La Cámara de Diputados convirtió en ley esta tarde la modificación del impuesto a las ganancias consensuada por el oficialismo y parte de la oposición, y tras una larga polémica que obligó al Poder Ejecutivo a consensuar un proyecto con la CGT, los gobernadores y el peronismo.
Con la ausencia del bloque del Frente para la Victoria (FPV), la iniciativa contó 166 con votos a favor, 5 en contra y 3 abstenciones.
Luciano Laspina, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, fue el primer expositor y señaló que esta ley “viene a reparar una injusticia histórica, las profundas inequidades y distorsiones que se fueron generando los últimos años, que implicaron subirles los impuestos a los trabajadores sin pasar por el Congreso nacional”.
Asimismo, destacó el consenso al que llegó el oficialismo con los gobernadores, la CGT y la oposición: “Hubo una decisión valiente por parte del presidente Macri, que fue primero convocar al diálogo y luego avisar que no iba a vetar la ley: que la dirigencia política debía hacerse cargo de sus decisiones”.
Por su parte, Silvia Lospennato, también del PRO, hizo referencia al largo debate fuera del recinto que tuvo esta iniciativa y resaltó: “Somos más los que queremos ver a una Argentina integrada a la región, abierta al mundo, competitiva y confiable; y también los que queremos un país federal, en serio, no solamente en la declamación”.
“Este proyecto da un paso enorme para resolver esta inequidad, para hacernos caso de las promesas de campaña. Siempre pensamos con responsabilidad y sin demagogia, que un país debe avanzar todos los días”, sentenció.
Héctor Daer, secretario general de la CGT y diputado nacional por el Frente Renovador, recordó que desde agosto se reclamaba esta ley e insistió en que “ningún trabajador involucrado en convenios colectivos de trabajo debe estar alcanzado por este tributo”.
El jefe del bloque Justicialista, Oscar Romero, también de la rama sindical, apuntó que el Ejecutivo “no estaba dispuesto a tratar Ganancias este año” e hizo hincapié en la reacción del Gobierno contra quienes votaron la primera ley impulsada por la oposición: “Gracias a Dios, a la política, se pudo llegar a este acuerdo, que no es el que nosotros queríamos”.
La reforma al impuesto a las Ganancias eleva el mínimo no imponible de 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos, y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros, con el objetivo aliviar el costo de los trabajadores que seguirán alcanzados por este gravamen.
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