembre del año pasado en la sección 36, fila 15 y fosa 21 del Cementerio Oeste.

A Rodrigo Sbarra iban a designarlo en el Ministerio de Cultura porteño y por el hallazgo del sobre con 10 mil dólares, perdió un cargo en la Ciudad.

El exfuncionario macrista Rodrigo Sbarra había instalado a su gente y esperaba su designación en el gobierno porteño, incluso ya reclamaba despacho y chofer, cuando estalló el escándalo por el sobre con dinero y fue denunciado por lavado.

El ex secretario de Coordinación del Ministerio de la Producción tenía en sus planes desembarcar con un cargo en el Ministerio de Cultura porteño cuando surgió la denuncia por el hallazgo de un sobre con 10 mil dólares en las oficinas que había ocupado en Nación. A partir de allí, no se lo volvió a ver por el ministerio porteño. Los funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta respiraron aliviados: todavía no había sido nombrado como director general. «Denuncia mata cargo», explicaron en el Gobierno de la Ciudad.

Según publica Página 12, Sbarra fue funcionario en el gobierno nacional de Mauricio Macri: llegó de la mano de Francisco «Pancho» Cabrera y siguió luego con Dante Sica en el ex Ministerio de Producción y Trabajo. Se caracterizó siempre por un estilo desenfadado en las redes sociales. De hecho, en su primera Navidad sin un cargo nacional escribió: «Dejás la función pública y la cantidad de mensajes de felicidades tiende a cero. Si esa era la forma, agarraba un cargo a los 20 años la gran puta».

No obstante, el paso por la gestión nacional -y antes por la Ciudad- no lo alejó para siempre del sector público. De hecho, diversas fuentes del gobierno porteño, Sbarra recaló en el último tiempo en el Ministerio de Cultura de la ciudad. Allí colaboró con el ministro de Cultura, Enrique Avogadro, en el armado de un nuevo equipo que se ocupara de la administración de su ministerio, luego de la salida de Sergio Di Fonzo, el funcionario que había manejado las cuentas de Avogadro en los últimos años. De hecho, Sbarra logró que nombraran allí a buena parte de su gente, bajo el mando de un hombre de su confianza: Hernán Coego, que fue su director de Asuntos Jurídicos en el Ministerio de Producción. Actualmente es el director general de Técnica Administrativa y Legal del Ministerio de Cultura porteño.

Sin un cargo en ningún gobierno, el exfuncionario podrá dedicarse a defenderse en la causa en que se lo investiga por presunto lavado de dinero, tras el hallazgo en las oficinas que ocupó de 10 mil dólares. Sbarra dijo públicamente que eso era «una operación» y aseguró que le «plantaron» el sobre. En la causa judicial, el juez Julián Ercolini ordenó levantar el secreto fiscal sobre sus cuentas. Se investiga la compra que hizo de un terreno en el country Nordelta –ni el terreno ni el primer pago de 80 mil dólares figuran en sus declaraciones juradas– y también su evolución patrimonial durante la función pública, en la que pasó de declarar bienes por 1.169.54 pesos a declarar 30.532.773 pesos, entre los que se cuentan un departamento de 185 metros cuadrados en Capital Federal y un auto Mini Cooper de 5 puertas.

El homicidio de Alexis Cueva ocurrió el 23 de noviembre y casi tres meses después aún se aguarda el traslado del automóvil Fiat Punto desde Pergamino, en donde se encuentra secuestrado y precintado para su peritaje. Se trataría de una prueba clave ya que allí habría sido trasladado el estudiante de medicina que apareció en el arroyo La Mata cinco días más tarde.

La Justicia no avanza en el esclarecimiento del crimen del estudiante de medicina, Alexis Cueva (23). Aún se aguarda el traslado a Comodoro Rivadavia del automóvil Fiat Uno en el que se movilizaba Leonardo Bustamante (24), uno de los sospechosos del homicidio. El otro es Renzo Muñoz (23). Ambos fueron imputados.

Bustamante fue el último en caer, ya que su captura tuvo lugar en Pergamino, Buenos Aires, el 30 de diciembre. Se le secuestró entonces el Fiat Punto en el que los investigadores presumen habría sido trasladado el cuerpo de la víctima el sábado 23 de noviembre de 2019, para ser hallado el jueves 28 en el Arroyo La Mata, a la atura de la puerta 4 del Autódromo General San Martín.

En la audiencia de control y apertura de investigación en relación al homicidio, el 4 de diciembre, Renzo Muñoz -quien se entregó ante la Justicia después de permanecer prófugo algunos días en los que fue y vino de Córdoba-, señaló a Bustamante como el autor material de las lesiones que le ocasionaron la muerte a Cueva.

Bustamante fue trasladado de Pergamino a Comodoro Rivadavia el 10 de enero, luego de haber sido capturado por la Brigada de Investigaciones y también fue sometido a la audiencia de control de detención y formalización de la investigación.

Según investiga el Ministerio Público Fiscal, entre las 18 y las 22:30 del sábado 23 de noviembre Renzo Fernando Muñoz, Leonardo David Bustamante y Héctor Daniel Orquera se encontraban reunidos en la casa de este último, en Los Nogales al 800, cuando llegó Alexis Cueva a compartir unas bebidas. Tanto Cueva, como Muñoz y Bustamante, se desempeñaban laboralmente en una financiera de la calle Belgrano.

EL CRIMEN

Alrededor de las 22:30, se retiraron del lugar Muñoz, Bustamante y Cueva a bordo del Fiat Punto de Bustamante. Lo único que se supo después es que se produjo el crimen. Cueva murió apuñalado: recibió siete puntazos en el cuello.

Según la Fiscalía, los imputados trasladaron su cuerpo en el Fiat Punto, arrojándolo al arroyo La Mata, al que la Policía llegó porque fue el último lugar en el que se activó el celular de la víctima.

La búsqueda de Cueva se inició el 25 de noviembre cuando su madre puso en conocimiento de la Policía su desaparición. A Muñoz y a Bustamante se los investiga por el presunto delito de “homicidio simple” en calidad de “coautor” para ambos. Cuando se los interrogó, coincidieron en señalar que habían dejado a Cueva en España y Rivadavia porque pensaba tomar un colectivo en dirección a zona norte para ir a su casa en kilómetro 3.

Pero cuando apareció el cadáver y los fueron a buscar, ambos sospechosos habían desaparecido. Muñoz se entregaría una semana más tarde y culpó a Bustamante del crimen.

“Habían estado discutiendo toda la noche y en un momento fueron al baño. Cuando yo fue hasta ahí estaba Bustamante con los pantalones bajos, Alexis estaba arrodillado y Bustamante lo estaba apuñalando en el cuello, se lo llevó al auto y quiere que yo lo ayude a cargarlo y yo no lo quiero cargar por los nervios que tenía y me dice ‘metete al auto y agachá la cabeza’, apuntándome con el arma”, declaró Muñoz en la audiencia de control de detención.

El plazo de investigación y la prisión preventiva vencen el 4 de marzo próximo y ambos se encuentran privados de su libertad ante el peligro de fuga, el cual ya quedó en evidencia.

Ahora resta acceder a los presupuestos de la grúa que trasladará el vehículo que se encuentra precintado en Pergamino. El mismo debe ser peritado por la Policía Científica en busca de rastros biológicos de Cueva.

A una semana del robo de una caja de seguridad con 50.000 pesos de la División Motos de la Policía de Trelew, todavía no hay información oficial del hecho, pero sí versiones que indican que habría un sospechoso individualizado.

Trascendieron también mensajes de WhatsApp en los que el jefe de la dependencia al que obligaron a salir de licencia se desvincula de lo ocurrido y agradece a Dios que «se haya clarificado todo».

Pareciera que el oficial maneja información anticipada de un sumario que recién está empezando a sustanciarse, cuando todavía, extrañamente, no se le habría dado intervención a la Justicia.

El hecho que pese a la reserva solicitada por las altas autoridades policiales tomó estado público el lunes pasado -como ya se dijo en estas páginas- ocurrió aparentemente la madrugada del domingo en una dependencia que está ubicada en el edificio de al lado de la Comisaría Segunda de Trelew.

Allí, ese día descubrieron que faltaba la plata, que era de un fondo común al que aportaban la treintena de empleados que prestan servicio en la División Motos de la Policía local, del pago que recibían de los servicios adicionales de vigilancia que realizan por lo general fuera del horario de trabajo.

Ese fue el escandaloso episodio del cual hasta la actualidad nadie de las altas autoridades policiales habla, ni siquiera para confirmar o desestimar -ya a esta altura de las circunstancias- la información publicada por EL CHUBUT.

Así las cosas, se dice ahora que habría un policía al que quieren separar de sus funciones porque las imágenes de unas cámaras de seguridad lo comprometerían y que en cualquier momento volvería a ejercer sus funciones el jefe de la unidad operativa, como si nada hubiese ocurrido.

Escapando de la Policía en una camioneta, un sujeto chocó y ahí terminó siendo detenido.

Fue anoche en un confuso episodio que hubo en la zona oeste de Trelew, del que en el vecindario se comentaba que había sido la persecución de un ladrón, que había robado el vehículo en el que terminó accidentándose.

El hecho ocurrió después de las 20.30 en las inmediaciones de Epuyén y avenida Rawson, en los límites entre el barrio Abel Amaya y el Inta. Allí demoraron al conductor de una Ford F100 que casi terminó introduciéndose al patio de una vivienda. No hubo información oficial de la Policía, así lo informó El Chubut.

El detenido tiene 29 años y en su casa se secuestraron prendas de vestir, teléfonos celulares y otros elementos.

Este domingo por la mañana, la Brigada de Investigaciones de Comodoro Rivadavia detuvo al sospechoso de la violación que sufrió una mujer el miércoles luego de salir de una iglesia evangélica del barrio San Martín.

El sitio Con Sello Patagónico, confirmó que la detención se produjo en una casa de la calle Los Pensamientos al 1100. Allí se detuvo a un hombre de 29 años y se secuestraron prendas de vestir, teléfonos celulares y otros elementos que asegurarían la autoría del sujeto.

Se debe recordar que la víctima, de 24 años, fue violada y amenazada con un cuchillo por un depravado que la sometió en un descampado ubicado detrás de la escuela Juan XXIII en el barrio San Martín. La joven intentó pedir ayuda. Sin embargo, cada vez que gritaba el sujeto la golpeaba en el rostro.

En ese marco, los investigadores efectuaron distintas diligencias que permitieron identificar al presunto abusador. El procedimiento contó con el apoyo del GEOP.

ADN Sur

El móvil del salvaje homicidio es averiguado desde el lado del “ajuste de cuentas”. Se dice que la víctima, ese día en que lo ultimaron, habría ido a atacar a tiros la casa de uno de los que hoy está con prisión preventiva, luego de una pelea en la que le habrían pegado hasta lastimarlo.

Esa es una de las hipótesis más fuertes que explicaría el porqué del asesinato. La saña que emplearon para “ajusticiarlo” tendría su origen en lo intoxicados que estaban los autores.

La aprehensión del nuevo detenido fue realizada alrededor de las ocho y media en donde viviría, en la calle Corcovado al 400 entre Paso de Indios y Río Negro. Desde allí también las autoridades le llevaron secuestrado el auto; un Volkswagen Gol Country dorado que sería de utilidad para los investigadores judiciales.

Radio 3

Tras días con un cuadro epidemiológico sin variaciones, este martes el Ministerio de Salud del Chubut confirmó un nuevo caso sospechoso de hantavirus.

Se trata de una persona que ingresó en la madrugada de hoy al Hospital Zonal de Esquel, desde Epuyén.

En un nuevo parte, las autoridades sanitarias de la provincia explicaron que este vecino de la Comarca estaba bajo aislamiento respiratorio selectivo.

Asimismo, se mantienen los 29 casos confirmados como positivos. Respecto a la condición de los pacientes, hay 2 en Sala del HZE y 3 en la Unidad de Terapia Intensiva.

Diario de los Trabajadores

En el marco de los controles y patrullajes terrestres que llevan adelante las fuerzas federales en distintos puntos sensibles del país, la Prefectura Naval Argentina secuestró 544 gramos de cocaína ocultos en el baño de un micro de larga distancia en Puerto Madryn.

El colectivo había partido desde Neuquén y tenía como destino final Comodoro Rivadavia.

La implementación del programa Terminales Seguras para controlar los transportes de pasajeros en distintos puntos de nuestro país permitió desbaratar esta maniobra de tráfico de drogas.

Los efectivos de la fuerza encabezados por Eduardo Scarzello cumplían este tipo de controles cuando detuvieron la marcha de un transporte de larga distancia en Puerto Madryn y detectaron, con la ayuda de un can antinarcóticos, un paquete con más de medio kilo de cocaína oculto en el baño. Asimismo, al realizar el control de documentación sobre los pasajeros a bordo, se detectó que un hombre viajaba con un documento falso. Por orden de la Fiscalía Federal y el Juzgado Federal de Rawson N° 2 se secuestró la droga incautada y se demoró al hombre que portaba el documento apócrifo.

Diario Jornada